REGIÓN LAGUNERA: DONDE MATARON A LA ESPERANZA

18/12/2012 - 12:00 am

Desempleo, inversiones escurridizas y delincuencia se han vuelto tópicos en este pedazo del norte del país, entre Coahuila y Durango. La expectativa de otro panorama parece, por lo pronto, muerta. Muchos han preferido irse de aquí

Foto: http://turismo.torreon.gob.mx

TORREÓN, COAH.- Gaby inicia una nueva etapa en su vida. Acaba de contraer matrimonio y sus deudas ya ascienden a más de 60 mil pesos. Es diseñadora gráfica y lleva cuatro años en el mismo trabajo y con el mismo sueldo: mil 200 pesos a la semana.

Esto no le alcanza para solventar los gastos de su nueva etapa. Así como ella, miles de diseñadores en La Laguna se tienen que conformar con un sueldo que muchas veces ni siquiera supera los cuatro mil pesos mensuales.

“Mi única opción es tener varios trabajos a la vez, mi esposo renunció a su trabajo porque ya no le alcanzaba y decidió poner su propio negocio de diseño. Aunque es arriesgado, por lo menos tiene más control de su tiempo. Aunque a veces no descansa”, dice la joven de 28 años.

Y es que asegura que ella no puede quedarse sin trabajo y mucho menos perder el Seguro Social, ni su cotización al Infonavit, con el que espera en unos años más comprar una casa propia.

En 2009, Torreón –considerado como el centro de la región de La Laguna- se ubicaba como el municipio de Coahuila con el mayor índice de desempleo, al registrar seis mil 955 espacios laborales permanentes y eventuales perdidos, según el periódico local Vanguardia.

La situación no ha cambiado mucho, pues en el 2011 Coahuila ocupó el quinto lugar con la mayor tasa de desocupación durante enero.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (lnegi), la entidad reportó el 6.7 por ciento de desocupación estatal.

De acuerdo con el Inegi, en México hay más de 20 millones de personas que laboran en condiciones precarias, ya sea que se encuentren en la informalidad o la subocupación.

Cabe mencionar que de acuerdo con el Sistema de Información del Servicio Nacional del Empleo, algunas de las causas de desempleo de quienes dejan solicitud en el Instituto Estatal de Coahuila se debe a que cerró o quebró su fuente de trabajo, se realizó ajuste de personal, lo despidieron sin causa justificada, se le terminó el contrato o se retiró por voluntad.

Sin embargo, el director general de Desarrollo Económico y Turismo de Torreón, Fernando Félix, dice en entrevista que aunque en menor cantidad, sí hay un pequeño crecimiento en cuanto a la inversión en esta ciudad norteña.

“Estamos otorgando licencias de funcionamiento nuevas, posiblemente no sean tantas como en 2011, pero tenemos inversión muy fuerte en 2012. Una de las cuestiones es que muchas de las empresas establecidas en Torreón estuvieron creciendo en 2012. Esa inversión no la conocemos porque es nueva”.

El funcionario avala su dicho con una encuesta realizada por el gobierno con 20 de las empresas más grandes de Torreón. “Tuvimos un incremento del 7.4 por ciento en el empleo, unos nueve mil 700 empleos en los últimos 11 meses. Eso indica que tenemos muy buena tasa de empleo, mucho más arriba que la tasa nacional”.

Sin embargo, el funcionario admite: “No fue tanta la apertura de nuevos negocios. El crecimiento que tuvimos muy fuerte en empleo es de negocios ya establecidos”.

Dice que desconoce las razones de que ya no sea lo mismo, “no sabría decírselo a ciencia cierta, la situación económica en general de la zona ha estado un poco baja; usted sabe, el estado de Coahuila trae unos créditos muy fuertes, entonces la inversión pública no ha sido tan fuerte como en otros años, tiene una baja en la economía regional”.

UN HOGAR EN LA LAGUNA

Y es que es cierto que en La Laguna han llegado inversiones durante este año, pero no han sido suficientes. Según publicó El Siglo de Torreón, un diario local, con información del Inegi, en marzo, Coahuila reportó 608 mil 067 asegurados ante el IMSS, mientras que la Tasa de Desempleo Abierta (TDA) se ubicaba en 6.03 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), la cual se estima en un millón, 129 mil 430.

Tanto el desempleo como la inseguridad han repercutido en el sector educativo privado. El número de inscripciones bajó este año. “La tendencia sigue a la baja, el empleo no mejora y el desempleo sube; además, la inseguridad ha provocado que muchas familias abandonen la región. Esto ha impactado no sólo en el sector educativo, sino en todo, todo se combina, porque las cosas no mejoran. Este año bajaron un cinco por ciento las inscripciones”, dice Rodolfo Silva Rosales, presidente de la Unión de Escuelas Particulares de la Región Laguna.

Y es que asegura que no hay oportunidades para los jóvenes graduados. Por eso, como instituciones educativas privadas han tenido que otorgar más becas de las que consideraban, “regularmente dábamos el cinco por ciento de becas, ahora damos el diez”.

