Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– El rescate y atención de los pequeños productores, y el freno a la entrada de productos transgénicos al campo mexicano, fueron las principales exigencias que campesinos, investigadores y líderes sociales, le hicieron al nuevo titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Eduardo Calzada Rovirosa, en uno de sus primeros encuentros con este sector.
En el evento inaugural del “Encuentro Internacional de Economía Campesina y Agroecología en América: movimientos sociales, diálogo de saberes y políticas públicas”, realizado en el marco del 20 aniversario de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec), representantes de la organización señalaron que la discusión del campo mexicano debería centrarse en la formación de nuevos modelos de apoyo y de alternativas que ayuden a la mitigación del cambio climático, con miras a beneficiar en mayor medida a los pequeños productores.
Definieron que el modelo económico en el campo actual orilla a los pequeños productores a la destrucción y al exilio, cuando la agricultura de pequeña escala es la única salida a la crisis alimentaria y de seguridad que hoy padece el país. El encuentro internacional, se mantiene bajo tres exigencias: quieren un campo sin transgénicos, sin monopolios y sin tratados de libre comercio.
“Se deben modificar las políticas públicas que hoy son erróneas. Se debe cambiar el enfoque que ha prevalecido en los últimos 30 años, de que los campesinos son pobres, y no sujetos productivos. Se les ha dado ayuda de pobres, migajas, no apoyos productivos, y eso sólo ha incrementado la desigualdad”, comentó al respecto Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la Anec.
Derivado de la información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), la Sagarpa fue blanco de varias críticas en los programas sociales que actualmente trabaja.
El colectivo Acción Ciudadana Contra la Pobreza expuso, posterior a la publicación de esa información, que esa secretaría no tiene elaborado un padrón claro y accesible de beneficiarios y que no prioriza en la gente con mayor necesidad.
La Sagarpa es la encargada de atender a un sector de la población en el que se concentra el mayor número de personas en situación de pobreza; el Frente de Acción señaló que los programas tienen enfoques limitados y que “están llenos de trámites burocráticos”.
Actualmente tienen activos 48 programas federales destinados a proyectos productivos, generación de ingresos y servicios para la empleabilidad, con un presupuesto de 120 mil millones de pesos, que no se ven reflejados en beneficios a la población objetivo, al tener altos costos administrativos.
Suárez Carrera también criticó que los programas activos de la Sagarpa sean de carácter asistencialista y que sólo han fomentado la pobreza y el clientelismo electoral, “el modelo ya no da más, urge cambiarlo. No debe haber transgénicos para aumentar la producción, se debe cuidar la agrobiodiversidad. Tiene un sus manos [dirigiéndose a Rovirosa] la responsabilidad histórica de defender la soberanía alimentaria de los mexicanos y no caer en las exigencias de Monsanto”.
“Si no modificamos algunas formas de cómo llevamos actualmente la agricultura en este país, llegaremos a condiciones que jamás podremos revertir. No es lo mismo comer que alimentarse. En una ocasión les dije a unos diputados, que el día en que ya no haya nada qué llevarse a la boca, ellos sobrevivirían si desde ahorita, comenzaban a comerse un pedacito de dólar para que su organismo vaya evolucionando hacía la digestión del mismo”, afirmó por su parte el doctor Sergio Barrales Domínguez, Rector de la Universidad Autónoma de Chapingo.
El ex Gobernador de Querétaro respondió que la Sagarpa respetaría todas las opiniones de un tema que hoy está en manos de expertos, científicos, usuarios y organizaciones, “vamos a esperar a ver cuáles son las recomendaciones que hacen”.
Durante su participación en el evento, refirió cifras del crecimiento que ha registrado el sector primario, que al primer semestre de este año creció 4.5 por ciento; el primer trimestre poco más del 6 por ciento y para el segundo trimestre, poco más del 3 por ciento.
También habló sobre la deuda histórica del Gobierno con “miles y miles de personas de nuestro campo que por décadas han estado esperando que seamos más eficaces y eficientes, esa es la instrucción, ya que el Presidente quiere que se revisen las reglas de los programas para que sean claras y contundentes”.
Finalmente, Fernando Agustín Soto Baquero, representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), puntualizó que con los efectos que el cambio climático traerá a la región mesoamericana, ya no es suficiente producir alimentos, ya que además de que se debe incrementar la productividad con sustentabilidad, los gobiernos deben trabajar hacia un nuevo modelo que valorice e impulse la economía familiar campesina.
“El sistema alimentario en el siglo XXI enfrenta una contradicción: no falta comida en el mundo, a pesar de que la población mundial aumentó. Hay alimento suficiente, pero persiste el hambre y la desnutrición. 800 millones de seres humanos tienen hambre; siete millones en el caso de México. La causa es el acceso a los alimentos, la solución sería que las familias los produzcan o que no tengan los ingresos suficientes para comprarlos”, agregó Soto Baquero.
