El Secretario de Educación aseveró que de no haberse liberalizado los precios de las gasolinas “estaríamos en una situación inaceptable para la educación del país”. Además, puso de ejemplo a Estados Unidos, donde había muchas marcas de gasolina que competían entre ellas […] y ahora hoy la vamos a tener”.
La decisión de liberalizar el precio de la gasolina fue acertada y responsable. El subsidio distraía recursos que sirven más en educación. pic.twitter.com/FXoKhmREmH
— Aurelio Nuño (@aurelionuno) 6 de enero de 2017
Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).- El Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, aseguró este día que de no haberse incrementado el precio a las gasolinas, en estos momentos se estaría anunciando el cierre de escuelas y la reducción de becas.
En conferencia de prensa, Nuño Mayer dijo que se entiende el malestar social por gasolinazo, pero, aseguró, es una decisión correcta porque corrige una mala política económica que durante muchos años afectó de manera directa a la educación y la salud de México.
“El precio de la gasolina que se tenía en este país era un precio artificial subsidiado con dinero público [es decir], que se distraían recursos del presupuesto centralmente para la educación, la salud y la infraestructura para poder mantener un precio artificial”.
El Secretario de Educación aseveró que de no haberse liberado los precios “estaríamos en una situación inaceptable para la educación del país”.
Asimismo, refirió que el presupuesto educativo no está en riesgo y señaló que ya se aplicaron recortes, sin afectar los programas de educación, y abundó que ya no se van a tomar más recursos de la educación para subsidiar la gasolina, lo cual, en el futuro, “le va a dar muchas ganancias al sistema educativo”.
Indicó que prácticamente ningún país del mundo subsidia la gasolina, y ésta fija su precio dependiendo del mercado; si bajaran los precios del petróleo, bajaría el precio de la gasolina, comentó.
“Aquí va a suceder como sucede en Estados Unidos, que, entre otras cosas, durante muchísimos años hubo la demanda de por qué no éramos como en Estados Unidos, en donde había muchas marcas de gasolina que competían entre ellas; que cada una fijaba el precio, dependiendo de cómo estaba el mercado, y que aquí lo teníamos regulado, que no podía haber competencia entre gasolineras, y ahora hoy la vamos a tener”.
