Microsoft promete eliminar sus emisiones de carbono en 2030 para combatir cambio climático

16/01/2020 - 8:55 pm

Los bonos de carbono son un sistema internacional establecido en el Protocolo de Kyoto (1992) que permite a compañías, Estados y otros entes invertir en proyectos que evitan la emisión de nuevos gases a la atmósfera o promueven la eliminación de dióxido de carbono, para así compensar por sus actividades contaminantes.

San Francisco (EU), 16 de enero (EFE).- La multinacional estadounidense Microsoft se comprometió este jueves a convertirse en una de las primeras grandes empresas tecnológicas en ser “carbono negativa” en 2030, es decir, en eliminar de la atmósfera más dióxido de carbono del que emite y contribuir así a la lucha contra el cambio climático.

Microsoft ya es una empresa con huella de carbono neutral (compensa sus emisiones con compras de bonos de carbono por la misma cantidad), algo que también se han fijado como objetivo otros gigantes del sector como Google o Amazon, pero la decisión de hoy va un paso más allá.

El objetivo final, según explicó el presidente de la firma, Brad Smith, en una rueda de prensa es que entre 2030 y 2050, la empresa no solo no contribuya a que haya más dióxido de carbono a la atmósfera, sino que retire una cantidad equivalente a todo el que ha emitido desde su fundación en 1975.

En otras palabras y de manera simplificada, si Microsoft cumple con lo prometido, su impacto medioambiental -o por lo menos en relación a la emisión de gases de efecto invernadero- como empresa en 2050 será inexistente: para el planeta será como si Microsoft nunca hubiese existido y por tanto no hubiese contribuido a contaminar la atmósfera.

Este ambicioso proyecto se quiere lograr mediante varias herramientas, que pasan, fundamentalmente, por una reducción de los gases de efecto invernadero actualmente emitidos por las actividades de la propia empresa y de sus proveedores, y por un incremento de la inversión en bonos de carbono.

Los bonos de carbono son un sistema internacional establecido en el Protocolo de Kyoto (1992) que permite a compañías, Estados y otros entes invertir en proyectos que evitan la emisión de nuevos gases a la atmósfera o promueven la eliminación de dióxido de carbono, para así compensar por sus actividades contaminantes.

Estos proyectos son de lo más variados y van desde la generación de energía renovable hasta las tareas de reforestación y de conservación, así como de limpieza de bosques, ríos y lagos.

Además de pasar a ser “carbono negativos” en 2030 y de haber retirado de la atmósfera una cantidad equivalente a todos los gases jamás emitidos por el funcionamiento de la empresa en 2050, Microsoft también prometió crear un fondo dotado con mil millones de dólares para “acelerar el desarrollo global de las tecnologías de reducción, captura y extracción de carbono de la atmósfera”.

Otros compromisos de la firma de Redmond (estado de Washington, EU) en esta misma línea fueron reducir las emisiones de dióxido de carbono de toda su cadena de valor a la mitad en 2030, convertir toda su flota de vehículos a eléctrica para ese mismo año, y usar un 100 % de energías renovables en sus campus para 2025.

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