Sam Shepard, adiós: cowboy, ya te extrañamos

05/08/2017 - 12:04 am

El dramaturgo y actor Sam Shepard falleció el pasado jueves a los 73 años de edad por complicaciones derivadas de la esclerosis lateral amiotrófica, la enfermedad neuronal que sufría. “Se alejó de las grandes ciudades y se confinó a la vida de granja buscando escuchar la música perfecta como sus células que se fueron alejando de su sistema nervioso hasta paralizarse: cowboy ya te extrañamos”, dice José Eugenio Sánchez

Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).- Hubo un tiempo en que Sam Shepard lo tenía todo: pinta, inteligencia, la mujer más deseada del mundo (Jessica Lange, con la que tuvo dos hijos y vivió 30 años) y una treintena de libros sobre dramaturgia que publicó antes de los 36 años.

Su presencia en alguna película llamaba la atención inmediatamente. Si estaba él, algo bueno debería tener.

“Es sólo una estúpida película”, dijo en uno de sus poemas más célebres. “No tan estúpida, dijo ella, como la vida” y fue exactamente la vida la que lo llevó al otro patio, víctima de la escleroris lateral amiotrófica o enfermedad de Gehring, en su rancho de Kentucky.

Shepard escribió casi 50 obras de teatro, fue candidato a un Oscar como actor secundario por el filme The Right Stuff y ganó un Pulitzer a la mejor obra teatral en 1979 por su obra Buried Child.

La obra trata sobre la desfragmentación de la familia estadounidense, un tema que lo obsesionaba. “Todos luchamos contra la soledad. Hay quien la elude buscando la seguridad de una familia, otros se rodean de gente. Yo escribo porque es una compañía constante. Llevo mis cuadernos a todas partes. Cuando escribo no me siento solo y necesito esa soledad para escribir. Es un conflicto sin solución”, dijo a El País en 2011, cuando fue dirigido por el español Mateo Gil en Blackthorn.

“Mi fascinación-amor por Sam Shepard tiene mucho del complejo de Electra, por decirlo de alguna manera. O sea, casi incestuoso, si aceptamos aquello de que las mujeres nos “enamoramos” de los hombres que se parecen a nuestros padres. Y joder, Sam Shepard era muy parecido a mi padre. Sobre todo, a mi padre cuando era joven”, cuenta la periodista Olga Wornat.

“Tengo un par de imágenes en blanco y negro, con mi padre de 24 años, delgado, de sombrero, con un cigarro y un vaso de whisky y el aire es tan pero tan cercano, que los rostros se mezclan. El mismo rostro anguloso, las mismos surcos, la mirada profunda que calaba los huesos, la parquedad, la soledad donde se sumergía y una distancia que yo luchaba por quebrar y que jamás lo logré, porque no se dejaba”, recuerda.

Su rostro cavado por la soledad y por esa falta de eficacia para la vida cotidiana, un dejarse fotografiar y siempre estando distante: Sam Shepard en el cine.

“Mi padre, al igual que Sam, era de un pueblo perdido de Bessarabia, salvaje, rústico y cuando llegó a Argentina, hizo de todo para sobrevivir. Detestaba los lujos y vivió y murió en una austeridad extrema. Sé por su biografía, que Sam Shepard vivió cosas parecidas: ese oeste rural y solitario donde nació en la pobreza y donde le gustaba deambular. Esto que parece mínimo y privado, casi insignificante, fue fundamental para seguirlo como loca su carrera, su vida, ver todas sus películas, leer sus poemas, esos cuentos fragmentados y desolados, de una prosa magnífica y delicada, que leí y releí en Crónicas de Motel, un libro que me acompaña a donde vaya y envidiar…profundamente a Jessica Lange, su gran amor o eso creo”, concluye Wornat.

Sam Shepard: Cowboy, ya te extrañamos. Foto: Su filme de 2011, Blackthorn

CRÓNICAS DE MOTEL

Ese libro que nos comprábamos en la adolescencia. Una portada amarilla o naranja cuando era de bolsillo. Las carreteras, los coches, la soledad y la aventura empapan las historias rotas: Sam Shepard era también poeta. De los buenos.

“Leí Crónicas de motel de Sam Shepard, hace ya más de 17 años. Era en ese momento en que Anagrama no era una editorial de prestigio, sino una editorial que nos da autores de alto octanaje, corrosivos, ácidos. Es decir, era otra editorial. Ese breve volumen me voló la cabeza y a diferencia de En el camino, este sí me hizo salir a la carretera. Primero me fui de aventón a lugares cercanos pero me aventuré hasta sitios donde mi soledad me aventaba. A veces un libro te llega a cambiar la vida”, recuerda Iván Farías, autor de la reciente Un plan perfecto.

“Supongo que muchos supimos de Sam Shepard, allá en los noventa, por el libro de llamado Crónicas de motel, donde la geografía de los Estados Unidos nos era mostrada como un lugar desértico, solitario y que carcomía los más débiles”, recuerda Iván.

Un libro que te comprabas en la adolescencia y que te cambiaba la vida. Foto: Especial

“Shepard se mostró así como un vaquero vagabundo que apenas hacía pie en un lugar para ir a otro. Así era en todo, se movía de un lugar a otro para no erosionarse, lo mismo era actor, que dramaturgo, que camarero, vaquero o vagabundo. Shepard me mostró una sola cosa en su literatura y en su vida, que para ser libre había que estar en constante movimiento”, concluye Farías.

