Las redes sociales son los escaparates del nuevo siglo, en ellas tú eres el protagonista, compartes con tu red de amigos y seguidores toda clase de ideas, fotografías, videos y enlaces, pero en muchas ocasiones expones tu intimidad, actúas impulsivamente y cuando te das cuenta que el mensaje pudo llegar a la gente (o de la manera equivocada) podría ser demasiado tarde.
Lanzar un tuit o un estado de Facebook inconveniente puede traer más consecuencias de las que imaginas, en el ámbito personal las redes sociales son muy útiles para establecer relaciones pero también para destruirlas.
En un estudio de la Academia Americana de Abogados Matrimoniales citado por el diario español El Mundo, menciona que Facebook se ha convertido en la principal fuente de pruebas del 20% de los divorcios de Estado Unidos, lo que no significa precisamente que éste haya aumentado el número de separaciones, pero sí que es una pieza clave en ellas.
“Uno de los cónyuges conecta con alguien que conocía de la escuela. La persona está sentimentalmente disponible y empieza a comunicarse a través de Facebook. Luego, el intercambio de historias personales da lugar a una profunda sensación de intimidad, que a su vez puede derivar en el contacto físico”, dice Steven Kimmons, psicólogo y terapeuta matrimonial en la Universidad Loyola de Chicago al periódico.
Eso hablando en términos legales, sin contar las relaciones amorosas o amistosas que se ven afectadas por ver que uno de los miembros de la pareja acepta una solicitud de amistad de su ex, o que lanza piropos en las fotos de una compañera de trabajo. Sin olvidar los casos en los que el amigo de un amigo se enteró de cosas desagradables por una foto indebidamente taggeada.
Actualmente en Facebook es posible editar los comentarios, pero la huella del error queda ahí y existe la opción de que los demás miren lo escrito anteriormente.
Y sí, si recapacitas a tiempo podrías evitar críticas, burlas, tergiversaciones, peleas y violaciones a la intimidad borrando el estado/foto/tuit pero es donde aparecen los nuevos enemigos tecnológicos: los screen shots o capturas de pantalla.
Recordemos el caso del comentarista deportivo Enrique Garay, quien mientras estaba en Londres cubriendo los Juegos Olímpicos lanzó desde su cuenta de Twitter una foto de su pene acompañada de la frase “Te la comes?” La imagen fue borrada horas después pero fue cuestión de minutos para que se volviera viral y las burlas hacia el hombre no cesaran.
Ante ello, el cronista justificó que su cuenta había sido hackeada, ante la duda de la mayoría de los usuarios quienes aseguraban “se le había ido un DM”.
Parecido fue el caso de la cuenta de Twitter de Walmart en México, quienes tras el fuerte sismo de 7.8 grados de magnitud del 20 de marzo del 2012, tuvo a bien lanzar un mensaje con el que se adjudicaban el terremoto:
Tras varias quejas de los usuarios, la empresa ofreció disculpas “lamentamos la falta de sensibilidad para escribir el tweet anterior, tomaremos en cuenta sus comentarios para que no vuelva a ocurrir”.
En ambos casos se afectó una reputación por algo que quizá por un error o por malas intenciones de terceros, se pudo haber evitado. Y muy probablemente también significó un nuevo community manager sin empleo.
REDES SOCIALES Y EL EMPLEO, ARMA DE DOBLE FILO
La Encuesta de Empleo 2013, realizada por el portal especializado Trabajando.com en conjunto con la red Universia, arrojó datos obtenidos de mil 410 jóvenes de México e Iberoamérica acerca de sus costumbres al momento de buscar trabajo.
Del total de encuestados, un 51% dijo que han utilizado las redes sociales como una herramienta para encontrar empleo, la mayoría se acercó a Facebook y un 26% a Google +; la página especializada para compartir currículum vítae (CV) LinkedIn figuró hasta el cuarto puesto, seguida por Twitter.
Pese a que las redes son consideradas una opción real, los resultados obtenidos son pocos: el 83% de los jóvenes mexicanos entre 21 y 16 años aseguró no haber obtenido respuesta positiva, sin embargo se reconocen ventajas como el ahorro del tiempo de búsqueda y la fácil propagación del CV.
Entre las conclusiones se pudo notar la preocupación de la gente por mezclar lo aspectos personales expuestos en redes sociales como Twitter y Facebook con el perfil profesional que quieren dar al buscar una propuesta de trabajo, o una vez obtenido afectar las relaciones laborales.
Y es una preocupación con fundamentos, pues alrededor del mundo ya se han dado casos de despidos ocasionados por las publicaciones en dichas redes sociales, uno de los más sonados fue el de Gaëlle Smet, consejera del Partido Liberal Francófono de Bélgica (MR) que tras el accidente de tren en España tuiteó “Los imbéciles que han marchado durante semanas para llegar a Compostela se quedan sin celebraciones por culpa de los que llegaban en tren”, ante ello sus superiores se deslindaron de la opinión y la corrieron.
El mismo caso fue el de la profesora de matemáticas de una preparatorio de Colorado, quien perdió su empleo por publicar fotografías de ella en ropa interior a través de su perfil de Twitter, además de claros mensajes de que era afecta a la mariguana.
O el del empleado de Taco Bell en Irvine, California, que tuvo a bien subir a Facebook una foto de él mismo lamiendo las tortillas fritas que servirían para preparar la comida de los comensales, cuya imagen causó indignación en las redes.
Ni qué decir del mal gusto del cocinero de Subway en Ohio que subió una fotografía a Instagram con sus partes íntimas sobre un pan con el que se elaboran las célebres baguettes, que tras hacerse viral, el culpable Ian Jett aceptó ser el protagonista de la foto pero negó haber estado en horarios de trabajo, sino en su casa.
Pese a estos ejemplos, los cuestionados en México, un 75% dijo que aceptaría a su jefe como contacto en alguna red, mientras que el 25% no lo haría a favor de preservar su intimidad o para evitar problemas de trabajo.
“Tengan presente que sus perfiles de Facebook o Twitter, por ejemplo, pueden estar expuestos a los reclutadores, entonces, si están tomando a las redes sociales como una vía para buscar un trabajo, vale la pena mantener una imagen profesional para no causar una impresión equivocada al reclutador o a la empresa, y que esto les quite la posibilidad de que sean considerados como candidatos a un puesto de trabajo”, recomienda Arturo Cherbowski, Director General de Universia México en Trabajando.com
Otra encuesta, hecha en Estados Unidos por los consultores en derecho FindLaw a mil personas entre los 18 y los 34 años, arrojó que el 29% han publicado algún comentario, imagen o información personal que creen que en algún momento podría afectar una posible contratación o causar un despido.
Para prevenir esta situación, el 82 % de los encuestados acepta que ya presta más atención a su configuración de privacidad.
Confesiones de que se llega tarde, mostrar poca disposición, redactar con faltas ortográficas, quejarte sobre tu puesto y jefe o mostrar el uso indebido del área de trabajo pueden ser otros de los factores para afectar tu reputación en una empresa o hasta perder el empleo.
TIMEHOP, LA APLICACIÓN DE LOS RECUERDOS
¿Te acuerdas cuando empezaste a usar Twitter? Probablemente caías en los vicios más comunes de un novato como llenar de hashtags un tuit, escribir todo lo que se te ocurría y probablemente “¿cómo se usa esto? fue de las primeras publicaciones en tu timeline.
Con la aplicación Timehop, diseñada por un grupo de creativos en Nueva York, es posible leer tus primeros pasos en las redes sociales, pues a diario te muestra un recuento de los registros que realizaste exactamente ese día pero de hace un año, o dos o cuatro.
El servicio es compatible con Facebook, Twitter, Instagram, Foursquare, Dropbox, Flickr y la cámara del iPhone.
Sí, también se encarga de mostrarte las frases de amor que escribiste cuando estabas enamorado y el despecho que mostraste cuando la relación terminó. Pero no todo es malo, seguro entre sus recordatorios hay alguna foto de un día feliz, el festejo de cumpleaños aquel día en que te graduaste.
El traer malos recuerdos no es el objetivo de la app, sino al contrario como dicen en su página oficial, es rescatar esos recuerdos que construyen tu vida pasada y muchas veces se pierden entre las nuevas tecnologías, servicios y dispositivos.
ESO NUNCA PASÓ
Ahora reivindícate, si estás dispuesto a tener un perfil profesional debes de limpiar todo aquello que afectará tu imagen, para ello hay varias aplicaciones tanto móviles como de escritorio que te ayudarán.
Por ejemplo Simplewash (conocida antes como Facewash) es una extensión que te permite borrar desde una computadora todo el contenido en tu perfil de Facebook que contenga determinada palabra, es decir, escribes un término y toda publicación que lo contenga será borrada con tu previo consentimiento.
En 2011 fue muy sonada la aplicación “Last Night Never Happened” encargada de borrar todo registro bochornoso de la noche de copas que tuviste, o sea eliges que lo subido a tus perfiles de Twitter o Facebook en un intervalo determinado de horas –ya sean fotos, estados o hasta mensajes personales- sean desaparecidos.
Si reviviste temprano podrás evitar hacer un desastre de tu vida social e impedir a tiempo que tus amistades (o en el peor de los casos familiares y compañeros del trabajo) vean tus alocadas aventuras nocturnas, pero si ya es muy tarde y tus notificaciones superan los dos dígitos, al menos la aplicación permitía ahorrarte el borrarlos manualmente.
Lamentablemente la app ya no se encuentra en la App Store, pero hay otras que te ayudarán a no cometer el llamado “suicidio social” tran una parranda.
Hay otras como Llamar Ebrio NO, “Drunk Text Savior”, Drunk Mode, las cuales te protegen de hacer llamadas indebidas (a la ex pareja o al jefe, por ejemplo), te alertan sobre qué mensajes de texto o publicaciones en redes no mandar, y hasta te mandan recordatorios para que no conduzcas y en su lugar llames a un taxi.
Así mismo está KillSwich, presentada el 14 de febrero de este año y que se espera pronto llegue a las dos principales tiendas de aplicaciones, que se dedica a borrar toda la interacción que tuviste con una persona – generalmente un ex – con sólo sincronizarla con Facebook y elegir el perfil de él o la susodicha. Luego de que la aplicación elija todo el contenido podrás borrarlo de una sola vez o bien elegir manualmente qué dejar.
Sin Embargo, cuando deja de ser sano lo más recomendable sea despegarse un poco de las redes sociales, o darse un respiro, un estudio de la Universidad de Michigan concluyó que pese a que estas herramientas ayudan a las personas a sentirse más conectados, también disminuyen su bienestar y su sensación de satisfacción.
“En la superficie Facebook proporciona un recurso valioso para la satisfacción de la necesidad humana básica de conexión social. Pero, en lugar de realzar el bienestar, encontramos que el uso de Facebook pronostica el resultado opuesto “, indica el psicólogo social de la UM, Ethan Kross, a la agencia EFE.
