El deporte conocido como “base jumping” o “salto base” es una modalidad del paracaidismo que consiste en brincar desde un objeto fijo, como un edificio o una montaña, en lugar de hacerlo desde un avión. Esta clase de actividad es considerada como “extrema”, ya que además de ser divertida, es muy peligrosa, pues el mínimo de los errores puede causar la pérdida de la vida. Tal es el caso de un joven, que segundos antes de saltar desde un puente, fue detenido por un instructor australiano, quien seguramente lo salvó de saltar al precipicio en busca de su propia muerte.
Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).- El paracaidista profesional australiano Chris Mcdougall evitó que una persona realizara un brinco desde una altura mortal luego de darse cuenta de que el deportista amateur no había atado adecuadamente las cuerdas de su paracaídas.
En un puente en algún lugar de Croacia, a una altura aproximada de 110 metros, se encontraba Mcdougall y un grupo de sus estudiantes listos para realizar un ejercicio de salto. A la par, un joven desconocido también se preparaba para dejarse caer desde las alturas.
Tras percatarse del mal trabajo que el desconocido hizo al ajustar el paracaídas a sus tobillos, el instructor comienza a gritarle que se detenga, que no brinque.
Entonces lo insulta. De tonto no lo baja al decirle de lo que hubiera muerto. Y peor aún, se le agria el ánimo cuando el imberbe, al ver que Mcdougall lo detiene, le pregunta: “¿Qué, mi GoPro [una cámara] no está prendida?”.
Finalmente se observa al instructor soltar su lenguaje florido, corriendo del lugar al novato, diciéndole que se “largue” y que no saltará.
Ese debe de ser un joven con mucha suerte, o como quien dijera, “con un buen Ángel de la guarda”, pues por circunstancia sigue vivo.
