México

Viviana desapareció hace 17 días en CdMx; la familia acusa que la Procuraduría minimiza el caso

16/12/2018 - 8:30 pm

Familiares de Viviana Garrido denunciaron que personal de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJE-CdMx) ha minimizado el caso al no relacionar su desaparición con la probable comisión de algún delito, y que no ha considerado otras líneas de investigación que no sean solo la ausencia o extravío de la mujer.

Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).- Viviana Garrido Ibarra, ingeniera bioquímica de 32 años de edad, desapareció la tarde del pasado 30 de noviembre en la Ciudad de México, durante el trayecto del trabajo a su casa. La joven madre fue vista por última vez cuando bajó de un microbús en la Calzada de Tlalpan para tomar el Metro en la estación Ermita; sin embargo, jamás llegó a su hogar.

Familiares denunciaron que la procuraduría capitalina ha minimizado el caso al no incluir en las indagatorias la posibilidad de que su desaparición esté relacionada con la probable comisión de algún delito, es decir, que no ha considerado otras líneas de investigación que no sean solo la ausencia de la mujer.

“Han desdeñado el caso de mi hermana diciendo que ella se fue por su voluntad y no han investigado meticulosamente”, destaca  Juana Garrido Ibarra, familiar de Viviana.

Viviana es egresada de la carrera de Ingeniería Bioquímica Industrial de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), en Iztapalapa. Desde hace dos años trabajaba en un laboratorio, pero quería poner su propio negocio a la par de su empleo.

“Ella siempre ha sido una mujer muy trabajadora. Es alegre, sonriente, siempre está dispuesta a ayudar a los demás, es muy dedicada a su trabajo, a su hija y a su familia, por eso estamos con el pendiente. Nosotros no vamos a dejar de buscarla, sabemos que hay muchos casos de violencia en el país hacía las mujeres y eso es lo que más nos preocupa: que las horas están corriendo y las autoridades no están haciendo nada”, dice Juana Garrido, hermana de Viviana, en entrevista con SinEmbargo.

LA DESAPARICIÓN

Viviana acudió de manera regular a su empleo ubicado en Santa Úrsula Coapa ese viernes 30 de noviembre. Salió del trabajo a las cinco de la tarde y  tomó una ruta de microbús junto con una compañera.

“Estaba con una amiga del trabajo y Viviana se bajó del pesero en el Metro Ermita –la colega siguió en el camión– y después de esa hora ya no sabemos nada de ella”, comenta Juana.

La joven ingeniera había acordado realizar unas actividades con su hija y su sobrina la tarde del viernes y el sábado por la mañana acudía a un diplomado que cursaba en el Tecnológico de Monterrey para una certificación que le solicitaban en su empleo.

La familia notó que Viviana no había regresado a casa hasta el sábado, cuando también se percató que tampoco se presentó a su diplomado. “Su ausencia no es normal porque ella tiene la responsabilidad de su hija, y que no se presentara al diplomado era todavía más extraño”, añade la familiar.

Los allegados empezaron a llamarle a su celular pero estaba apagado; preguntaron a amigos y conocidos, pero sin respuestas afirmativas; acudieron a hospitales cercanos pues Viviana padece de una enfermedad, pero tampoco tuvieron resultados. La tarde de ese sábado interpusieron el reporte ante el Ministerio Público de la Ciudad de México.

Viviana vestía con pantalón de mezclilla azul marino, chamarra con gorro color negro, tenis negros con suela blanca y llevaba una mochila negra. No obstante, la joven no portaba dinero, tarjetas bancarias, ni  identificaciones al momento de su desaparición porque se le quedó su cartera en su trabajo.

“Todo se nos hace extraño, ni de broma nos pasó que ella se haya ido por su voluntad. Nosotros pensamos que algo le pasó”, detalla Juana.

DESDEÑAN EL CASO: FAMILIA

La hermana de Viviana denuncia que las autoridades capitalinas han revictimizado a la familia y subestimado el caso, pues afirma que no se activó correctamente el protocolo homologado de búsqueda.

“No se reguardaron las pertenencias de mi hermana, en la fiscalía desdeñaron un poco el caso de mi hermana pensando que ella se fue por su voluntad y por eso no avanzamos con la búsqueda, ni con el proceso legal para la investigación. No se dio una atención pronta, dejaron pasar las horas y no tuvimos respuesta”, asegura Juana.

El Protocolo para la Búsqueda Inmediata de Personas en Situación de Extravío o Ausencia, en especial de Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes, emitido en la Ciudad de México el 4 de octubre de 2012, establece que se deben de activar mecanismos de coordinación con diversas instancias públicas y privadas, federales y locales, para la
expedita investigación de las denuncias por ausencia o extravío de las personas.

