La Caravana 43×43 llega a Morelos; “Iguala es la gota que derramó el vaso”

08/11/2014 - 12:03 am
Se tiene previsto que la movilización llegue a la capital de México el próximo domingo. Foto: Shaila Rosagel, SinEmbargo.
La caravana 43×43 ha recorrido más de 120 kilómetros en apoyo a los normalistas. Foto: Shaila Rosagel, SinEmbargo.

Cuernavaca, Morelos, 8 de noviembre de 2014 (SinEmbargo).– La Caravana 43×43, que llegó ayer a la Glorieta de la Paloma de la Paz en Cuernavaca, Morelos, reiteró su llamado a la justicia para los 43 normalistas secuestrados hace más de 40 días en Iguala, Guerrero.

En protesta por la desaparición de los jóvenes, los participantes han caminado ya 120 kilómetros desde Iguala en un recorrido que terminará en el Distrito Federal el próximo domingo. Entre ellos, caminan decenas de personas que cansados, exigen justicia por el clima de violencia que aqueja a la entidad.

Javier Sicilia Zardain, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), afirmó que Iguala fue la “gota que derramó el vaso” y México está a punto de un estallido social que podría significar décadas de horror. Lo dijo durante la llegada de la Caravana 43×43 a Cuernavaca.

“Ya es Guerrero, las guerrillas empiezan a moverse. Así suceden las grandes cosas: una gota derrama un vaso. Esa gota fue Iguala y [el vaso] ya está lleno, lamentablemente”, dijo.

Luis Mateo Justina es un campesino de Guerrero que llegó ayer a Cuernavaca después de caminar  más de 100 kilómetros. El hombre se sentía cansado –dijo–. Llevaba los pues hinchados y aún le faltaba medio camino que recorrer para llegar mañana al Zócalo capitalino.

“Vine a protestar. No tengo familiar”, agregó Luis Mateo con su escaso español y siguió su camino por la carretera que lleva a Tres Marías, donde la caravana pasaría la noche.

Eduardo Hernández, un hombre de unos 40 años que salió de Iguala desde el lunes pasado y, como el campesino, camina para solidarizarse con los normalistas.

“Nosotros también tenemos hijos, ya no queremos más desaparecidos, todos somos padres de familia, tenemos hijos, estudiantes, ya no queremos que este país siga así”, afirmó.

La familia de Eduardo vive en Iguala, Taxco y Acapulco, Guerrero, aseguró, y varios de ellos son víctimas de los delincuentes. Él sufrió asaltos.

Marisela Villa , otra de las personas que participan en la caravana, dijo que su motivación a caminar por la carretera desde Iguala es “el corazón por México”.

“Yo vivo en el DF y me fui a Iguala para venirme caminado. Ha sido cansadísimo, tenemos  los pies agotados, ampollados, pero aquí seguimos”, dijo.

La mujer agregó que durante el camino la población se mostró solidaria, brindándoles alojamiento en las noches y alimento.

LA VIOLENCIA ESTÁ DESCONTROLADA

El 9 de octubre el Comité Estatal de Guerrero Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) llamó a la población a conformar la “Brigada Popular de Ajusticiamiento 26 de Septiembre” para enfrentar “en aspectos político-militares esta nueva afrenta del narcoestado mexicano y, particularmente, al cártel de sicarios del Estado, mal llamado Guerreros Unidos”.

El llamado del ERPI fue el segundo en una semana proveniente de un grupo insurgente guerrerense para responder por la vía armada contra un narco estado, refiriéndose al grupo criminal de los Guerreros Unidos, una escisión del cártel de los Beltrán Leyva.

El primer grupo armado en alzar la voz fueron las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Liberación del Pueblo (FAR-LP) que exigieron la renuncia del entonces Gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, “quien vuelve a ensangrentar sus manos en su administración, le quedó grande Guerrero, traicionó al pueblo que lo eligió, se doblegó a los intereses y ambiciones de poder, su alianza con la delincuencia organizada y el pago de favores a los amigos que lo llevaron al poder”.

