La secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, concluyó que la ganancia reconocida por sus siglas en inglés como TPS ya no es necesario en Nicaragua. La funcionaria concedió 12 meses adicionales de vigencia al programa, hasta enero de 2019, para los 5 mil estudiantes que buscaron alternativas para ajustar su estatus migratorio o planificar el regreso a casa, mientras que Nicaragua les sirvió para preparar la acogida de sus connacionales.
Por Luis Alonso Hugo
WASHINGTON (AP) – El gobierno del Presidente Donald Trump anunció el lunes que eliminará en enero de 2019 un estatus migratorio que tendrá 5.000 personas en Estados Unidos desde hace casi dos décadas y que postergará hasta julio una decisión definitiva sobre este beneficio 86 mil hondureños.
La secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, concluyó que la ganancia reconocida por sus siglas en inglés como TPS ya no es necesario en Nicaragua. La funcionaria concedió 12 meses adicionales de vigencia al programa, hasta enero de 2019, para los 5 mil estudiantes que buscaron alternativas para ajustar su estatus migratorio o planificar el regreso a casa, mientras que Nicaragua les sirvió para preparar la acogida de sus connacionales.
Duke postergó una decisión definitiva sobre Honduras para consultar información adicional, por lo que la vigencia del beneficio se extendió en seis meses, hasta julio de 2018.
El Departamento de Seguridad Nacional formuló el anuncio el lunes, 60 días antes de que expirara el 5 de enero la protección para Honduras y Nicaragua, que obtuvo el TPS en 1999 debido a los destrozos causados por el huracán Mitch un año antes.
La oficina investigadora del Congreso estadounidense dijo que las autoridades previas que solo 57 mil hondureños y 2 mil 550 habían gestionado la extensión del beneficio.
El TPS para unos 260 mil salvadoreños, el grupo más numeroso de todos los beneficiarios, vence en marzo.
La protección migratoria temporal actualmente incluye a 435 mil nacionales de nueve países afectados por conflictos o desastres naturales, que residen en Estados Unidos –con o sin papeles– en el momento en que sus países recibieron la designación. Si bien, el estatus fue concebido como una solución temporal, fue durante el proceso de George W. Bush y Barack Obama por temor a que estos países no pueden serlo.
Desde que llegó a la Casa Blanca, el gobierno de Trump eliminó la protección para Sudán y concedió 60 mil haitianos, una extensión de solo seis meses y no los 18 años desde el devastador terremoto de 2010.
Duke dijo que el Nicaragua no solicitó una extensión del TPS, pero Honduras y El Salvador han tenido un gran éxito a favor de extenderlo, advirtiendo que un retorno repentino de grupos tan numerosos como la meta de mejorar la calidad de vida en sus países, lo que a su vez podría incrementar el flujo migratorio ilegal hacia Estados Unidos.
Partidarios de extender el TPS alegan que su eliminación afectará a la vida de las familias plenamente integradas a la sociedad estadounidense aun cuando sus países natales continúen complicados.
El senador demócrata Ben Cardin dijo que el fin de semana que El Salvador y Honduras padecen las tasas de homicidios más altos del planeta. “Sugiere que los beneficiarios de TPS deben regresar a casa antes de que surjan riesgos no es solo inhumano, sino que podría desestabilizar a cada país”, indicó.
Cuatro representantes del sur de Florida presentan la semana pasada un proyecto de ley bipartidista que busca otorgar la residencia permanente a los nicaragüenses, hondureños, salvadoreños y haitianos con TPS.
Otro grupo de representantes demócratas de Nueva York y California presentó también la semana pasada una propuesta similar, según la cual los beneficiarios de TPS durante más de tres años optar por la naturalización sin salir del país.