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Héctor L. Frisbie

13/01/2023 - 12:05 am

VIH y discriminación

El ser una persona positiva para VIH dejó de ser mortal desde hace mucho tiempo. Restringirle el acceso a un servicio, a un espacio físico, a un crédito o a cualquier otra actividad económica o social es discriminación. 

Recientemente leímos en las redes sociales de la infectóloga, la Dra. Brenda Crabtree del Instituto Nacional de Nutrición cómo una persona solicitó un crédito en Scotiabank y le exigieron tener exámenes de laboratorio. El paciente fue informado por un funcionario bancario que su prueba de VIH había salido positiva y por ello su crédito le fue negado.

En 1985 cuando me encontraba estudiando en la Facultad de Medicina de la Universidad LaSalle prácticamente no sabíamos nada respecto al virus que ahora conocemos como virus de inmunodeficiencia humana VIH. 10 años después, en 1995, hubo la primera pastilla para disminuir la carga viral en los pacientes y así disminuir la transmisión de una enfermedad que hasta ese momento había crecido sin control a lo largo de todo el mundo. 20 años después, en el 2005, ya había tres pastillas, tres medicamentos antivirales que de manera muy eficiente disminuían la replicación viral en las personas infectadas por VIH. Con el paso de algunos meses, se combinaron estos tres medicamentos en una sola pastilla.

En la última década los constantes avances en el tratamiento y prevención de personas viviendo con VIH ha hecho más común el uso de la palabra “Indetectable“, lo que significa que una persona infectada por VIH puede tener un conteo viral tan bajo que no es detectado y por lo tanto esa persona no puede transmitir el virus.

El ser una persona positiva para VIH dejó de ser mortal desde hace mucho tiempo. Restringirle el acceso a un servicio, a un espacio físico, a un crédito o a cualquier otra actividad económica o social es discriminación. 

Acaso vamos a empezar a clasificar a las personas por su estilo de vida o sus preferencias. Más personas deterioran su calidad de vida o mueren por el consumo de alcohol y tabaco que por ser positivas para VIH. Incluso si se va a empezar a discriminar por lo que somos y quienes somos, los hombres tenemos menor expectativa de vida y tenemos un catálogo de enfermedades mayores que las mujeres y nuestro riesgo cardiovascular es mucho mayor.

En países como México el número de personas positivas para tuberculosis con una prueba que se llama Quantiferón es muy elevada. El tener tuberculosis latente obliga a tener ciertas precauciones, pero no significa que podemos enfermar de tuberculosis sin motivo o que podemos transmitir tuberculosis. Es evidente el nivel de desconocimiento para quienes elaboran estas listas de restricciones sin sentido. Podemos entender que en cálculos actuariales el darle un seguro de vida a una persona de 65 años con una larga lista de padecimientos crónicos signifique un riesgo mayor y la póliza tenga que ser más cara, pero esto no significa que no se le debe permitir el acceso.

Las instituciones de crédito, instituciones educativas, empresas están sujetas a un Marco regulatorio que debe combatir la discriminación de cualquier tipo. El que sucedan este tipo de restricciones y que leamos como consecuencia una cascada de casos sufridos por otras personas que decidieron ir a otra institución o a otro establecimiento nos hace ver que el cumplimiento de las leyes que combaten la discriminación es aún un pendiente.

Los avances para la prevención, detección, tratamiento de VIH han sido inmensos y los retrocesos siguen ahí latentes por ignorancia, por desconocimiento o por prejuicio. Y sea cual sea la razón de esto debe combatirse con voces exigiendo ser escuchadas, activismo o lo que sea necesario por parte de la sociedad y con cumplimiento de las leyes que combaten la discriminación por parte de las autoridades. Tengan por seguro que como personas y como sociedad algunos de nosotros no nos quedaremos callados y seguiremos construyendo una sociedad más justa, más respetuosa y más tolerante en la que cabemos absolutamente todas las personas.

Héctor L. Frisbie
Nació en la Ciudad de México en 1965. Se graduó como Médico Cirujano en 1989 en la Ciudad de México. De la especialidad de Ginecología y Obstetricia en 1996 en la Ciudad de México. Fellow del Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia. Se graduó en Alta Dirección en Instituciones de Salud Publica en el IPADE. Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Centro Médico Dalinde en la Ciudad de Mexico. Director General del Hospital de Alta Especialidad Materno Infantil en León, Guanajuato. Es candidato al Doctorado en Salud Pública por la Universidad Walden en Minneapolis Minnesota. Desde 2010 practica medicina en EU. Participa regularmente en entrevistas de salud en las cadenas UNIVISION y TELEMUNDO. Tiene un canal educativo en YouTube en aspectos de Salud asociado a un noticiero y se transmite cada semana en la República Mexicana.

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