Las ruinas olímpicas: siete casos de abandono y descuido en las sedes de las competencias deportivas

05/09/2012 - 12:00 am

La exhibición de recursos mostrada en cada edición de los Juegos Olímpicos además de procurar una sensación de festejo a los atletas participantes y al mundo entero, también tiene como objeto reflejar el bienestar social y económico de la ciudad anfitriona. Sin embargo, una vez finalizadas las justas deportivas pocos son los que se preguntan que sucede con los tan promocionados complejos olímpicos. Casi todos, menos los residentes de las sedes olímpicas.

Los Angeles 1932

El Gran Auditorio Olímpico, de las olimpiadas celebradas en Los Angeles en 1932 no se encuentra precisamente abandonado, aunque su función actual dista mucho del lugar que albergó parte de las disciplinas deportivas que engalanaron el oeste de los Estados Unidos  hace 80 años. Hoy el lugar es un templo: la Glory Church of Jesus Christ.

Berlín 1936

La villa olímpica construída para los Juegos Olímpicos del Führer en 1936 es un claro ejemplo del abandono. Como si fuera el set para una película post apocalíptica de Hollywood, el lugar no refleja nada de las viejas glorias atléticas que por ahí desfilaron, sobre todo en la parte que luce más descuidada: el centro acuático.

Helsinki 1952

Continuando con los centros acuáticos, el que estaba ubicado al aire libre en Helsinki hace 60 años luce en completo abandono como si de una ruina milenaria se tratara. La ubicación de la fosa de clavados contrasta con el entorno boscoso y hace pensar que en vez de seis décadas han pasado siglos desde que alguien pisara el lugar por última vez.

México 1968

La llamada Ruta de la Amistad, situada en el Periférico de la capital de nuestro país es otro ejemplo del descuido. Aunque su función era meramente decorativa/artística, los parajes desolados que rodeaban el conjunto escultórico dieron paso a viviendas y comercios. La mayoría de las piezas artísticas –irónicamente– se encuentran abandonadas a pesar de estar situadas en medio de lugares habitados.

Munich 1972

La estación de tren que llevaba al estadio olímpico de Munich es testigo del paso del tiempo. Aunque los muros atiborrados de graffitis indican que el lugar no se encuentra precisamente solo, está claro que de la vieja estación y su propósito original ya no queda nada.

Atenas 2006

El campo de beisbol y algunas partes de la villa olímpica ateniense parecen haber sucumbido también a la crisis griega. Las pintas agregan algo de vida a los entornos semi desérticos que invaden con su maleza las instalaciones deportivas, las cuales, apesar de seguir en uso, se encuentran bastante descuidadas.

Beijing 2008

A pesar de que sólo han pasado 4 años desde las competencias olímpicas en la capital china, algunos lugares de competencia ya lucen deteriorados. Los ejemplos más palpables son el estadio donde se disputaba el volibol de playa, la zona de canotaje y la pista de ciclismo BMX. Por si fuera poco, además del descuido se suma el desuso, lo que convierte a estas instalaciones en elefantes blancos.

en Sinembargo al Aire

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