LA IMPUNIDAD, EL ALIENTO DE LOS FEMINICIDIOS

02/10/2012 - 12:00 am

Solicitada desde 2009 por asociaciones civiles especializadas, ningún gobierno estatal ha aceptado la alerta de género. Mientras, el número de feminicidios continúa en aumento. Las mexicanas mueren en manos de violadores, criminales o novios. Ya no se trata de un problema arraigado en ciudad Juárez; desenfrenada, la tragedia del feminicidio se reproduce todos los días a lo largo de la República.  Ningún acto de las autoridades ha sido ejemplar. Por ejemplo, después de la detención del asesino serial César Armando Librado Legorreta, apodado “El Coqueto”, en el estado de México, las agresiones en contra de las mujeres no cesaron y Ecatepec la entidad mexiquense con más agresiones dolosas en contra de las mujeres, siguió con su panorama inamovible.  Ahí, Antonio asesinó a Evelyn, de 19 años.  Habían sido novios. Él la llamó un día antes de su cumpleaños para un reencuentro de amigos. Maribel, la madre –una madre soltera- no la volvió a ver. En cambio, recibió llamadas en las que le decían que su niña estaba secuestrada. “A lo mejor ella fue cómplice”,  sospecharon en la unidad antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. Hasta ese momento, todas las palabras eran huecas y no importaban. Maribel albergaba esperanzas: “Que me la entregaran viva; que me dijeran, pase, ahí está su hija”. Pero no ocurrió. Cuatro meses después, en la vía Morelos, a un costado de la colonia donde vivía su víctima, Antonio fue detenido. Aquel día, cuando Evelyn accedió desayunar con él, la mató. ¿Por qué? En las investigaciones del MP, asentaron que él le pidió que dejara a su novio, que ella no quiso, que él la asfixió después.

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