El “escudo” que nos protege contra los rayos solares se está debilitando mayormente en las zonas de Sudamérica y Sudáfrica.
Ciudad de México, 6 marzo (RT/SinEmbargo).- El campo magnético terrestre está sufriendo una serie de anomalías que pueden anticipar que la Tierra se prepara para una inversión de sus polos, según datos de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) recogidos por Daily Mail.
El “escudo” que nos protege contra los rayos solares se está debilitando mayormente en las zonas de Sudamérica y Sudáfrica. Es lo que los científicos llaman Anomalía del Atlántico Sur. Los datos de la ESA revelan que las corrientes de hierro líquido bajo la superficie de la Tierra se están moviendo de forma muy activa, lo que también podría indicar que los polos están a punto de ponerse “patas arriba”.
PARÁLISIS DE LA INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA ACTUAL
Las consecuencias de este fenómeno, ocurrido por última vez hace 780 mil años, es que la Tierra puede experimentar “devastadores” cambios climáticos y fallas en su sistema eléctrico, explica la científica canadiense Alana Mitchell. Amplias zonas de nuestro planeta podrían quedar inhabitables.
Además, el campo electromagnético puede debilitarse aún más con esta inversión de polos, lo que daría paso a vientos solares y aumentos de los niveles de radiación, con resultados como la eliminación de las redes eléctricas de suministro de energía en todo el mundo y daños irreparables en los satélites de comunicaciones.
Si ello se produjera, las tormentas causadas por esos vientos solares “podrían paralizar la moderna infraestructura tecnológica y poner en peligro la vida de los astronautas en el espacio”, advierten científicos en la revista Physical Review Letters.
Para tener una idea de lo que podría pasar es útil recordar un fenómeno ocurrido hace tres años, cuando se produjeron anomalías en la magnetosfera, región del campo magnético terrestre que absorbe la mayor parte del viento solar.
Ese fenómeno no pasó a mayores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ninguno de los sistemas que garantizan los suministros de energía y agua han sido construidos para resistir el impacto de los rayos cósmicos.
Históricamente, los polos magnéticos norte y sur se invierten cada 200 mil o 300 mil años y a partir de ahí vuelven paulatinamente a su posición habitual. Sin embargo, teniendo en cuenta que actualmente nuestras vidas giran en torno a teléfonos, computadoras, calefacciones y una industria basada en la electricidad, las consecuencias para la civilización podrían ser catastróficas.