Gisela Pérez de Acha
02/03/2014 - 12:02 am
‘Gravity’, ¿una película ‘feminista’?
Hoy que es el pretexto perfecto para hablar de Gravity como la metáfora de una época en la que flotamos en el vacío. No tenemos referentes. Vivimos mareados en el mundo de la crisis perpetua. Todos los ejes están confundidos, y somos tan egoístas que vivimos una era de mucha soledad: esa pulsación en el […]
Hoy que es el pretexto perfecto para hablar de Gravity como la metáfora de una época en la que flotamos en el vacío. No tenemos referentes. Vivimos mareados en el mundo de la crisis perpetua. Todos los ejes están confundidos, y somos tan egoístas que vivimos una era de mucha soledad: esa pulsación en el estómago sin nada que nos regrese a la tierra.
¿Cómo no identificarnos con las respiraciones entrecortadas de la Mission Specialist Ryan Stone? La cámara de Cuarón, retando las reglas tradicionales del cine, logra la empatía.
Y ahora se van a preguntar qué tiene que ver esto con el ‘feminismo’. Creo que podemos empezar por algo muy interesante que Sandra Bullock dijo sobre la película: “El punto de vista que se retrata podría ser el de cualquiera, qué importa si mi cuerpo es de mujer.”
Es cierto, el personaje es el retrato de una época. Pero sí importa que el cuerpo del personaje “sea de mujer”. ¿O no les sorprendió ver una película de acción donde lo emocionante no viene de un hombre mega-fuerte, violento y con un circo de pistolas y sangre? A mí sí.
Creo que estamos demasiado acostumbrados a que en Hollywood el papel de las mujeres sea secundario al rol masculino, sobre todo si hablamos de héroes de acción o -como en el caso- astronautas. Y cómo no si desde bebés, la guerra, los cohetes, los coches y las pistolas son “de hombres” y no es que de adultos cambie. La ciencia, las matemáticas y el mundo profesional siguen siendo “de ellos.” A nosotras nos tocan las muñecas, las princesas, la maternidad y jugar a la comida. En el caso de películas de acción, las mujeres siempre son las guapísimas damiselas en peligro esperando a ser salvadas.
Está padre el respiro de estos roles que Gravity propone. Creo que después de Hunger Games, no me había tocado ver algo así en Hollywood. Desde que Cuarón escoja un nombre masculino para su heroína, hasta el éxito profesional y la inteligencia del personaje, diríamos que Sandra Bullock hace un papel que normalmente se le atribuye a los hombres.
(Si no has visto la película, es el momento de correr a verla o no seguir leyendo, puede que te arruine algunas de las mejores partes de la trama)
Pero tampoco es que sea una película revolucionaria (después de todo estamos hablando de Hollywood). Si hablamos de roles, hay dos partes que se prestan a caer dentro de ellos.
La primera, en donde la comandante Ryan se da por vencida y apaga el oxígeno para morir. Entonces llega un George Clooney muerto-imaginario que con sus ojazos, su sonrisa de lado y su tan-sensual-voz le da la clave para regresar y la salva: “Despegar y aterrizar requieren la misma fuerza”. Puede ser un sermón metafísico de Cuarón, o el cliché del personaje femenino que de no ser por el galán se hubiera muerto a la mitad de la película.
La segunda, sobre todo si estamos hablando de cuerpos flotantes: la súper sexy escena en donde Sandra Bullock entra de regreso a la nave y se quita el traje espacial, quedándose en shorts cortos y blusa de tirantes. Es la única escena en donde sale parte del cuerpo de la actriz, y esto sorprende. Ahora, yo me pregunto si hubieran semi-encuerado a George Clooney si él fuera el personaje principal. Tal vez no.
Se podrían decir tres cosas sobre el personaje en esta escena: 1) la comandante pierde el rol de heroína y pasa a ser un fetiche sexual visible a todo el público; 2) además de ser lista es sexy y está en completo control de su sexualidad y su cuerpo; 3) el cuerpo atlético es un cuerpo instrumental para que su inteligencia ejecute lo que necesita para sobrevivir en el espacio. Yo me inclino por ésta tercera, las primeras dos me parecen un poco exageradas, sobre todo porque la vestimenta no es “exagerada.”
Claro que es “mujer”, le duele haber perdido a su hija, se siente sola y sus lágrimas flotan hacia el público con una maravillosa tecnología 3D. Pero ella está en completo control. Ryan Stone es ingeniera, inteligente y fuerte: su cuerpo no es lo más importante. Vaya, que en Hollywood se pase la sexualidad de la actriz principal a un segundo plano (aunque siga existiendo en cierta medida) me parece en sí un avance.
Podríamos discutir sobre el tipo de cuerpo y el tipo de belleza que llega a las pantallas, pero ese ya es otro tema. Yo hablo de la diferencia de pensar que el centro del mundo del cine es el hombre. La comandante de Gravity, es una mujer que no se define por ser “la chica de James Bond”, sino que es un personaje en sí misma.
Con la metáfora de la flotación, tal vez podamos explicar las ventajas que el individualismo le ha traído a las mujeres. Desde la caída del muro de Berlín ya no creemos en lo que alguna vez nos definió. Ahora como individuos lo que más queremos es reivindicar nuestra libertad y liberarnos de todo lo que históricamente nos ha oprimido. En el inter hemos visto expresiones interesantes de mujeres y no-mujeres (y todo lo que cabe entremedio) que cada vez retan más los estereotipos dados. Películas como Gravity tal vez plasman este comienzo en el mundo de lo mainstream, aunque los términos y contenidos sigan siendo discutibles.
¿Qué opinan ustedes? ¿Revolución cinematográfica? ¿O un chick flick más a-la-Sandra-Bullock?
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