Sochi 2014 luce decenas de asientos vacíos; organizadores se justifican con impuntualidad del público

09/02/2014 - 5:37 pm

Sochi/Krasnaya Polyana (Rusia), 9 feb (dpa) – Encontrar a un espectador que no sea ruso en las instalaciones olímpicas de Sochi y de Krasnaya Polyana no es una tarea fácil.

“Vine con mi familia”, señaló a dpa el médico del equipo canadiense de esquí alpino, el doctor Robert Lichfield. “La mayoría de los fans son familiares de los atletas. La mayor parte viene en general de países europeos, aunque también hay algunos estadounidenses”, añadió en una colina de Krasnaya Polyana, donde se disputan las competiciones de nieve de los Juegos Olímpicos de Sochi.

En la montaña se celebró hoy la primera de las 98 finales que están previstas hasta el 23 de febrero. Era la primera medalla de oro, en snowboard slopestyle, una competición espectacular introducida por el Comité Olímpico Internacional en los Juegos para ganar espectadores jóvenes.

Sin embargo, en las gradas había numerosos asientos vacíos. Y los voluntarios, que ocuparon muchas butacas libres el viernes en la ceremonia inaugural en el estadio Fisht, intentaban animar a los espectadores para que aplaudieran y celebraran.

“¿Asientos vacíos? Si hubiera asientos vacíos deberíamos debatir el asunto”, señaló casi a la misma hora en rueda de prensa el jefe del comité organizador, Dmitri Chernyshenko. El jefe de Sochi 2014 no dio datos sobre la cantidad de espectadores en la ceremonia de inauguración y el primer día de acción, pero explicó que una de las causas podría ser la impuntualidad del público local, que se estima en más de un 75 por ciento del total.

“Es verdad que la gente en Rusia tiene el hábito de llegar con poco tiempo de antelación”, comentó. “Es una lección que hemos aprendido y estamos intentando inspirar a nuestros fans para que llegue con tiempo a los eventos”.

A su lado, Aleksandra Kosterina, también integrante del comité organizador, aseguró que la situación cambiará con el paso de los días: “Tenemos mucha confianza en el número de espectadores a medida que avancen los Juegos”.

En el “Rosa Khutor Extrem Park”, donde se disputó la final de slopestyle, las tribunas dejaban claro que aún había entradas por vender.

“No hemos visto a otros fans de Suecia en todo Sochi”, dijo a dpa la aficionada Sophie mientras pegaba un trago a su vaso de cerveza acompañada por un grupo de amigos suecos que llegó de Estocolmo.

A pocos metros estaba el finlandés Sebastian, también cerveza en mano bajo el resplandeciente sol que iluminó el inicio de los Juegos. “Vinimos a ver el slopestlye. Somos amigos de ellos y uno de los muchachos es hermano de uno de los competidores, pero no llegó a la final”, dijo arropado por un grupo de compatriotas a los lados y por un colorido gorro en la cabeza.

Las cámaras de televisión enfocaban banderas ondeando en la meta, pero no eran de aficionados, sino de gente de las propias delegaciones.

A pocos metros del pebetero olímpico con la llama moviéndose al ritmo del viento, la rusa Olga está en una fila que se formó en un kiosko. Se compra un crepe acompañado de un café, dice “Spasiba” (gracias en ruso) y paga, algo que no hizo con la entrada que cuelga de su cuello. Es una invitación.

Mientras unas 70 personas -todas de rasgos eslavos- esperan su turno en la taquilla de entradas, cientos de aficionados se toman fotos con el pebetero de fondo. De sus cuellos penden invitaciones, parecidas a las entradas -que también llevan foto-, pero que se distinguen de éstas por un doble cordel.

Sí había espectadores con entradas normales en las gradas del Adler Arena, donde comenzaron hoy las competiciones de patinaje de velocidad. Aficionados holandeses animaron sin descanso en un día histórico para su país, pues el campeón del mundo Sven Kramer lideró un triplete “orange” en los 5 mil metros.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas