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Redacción/SinEmbargo

12/07/2018 - 5:58 am

Adiós al sistema de partidos / El sexenio de AMLO ya inició

La virtual victoria de Andrés Manuel López Obrador en las pasadas elecciones presidenciales no solamente trajo consigo la alternancia en el poder, sino que también debilitó notablemente el sistema de partidos que había prevalecido desde hace décadas.

Adiós al sistema de partidos
La virtual victoria de Andrés Manuel López Obrador en las pasadas elecciones presidenciales no solamente trajo consigo la alternancia en el poder, sino que también debilitó notablemente el sistema de partidos que había prevalecido desde hace décadas. Al respecto, en Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “uno de los efectos del arrollador triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador es el fin del sistema de partidos vigente desde el siglo pasado […] así la llevamos los últimos 25 años, Partido Revolucionario Institucional-Partido Acción Nacional-Partido de la Revolución Democrática, lapso en el que se dio la primera alternancia presidencial, Partido Revolucionario Institucional-Partido Acción Nacional en 2000, para luego regresar Partido Acción Nacional-Partido Revolucionario Institucional en 2012 y ahora la tercera, seis años después, con López Obrador que hizo de Morena, un poderoso movimiento en el poder. Este resultado acabó con el sistema de los llamados tres grandes partidos […] Esto fue suficiente para acabar con el viejo sistema de partidos: un Partido Acción Nacional disminuido como nunca, roto y enfrentado; un Partido Revolucionario Institucional empequeñecido, pero que se sabe reagrupar y un Partido de la Revolución Democrática a nivel de la chiquillería, producto de su 5 por ciento de votación, apenas arriba del Verde, y dos franquicias que se van por aliarse: el Partido Encuentro Social a Morena, aunque le deja 55 diputados y ocho senadores que nunca soñó, y Nueva Alianza al Partido Revolucionario Institucional, y 16 partidos locales que perdieron su registro. Ya seguiremos, pero esto ya cambió y para rato”.

El sexenio de AMLO ya inició
Con la visita de cuatro altos funcionarios de Estados Unidos al equipo de López Obrador pareciera que el sexenio del tabasqueño en la presidencia ya inició; es por eso que en El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “¿Qué le estaría pasando a Enrique Peña Nieto si hubiera anunciado que recibiría a cuatro enviados de Donald Trump en Los Pinos y que no abordaría el tema del muro porque es una “visita de cortesía” y no quiere incomodar a los huéspedes? […] A Andrés Manuel López Obrador le da para eso y más. Con su futuro canciller, Marcelo Ebrard, anunció la agenda de la reunión entre el virtual presidente electo y los cuatro enviados de élite del gobierno de Donald Trump: ni muro ni familias separadas. Y no pasa nada. La fuerza electoral que respalda al próximo primer mandatario, su capital político, le ofrecen un manto protector. Pero ese “bono democrático” es un recurso no renovable y lo tiene que administrar. De entrada, porque el sexenio de López Obrador ya inició […] la señal no podría ser más poderosa: cuatro altísimos funcionarios del gobierno de Donald Trump van a la casa de campaña de Andrés Manuel López Obrador, en la colonia Roma de la Ciudad de México. Visita a domicilio […] lo central será la visita al próximo presidente y su grupo compacto. Teniendo como tema central la renegociación del Tratado de Libre Comercio y la natural disputa por quién se va a colgar esa medalla en México, en caso de que se consiga: la administración saliente o la entrante. Peña invitó a Trump y fue un apátrida traidor. Andrés MAnuel López Obrador invita a Trump a su toma de posesión y es un patriota valiente. Ya veremos la realidad del día a día de la relación entre Donald y Andrés Manuel. Una cosa es segura: mientras aquí López Obrador trata de dejar de ser López Obrador, allá Trump tiene todos los incentivos para no dejar de ser Trump y hablar mal de México y actuar contra México. ¿Se llevarán bien? Puede ser. ¿Cómo responderá AMLO a los exabruptos trumpianos? Ya se verá”.

Anticipada voluntad
Recientemente la futura Secretaría de Gobernación anunciada por López Obrador, Olga Sánchez Cordero, anunció que el gobierno lopezobradorista apoyará la aprobación de la Ley de Voluntad Anticipada, con la que se pretende poner al alcance de pacientes con enfermedades terminales una posibilidad de tener una muerte digna; al respecto en el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: “el debate se anuncia tan inevitable como el hecho que lo provoca. Morir no es lo mismo que bien morir. La muerte digna debe ser derecho de cualquier persona. Bajo esa premisa, en algunos países del mundo se permite que un paciente de una enfermedad incurable decida si quiere continuar con su vida […] Este tema será motivo de debate. Es uno de los pendientes que anuncia la nueva administración. Olga Sánchez Cordero, propuesta como secretaria de Gobernación, va también por la Ley de Voluntad Anticipada en todo el país. Actualmente, ésta es una realidad en once estados del territorio nacional, incluida la Ciudad de México. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador apuesta por que sea una ley válida en todo México. ¿Qué implica? Que pacientes con enfermedades incurables, que personas que sufren dolores insoportables, aun con la administración de potentes analgésicos, decidan si desean continuar con sus tratamientos. Eso es todo. En el mundo, los países que han legislado al respecto, lo han hecho con precisiones rigurosas, porque no es una práctica que se realiza al vapor […] Morena tendrá mayoría en el Congreso federal y locales. La aprobación se antoja fácil, pero ello no significa que el debate no es necesario. Los temas que se discuten en el legislativo, siempre, merecen todo el rigor y precisión para evitar malentendidos y vacíos. Y la primera reflexión rumbo a este debate: ¿quién más debe decidir sobre su futuro si no es el propio involucrado? […] Celebro la anticipada voluntad de Olga Sánchez Cordero. Es urgente poner en la mesa temas que forman parte de la agenda de libertades y derechos individuales que deben ser plasmados en toda Constitución de una sociedad que quiere abrazar a sus ciudadanos”.

Un proyecto bonito
Una de las principales promesas en la política económica impulsada en la campaña de ANdrés Manuel López Obrador fue la reactivación de la industria de los combustibles, con la rehabilitación de seis refinerías y la construcción de una más. Al respecto, en el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que: “para Rocío Nahle, perfilada para la cartera de Energía con Andrés Manuel López Obrador, la caída de la producción de petróleo crudo y gasolina en nuestro país es consecuencia de un perverso abandono de la industria en las últimas décadas […] La columna vertebral de la nueva política energética será la rehabilitación -no la ‘reconversión’, como dice el Proyecto de Nación- de las seis refinerías existentes y la construcción de cuando menos una nueva (el número ha pasado de seis a dos y ahora a una) […] Nahle promete que los trabajos de las refinerías se realizarán con rapidez y se pagarán sin problemas. La rehabilitación, afirma, tomará entre seis y siete meses. La construcción de una nueva refinería, ‘que es un proyecto muy bonito’ será también rápida: ‘En tres años estarían produciendo… La refinería costaría alrededor de 6 mil millones de dólares… Una refinería bien operada, bien trabajada, se paga sola en cinco o seis años. Por eso es que en otras partes se construyen’ […] En cada transición política hay un momento en que debe pasarse de las propuestas de campaña a las acciones concretas. Nahle nos promete un cambio de política energética basado en la retórica de campaña. La retórica, sin embargo, no produce necesariamente buenas decisiones económicas o industriales”.

Las doce reformas de AMLO
En un nuevo día de demostraciones de poderío político, Andrés Manuel López Obrador anunció cuáles serán las principales reformas que impulsará en busca de lo que ha llamado la “cuarta transformación de México”. Al respecto, en La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “fue un día más de demostración de poderío político. El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció, en un primer acto, con futuros diputados federales y senadores, las doce reformas que impulsará en aras de construir lo que él llama la cuarta transformación nacional […] De las doce reformas, ha de decirse que satisfacen en lo general el apetito cívico básico que se manifestó en los pasados comicios. En lo esencial, significan un esfuerzo de reordenamiento del aparato gubernamental y, sobre todo, una disposición clara a terminar con corruptelas, dispendios y abusos. Tal vez uno de los señalamientos más celebrados por la tribuna es el relacionado con la cancelación de las pensiones a quienes han vivido en Los Pinos y el envío de sus eventuales expresiones de penuria económica al tabulador genérico de los mexicanos, a las pensiones comunes y corrientes, raquíticas y siempre escamoteadas, o a los beneficios asistenciales del adulto mayor sin privilegios. Por lo demás, todo lo ofrecido por López Obrador parece plenamente cumplible, si se toma en cuenta que tendrá una fuerza legislativa capaz de aprobar sus iniciativas como en los mejores tiempos del presidencialismo mexicano, sin cambiarle ni una coma, si así fuera necesario. Para esos efectos, las doce reformas podrán cumplir cualquier propósito de efectismo, de impacto inmediato. La realidad, y sobre todo la mexicana, no se asusta demasiado, por desgracia, sólo con la aprobación de leyes. Por el contrario, hay una larga tradición de creatividad legislativa que se ha estrellado con una voluntad política de incumplimiento, posposición o abierta simulación”.

El dilema de Marcelo Ebrard
El próximo viernes una delegación de altos funcionarios estadounidenses visitarán al equipo de transición de Andrés Manuel López Obrador, encabezados por su próximo Canciller Marcelo Ebrard, en lo que representa una gran oportunidad para fijar ua postura firme ante las políticas y amenazas del gobierno estadounidense. En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “el viernes, Marcelo Ebrard, próximo secretario de Relaciones Exteriores, tendrá su primera prueba. Se encontrará frente a una delegación nutrida e importante de representantes del gobierno de Donald Trump […] Ebrard y el nuevo gobierno pueden resolver el asunto de manera muy sencilla: actuar como el actual gobierno priista. Es decir, nos envolvemos en la bandera, somos muy dignos en los discursos hacia los mexicanos, el muro no lo vamos a pagar pero eso es su decisión, la política migratoria interna en Estados Unidos es asunto de ellos y vamos a susurrar algunas quejas, seguiremos aceptándoles a todos sus deportados sin siquiera ver si son mexicanos y seguiremos, para quedar bien, asegurando nuestra frontera sur para que los del norte se dejen de quejar de que aquí los dejamos pasar a todos […] También puede Ebrard hacer lo que esbozó hace un año en una conferencia de Madrid y que Salvador Camarena rescató con acierto hace unos días en su columna. Salirse de su zona de confort e imaginar una nueva manera de hacer política frente a Estados Unidos. Nada revolucionario, no se trata de declarar la guerra, no, es Estados Unidos, nuestra más importante relación en el mundo. Pero tal vez el cambio de gobierno y de interlocutores mexicanos sirva para ahora sí hacer bueno, por ejemplo, aquello de lo integral. Sí, seguimos trabajando y hasta incrementamos la cooperación en seguridad, pero qué tal si trabajamos en ordenar la migración legal y ver de otra manera la indocumentada. Qué tal si, entendiendo la crisis de los países centroamericanos, hacemos algo juntos que ayude a los flujos, pero ayude también a las causas que están expulsando a tantos y que ya afecta a comunidades mexicanas. O hacer algo con las redadas y con el discurso xenófobo, o meter al TLC, qué se yo. Lo dijo Marcelo: ‘Imaginar una nueva arquitectura frente a esta circunstancia’. O nadar de muertito”.

De los virreyes a los “vicegobernadores”
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “abierta y adelantada ayer, como una mano de póker que les cantó anticipadamente, la propuesta con la que hoy recibirá Andrés Manuel López Obrador a los 31 gobernadores y al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en su primera reunión con la Conago, cambiará radicalmente el actual Convenio de Coordinación Fiscal por el que la Federación entrega partidas y recursos federales a los gobiernos de los estados. El virtual presidente electo no solo les anunciará a los mandatarios que desaparecen los actuales delegados federales, sino también que en su lugar, se crea una nueva figura: 32 ‘coordinadores Estatales de Programas de Desarrollo’, uno por entidad, que serán los que reciban a partir del 1 de diciembre todos los recursos, programas y ramos federales que se envían al nivel estatal y que ya no pasarán por las Tesorerías de los estados ni por los gobernadores. Con este cambio a la coordinación fiscal que sería propuesto a la Cámara de Diputados, con mayoría de Morena, López Obrador pretende eliminar la corrupción y discrecionalidad que ha existido en los gobiernos estatales en la aplicación de los recursos federales […] Así es que hoy que en la Conago conozcan la propuesta de Andrés Manuel López Obrador, para modificar sustancialmente la coordinación fiscal y administrativa entre Federación y estados, veremos cómo cae el cambio que, sin restar autoridad ni autonomía a los gobernadores, sí les quitará en la práctica el manejo de los millonarios fondos federales, esos mismos que saquearon y se robaron descaradamente los Duarte, los Borge, los Sandoval y demás apellidos del poder en los estados. Pasaremos entonces de los ‘virreyes’ a los ‘vicegobernadores’ de Andrés Manuel López Obrador”.

¿Maximato de Anaya en el PAN? ¡Ni pensarlo!
Tras la dolorosa derrota de Acción Nacional el pasado 1 de julio, muchos panistas han exigido que se renueve la dirigencia del partido; pero, a pesar de que Ricardo Anaya aseguró que no le interesa volver a dirigir al blanquiazul, aún es posible que se involucre en la elección del próximo líder panista. En el Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe que: “el ‘gallo’ del grupo de Ricardo Anaya para dirigir al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional es el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez […] El guanajuatense trae también el apoyo de una minoría de gobernadores del Partido Acción Nacional que permanecieron fieles al ex joven maravilla: Kiko Vega, Baja California; Miguel Ángel Yunes, Veracruz; y Antonio Echevarría, Nayarit. Ricardo ya le dijo a sus colaboradores que no regresará a la presidencia nacional del partido. ‘Nos dejó claro que no tiene la menor intención de regresar ni de reelegirse, aunque por estatutos podría hacerlo. Su intención era ser Presidente de México’, nos dijo el vocero del Partido Acción Nacional, Fernando Rodríguez Doval.
—¿Y no va a controlar al partido por interpósita persona?, le preguntamos.
—De ninguna manera. A él no le interesa crear un Maximato ni nada por el estilo. Lo que le interesa es estar con su familia y explorar actividades académicas—, respondió el portavoz.
En la trinchera antianayista nos dicen que el abanderado presidencial del Frente y su fiel escudero, Damián Zepeda, debieron haber renunciado al control del partido al día siguiente de la elección”.

El reclamo a AMLO
Aún no inicia oficialmente el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y ya han empezado a romperse sus propuestas de campaña; por ejemplo, hace algunos días el tabasqueño dijo que los combustibles si subirán de precio, al menos los primeros tres años de su gobierno, a lo que muchos de los legisladores que lo apoyan respondieron. Al respecto, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “nos dicen que algunos de los diputados y senadores electos de Morena-PES-PT le hicieron ayer un respetuoso pero sentido reclamo a Andrés Manuel López Obrador por el tema de que no reducirá el precio de las gasolinas. En la reunión privada varios legisladores electos se molestaron porque en la campaña el tabasqueño dijo que se bajaría el precio de los combustibles, y ahora ha dicho que subirán conforme la inflación, al menos durante la primera mitad del sexenio. El argumento en defensa, nos explican, es que la promesa fue que no habría gasolinazos o alzas desproporcionadas. Sin embargo, los legisladores electos están preocupados, pues muchos de ellos sí prometieron a sus votantes una baja en los precios de los combustibles”.

Los helicópteros de AMLO
Hace algunos días el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció que cancelaría la compra de ocho helicópteros a la Secretaría de Marina de Estados Unidos; sin embargo, hasta el momento no se ha comprobado que exista un contrato para la compra de las aeronaves. Al respecto, en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “no existe un contrato firmado de compra de ocho helicópteros MH-60R por parte de la Secretaría de Marina a Estados Unidos por mil 200 millones de dólares, cuya adquisición el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció que cancelará. Un reporte de la Agencia de Cooperación de Seguridad y Defensa del gobierno de Estados Unidos, fechado el 19 de abril de 2018, precisa que la Secretaría de Marina solo solicitó la cotización, pero que ‘este aviso de una venta potencial es requerido por ley y no significa que la venta haya concluido’. La norma del país vecino obliga a que la posible venta de material bélico a otras naciones sea notificada al Departamento de Estado y por eso se hizo pública la cotización, por lo que queda a criterio del ‘cliente’ si continúa el proceso, pero hasta ahora aquí no se ha avanzado al paso de la compra”.

Mucho trabajo
Luego del anuncio de su virtual elección como el próximo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador no ha parado de sostener reuniones con políticos electos, funcionarios, e incluso, una delegación de altos funcionarios estadounidenses. Es por eso que en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “es de llamar la atención la agenda del virtual ganador de la contienda electoral. Ayer, Andrés Manuel López Obrador se reunió con gobernadores electos, alcaldes y diputados locales de la coalición Juntos Haremos Historia. “Platiqué con Elenita Poniatowska y me reuní con diputados federales, senadores, gobernadores, presidentes municipales y diputados locales electos”, informó en redes sociales. También adelantó que su equipo ya busca contactos con la empresa Boeing para dialogar sobre la venta del avión presidencial. ‘Se está buscando una relación con la Boeing. La idea es venderlo, no perder dinero, que se venda en lo que vale, pero no me voy a subir a ese avión’. Además, anunció que cancelará la compra de ocho helicópteros de combate que la Semar tenía previsto adquirir a Estados Unidos. ‘Cambio es cambio’, repitió”.

AMLO y la Conago
Previo a que este jueves el virtual Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se dió a conocer que Carlos Urzúa, probable Secretario de Hacienda del tabasqueño; sin embargo, se dice que la plática no se centrará en los recursos que llegarán a los estados. Al respecto, en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “ya se supo que será Carlos Urzúa quien acompañe a Andrés Manuel López Obrador al encuentro que hoy sostendrá con los gobernadores. Pero contrario a lo que esperaban -¡anhelaban!- los integrantes de la Conago, el virtual Presidente electo no va en plan de negociar nada que tenga que ver con dineros. En realidad, según dicen en el entorno del morenista, simple y sencillamente va con su secretario de Hacienda a avisarles cómo va a estar la cosa para el Presupuesto 2019. Pero esa no es la única mala noticia para los gobernadores. López Obrador ayer dejó en claro que quiere poder absoluto ¡y para largo!, pues a cada mandatario estatal les pondrá enfrente un virrey o virreina con todo el poder para hacer contrapeso al Ejecutivo estatal y, de paso, ir construyendo su candidatura. ¿O de qué otra forma se explica que, por ejemplo, Delfina Gómez en Estado de México y Carlos Lomelí en Jalisco serán los delegados únicos del gobierno federal, que concentrarán la representación de todas las dependencias y, por supuesto, la aplicación de todos los programas? Vaya que es curiosa la idea que tiene Andrés Manuel López Obrador de federalismo”.

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