Además, ordena que el agente del Ministerio Público que conozca de los hechos, deberá iniciar en el momento del reporte la averiguación previa, y accionar sin demora un  Plan Emergente de Reacción Inmediata (PERI), así como los rastreos perimetral e institucional y las demás diligencias que se requieran.

Juana plantea que en las indagatorias ministeriales no se hizo el recorrido desde el lugar donde trabajaba Viviana hasta al punto donde se le vio por última vez, y de ahí a su vivienda: “No hubo policías con nosotros dando el rondín por la zona donde supuestamente ella desaparece y no hay un seguimiento a la investigación por parte de las autoridades”.

“Porque cuando ellos supieron que está enferma nos enviaban a los hospitales, nos decían que puede ser que haya tenido algo o que perdió la memoria o cosas así; también que a lo mejor ‘está en el hospital’, pero nosotros por ese lado ya la habíamos buscado y no la encontramos”, añade Juana.

El lunes 3 diciembre, la familia fue citada para ver las cámaras ubicadas cerca del Metro pero no obtuvieron información o algún rastro. Juana destaca que sí se dio acceso, pero no fue de ayuda porque varias de las cámaras que estaban en el Metro no funcionaban, y las imágenes que sí estaban grabadas como en “puntos ciegos”.

Los parientes de Viviana comenzaron a realizar sus propias indagatorias al ver que las autoridades no avanzaban.

“Nos dicen que ya no perdamos tiempo que ellos ya vieron y que a lo mejor ella se fue por su cuenta, y pues nosotros obviamente empezamos a movernos e indagar por nuestra cuenta para buscarla, porque vimos que por parte de ellos [las autoridades] no van hacer mucho”, manifiesta la hermana.

Ya van tres semanas en que no hay rastro de Viviana y la angustia de su familia aumenta.

“Las autoridades no han movido un dedo y a nosotros sí nos preocupa porque ya han pasado mucho días y nosotros no tenemos los medios para poder hacer una investigación”, abunda la entrevistada.

La familia de la joven ha investigado por su cuenta; sin embargo, no tienen los medios suficientes como los deberían de tener los agentes investigadores, enfatiza Juana, “ellos son quienes tienen más autoridad para llevar una investigación y ellos tienen medios para buscar, rastrear celulares para saber como llevar una investigación”.

Los allegados de Viviana descartan que la posibilidad de que ella se fue por su voluntad. Su hermana comenta que la ingeniero es una mujer trabajadora dedicada a su empleo, a su hija menor de edad, e incluso con su comunidad.

“Toda nuestra familia está muy angustiada porque no sabemos donde pueda estar mi hermana, si ella esta pasándola mal. Nosotros presentimos que puede estar corriendo peligro de vida. Las horas están pasando y entre más horas pasan, no sabemos quien la tenga, si la mueven de lugar. Nos gustaría que las autoridades sí le dieran seguimiento a esta investigación porque a nosotros nos preocupa mucho”, reitera la joven.

La familia de Viviana ha investigado por su cuenta; sin embargo, no tienen los medios suficientes como los deberían de tener los agentes investigadores. Foto: Especial

FALTA DE PERSPECTIVA EN INVESTIGACIONES

El grupo de trabajo conformado para el análisis de la Alerta de Violencia de Género en la Ciudad de México detectó  diversas omisiones por parte de la autoridad ministerial en la investigación de desaparición de mujeres en la Ciudad de México, según expone en un informe emitido en abril pasado.

Durante la visita a las instalaciones de CAPEA, el grupo de trabajo confirmó que “el personal no asocia la desaparición de menores de edad a la comisión de algún ilícito, y sí con la existencia de violencia familiar y no se hizo referencia al Protocolo para la Búsqueda de Personas ni al procedimiento ahí establecido”.

 

De acuerdo con el informe “Derechos y violencias: la experiencia de ser mujer”, realizado por la Red TDT se han registrado 50 denuncias por desaparición forzada de mujeres en el periodo 2008 a 2017.

De las denuncias presentadas en 2017, la mayoría se concentran en los estados de Chihuahua con 12 casos,  Michoacán con 10, Baja California Sur con 8 denuncias, Guerrero  con 4, Nuevo León y Sinaloa, ambos con 3 casos, y Oaxaca y Sonora con 2. Por su parte, en el fuero federal, la Procuraduría General de la República reportó 6 carpetas de investigación por el delito de desaparición forzada siendo la víctima una mujer.

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video