EL CINE SEGÚN PARÍS, TEXAS

Había que mirar París Texas. Una de las películas de Win Wenders que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1984. Protagonizada por Harry Dean Stanton (hoy tiene 91 años) y la música a cargo de un rutilante Ry Cooder. El guión estaba a cargo de Sam Shepard, reputado ante todo como dramaturgo y conocido del público masivo como actor, especialmente secundario.

La película, de una complejidad inagotable, sigue sin embargo una acción simple, en torno a un puñado de personajes. Parte con los impresionantes e inolvidables planos, fotografiados por Robby Müller, de Travis (Harry Dean Stanton) vagando por el desierto, hasta que se desploma en un boliche en medio de la nada. Su hermano Walt (Dean Stockwell), alertado, parte a buscarlo. Walt y su esposa Anne (Aurore Clément) no habían vuelto a saber de Travis en años, cuando desapareció abandonando a su esposa Jane (Natassja Kinski) y su hijo Hunter (Hunter Carson). Cuando Jane desapareció a su vez, dejando a Carson en la puerta de sus tíos, Walt y Anne le dieron una nueva familia. A su regreso, Travis se da por misión reunir a Hunter con su madre.

“La escritura misma se convirtió aquí en plasticidad, como en ningún otro sitio. Con una imaginación sin límites las letras y las cifras se transformaron en signos, en nuevos íconos. Imágenes y signos por todos lados, sobre inmensos cuadros, fotografiados, punteados, en luces de neón…”, decía Sam Shepard.

Estuvo con Jessica Lange durante 30 años. “Yo no llamaría a Sammy tolerante y divertido, pero todo el mundo tiene su lado oscuro y siempre lo hace con un sentido del humor”, dijo la icónica estrella. Foto: Internet

Nacido el 5 de noviembre de 1943 en Illinois, Shepard tuvo una vida bastante nómada, mudándose de una base militar a otra porque su padre era militar y un expiloto de la Segunda Guerra Mundial. Su madre era maestra. Finalmente se graduó de un liceo en Duarte, California, donde ya escribía poesía y actuaba. Comenzó a estudiar agricultura en la universidad, pero abandonó los estudios, se unió a un grupo teatral itinerante y llegó a Nueva York a comienzos de los años ’60, donde comenzó a escribir obras de teatro.

Uno de sus últimos papeles fue en Bloodline, de Netflix. Ya no estará su rostro curtido por el sol, su mirada profunda y esquiva (¿puede una mirada tener los dos caracteres?) y su gesto de un niño permanente. Con él se va toda nuestra adolescencia, cuando como dice Iván, un libro, un autor te puede cambiar la vida. Aquí, una elegía del poeta José Eugenio Sánchez. Adiós, Sam Shepard.

sam shepard poeta vaquero dramaturgo baterista actor panchero dramático borracho infiel asaltante de cerebros enamorado cínico premio pulitzer: el día que conoció a patti smith él tocaba en el village gate con la banda holy modal rounders: tenía 26 años y había escrito 20 obras: ya había ganado el obie: tenía unos pequeños ojos azules y el cabello castaño y recto: era delgado y rudo: vestía camisa de cuadros y jeans que doblaba en el tacón de las botas y le daba un magnetismo de estrella de cine: y aunque shepard estaba casado y tenía un hijo de seis meses se involucró con patti smith: no era como cometer adulterio en los suburbios o algo así: shepard y smith se consideraban socios en el crimen: cuando iban a max kansas city bebían y peleaban como una matrimonio normal:

a los 71 años sam shepard ya había escrito parís texas y la canción browsville girl junto a bob dylan: y estaba bebiendo en el bar la choza de santa fe: los dueños del lugar llamaron a la policía para que lo arrestaran porque se negó a escuchar las advertencias de que estaba ebrio para conducir y le sugerían un taxi: intentó arrancar el auto pero por fortuna no desactivó el freno de mano y no pudo moverse: luego declaró a la policía que se había tomado solo dos tequilas y que pensaba conducir a su casa a baja velocidad y con mucha precaución: el agente reportó que el poeta olía a alcohol y tenía los ojos rojos pero la descripción queda muy corta en comparación a la fotografía con la que ficharon su arresto: en la que apenas puede abrir los ojos y sujetar el cartel con su número de expediente:

novelista cantante director payaso de rodeo nominado al oscar: shot de bourbon bajo el sol incendiario: poeta que brillaba en el desierto como un charco que vigilan los cóndores: sam shepard estuvo casado mucho tiempo para ser tan libre o tuvo mucho tiempo libre para poderse casar: quizá por eso logró cruzar la frontera sin papeles: era soledad el polvo que sacudía de su sombrero y al volvérselo a poner sonaba música: sus textos eran más gringos que él: sus libros misceláneos de géneros mixtos parecen departamentales americanas que tienen todo lo que se necesita para sobrevivir a un pandemónium (hasta un monedero electrónico o una tarjeta de puntos): se alejó de las grandes ciudades y se confinó a la vida de granja buscando escuchar la música perfecta como sus células que se fueron alejando de su sistema nervioso hasta paralizarse: cowboy ya te extrañamos

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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