Guerrero vivió durante este año el avance de las policías comunitarias que se extienden por todo el territorio en busca de justicia para las comunidades presas del crimen organizado. Ayer los habitantes del poblado serrano de Linda Vista, perteneciente el municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero, tomaron las armas en protesta por las condiciones de inseguridad con las que, dicen, se enfrentan día a día, y exigieron al gobierno garantías para que no ocurra un caso similar al de Iguala.

“Nuestro pueblo es uno de los más marginados y olvidados por el gobierno […] estamos en una etapa de diálogo, pero ahora con una postura diferente porque nos vamos a defender como pueblo. No es un reto a ninguna organización, pero sí es un llamado también al gobierno porque si es el encargado de la seguridad que se vea porque no queremos que sigan ocurriendo casos como los ocurridos en Iguala […] Queremos paz en los pueblos de la sierra, porque la sierra también es Guerrero, también es México”, dice uno de los pobladores en uno de los videos difundidos a través de las redes sociales.

A través de la cuenta de Facebook “Union por la paz social Linda Vista” expusieron los motivos del levantamiento en armas. Además se comparten imágenes y videos donde sus integrantes denuncian la situación de inseguridad con la que se enfrentan en la sierra.

“Todos juntos vamos a defender a nuestras familias, hemos sido atropellados y ya no queremos que siga pasando lo mismo […] No pretendemos con este movimiento pelear con nadie, pero sí vamos a resguardar y cuidar a nuestro pueblo […] vamos a dar respeto, pero pedimos que nos respeten”, se escucha decir a otro poblador acompañado de niños y familias en un video que circula por YouTube.

Javier Sicilia recordó ayer durante la mañana, que fue en en la glorieta de la Paloma de la Paz en Cuernavaca, donde hace tres años inició una gran movilización para exigirle al Estado tranquilidad para los mexicanos y cese a la violencia. En ese momento iban 40 mil muertos, pero el gobierno no escuchó y los crímenes en contra de la población se multiplicaron.

Hoy la crisis de seguridad parece fuera de control: “Hace tres años y medio salimos en una marcha similar y ahora vamos por lo mismo. El gobierno ya no puede mentir más, están asesinando a los muchachos, hay que seguir la protesta, alzando la voz”, dijo.

Para Sicilia México ya tocó fondo y son los jóvenes los más afectados por la violencia: los muertos, desaparecidos y los reclutados por los criminales.

“La mayor parte de los 140 mil asesinados son muchachos, de los 30 mi desparecidos o más, son muchachos, seguramente los huesos y cuerpos que están sacando de las fosas comunes, son jóvenes. La mayor parte de mexicanos que alquila el crimen organizado también son jóvenes. Ya no podemos bajar la guardia, hay que seguir la protesta, alzarla de tono dentro de la no violencia”, dijo.

José Alcaraz, vocero de la caravana, indicó que la Caravana 43×43 además de exigir la presentación de los normalistas, busca también que el Estado garantice paz y justicia para la población.

“El problema no es de Iguala es de todos. Hoy aquí estamos reunidos distintas organizaciones, nos une el futuro de nuestros hijos, exigimos que las autoridades se pongan a trabajar, que nos hablen con la verdad, vamos al Distrito Federal en un gran movimiento. Lo único que queremos es vivir en paz”, dijo

Carlos Pérez Ventura, presidente del Consejo Estatal de Organizaciones, exigió que se revele la indemnidad de los cuerpos encofrados en las fosas comunes de Iguala.

“Queremos que nos aclaren de quién eras los cadáveres de las fosas comunes, esos ciudadanos tienen nombre y apellido y también tienen familias que están en la zozobra porque no saben dónde están”, indicó.

El activista agregó que la licencia del ex Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, no significa nada, si las autoridades no responden con justicia a la población.

“Que nos hablen con la verdad, el pueblo se está uniendo, vamos creciendo, vamos a llegar a la Ciudad de México el domingo y queremos invitar que salgan de sus casas, a las plazas de sus colonias, vestidos de blanco”, dijo.

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