También comenta que otro de los problemas a los que se enfrenta la educación privada es el exceso de impuestos, motivo por el cual hay una gran cantidad de escuelas que cierran.

Silva Rosales atribuye la baja en las inscripciones al desempleo o al cambio de residencia, producto de la inseguridad.

Muchos prefieren las escuelas públicas al no poder solventar los gastos que una privada exige. Tal es el caso de Susana, quien tiene dos hijos y después de mucho pensar, ella y su esposo decidieron sacarlos de un colegio para inscribirlos en una pública, “fueron muchas noches las que lloré, mis hijos tienen cinco y ocho años; y eso que mi esposo y yo trabajamos, pero ni así completamos. Están en Preescolar y Primaria. Fue súper difícil, lloré mucho, porque me siento mal de no poderle brindarles la calidad escolar que quisiera por la lana, les estoy quitando a mis hijos disciplina, inglés, convivencia”. También tuvo que vender su carro y comprar uno mucho más económico.

Al no existir fuentes de empleo y oportunidades para una mejor educación, el primer efecto se resiente en los hogares. No por nada la Secretaría de Desarrollo Social de Coahuila reporta que en el estado hay 80 mil familias que viven en pobreza extrema. No se alimentan bien y no tienen acceso a los servicios básicos de salud, vivienda y educación. A Torreón corresponden ocho mil de estas familias.

La misma Sedesol estatal registra 700 mil personas en pobreza moderada en Coahuila, lo cual quiere decir que viven con un salario mínimo o de menos del mínimo. Sin embargo para ellos, estas cifras son muy inferiores a las registradas en otros estados. “En Coahuila es mínimo el número de familias en pobreza extrema, pero las vamos a focalizar para realizar acciones conjuntas que les permitan superar las problemáticas en educación, salud y alimentación”, dijo en una rueda de prensa Miguel Ángel Riquelme, secretario de Desarrollo Social de Coahuila.

LA CALLE

Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal reporta que con programas como el Hábitat, se “mejoró el entorno urbano de mil 963 polígonos, en 270 comunidades del país” y se invirtieron 16 mil 520 millones en 74 mil 555 proyectos, en beneficio de 36.6 millones de personas. Según estas cifras, “logró reconstruirse el tejido social en el sexenio”.

Sin embargo, al parecer esas cifras no alcanzaron a las 38 zonas registradas como marginadas en Torreón, entre las que destacan las colonias Zaragoza Sur, J. Luz Torres, Luis Donaldo Colosio, Ampliación Jacobo Meyer, Nueva Laguna Sur, División del Norte, Martínez Adame, Constancia y La Durangueña, que son el punto neural de la lucha entre cárteles.

Los jóvenes son los más afectados de esta situación: al no tener empleo y vivir en condiciones de extrema pobreza, recurren al dinero fácil que prometen los cárteles y casi sin pensarlo, ya están dentro de organizaciones delictivas. Hay los que no se han dejado convencer y terminan forzados a trabajar con uno o con otro grupo criminal.

Y los muchos más que son confundidos o que son parte de las estadísticas de la inseguridad que ha llegado a la Comarca junto a las balaceras diarias.

Alejandro Martínez, director del Instituto Coahuilense de la Juventud (Icojuve), dijo a los medios de comunicación, que los jóvenes en Coahuila enfrentan problemas de desempleo, violencia en el noviazgo, carecen de espacios de expresión y no tienen condiciones para participar en la vida de las comunidades.

Esto se ve reflejado en el último reporte de Seguridad Pública de Torreón, que indica que de enero a agosto del 2012, fueron detenidos por la Policía de Torreón, 165 adolescentes. Los principales delitos cometidos, según lo reportado, son en primer lugar, robo a casa-habitación, robo a negocios, grafiti y Homicidio no figura en teoría, pero parece que en la práctica es lo más común.

Erick regresaba junto a su hermano Diego de una fiesta con sus ex compañeros de la Universidad Tecnológica de Torreón (UTT), cuando fueron abordados por una pareja que les exigió sus carteras y relojes. Érick no traía ni cartera, llevaba más de seis meses buscando trabajo sin tener suerte. Mientras “salía” algo relacionado con su carrera (sistemas), a Diego lo empleaban por las tardes en una sex shop. Así es como de vez en cuando podía darle unos 100 pesos a su mamá, para que alcanzara a comprar más papas o frijoles para la comida. Por eso, también a veces podían darse el lujo de irse de parranda, como aquel fatídico sábado de finales del 2011.

Erick era el más obstinado. No le gustaba dejarse de nadie y por eso se rehusó a quitarse el reloj y le decía a su hermano que no les diera los únicos 50 pesos que traía en la cartera. Tal vez pensó que sería fácil deshacerse de la pareja, que apenas podía sostenerse en pie, quizás por el alcohol o por las drogas. Sin embargo, para mala suerte del joven de 23 años la mujer traía una caguama en su mano y en el forcejeo, la quebró en la banqueta y enterró el pico en la garganta de Erick.

Diego todavía traía encima al hombre, pero como pudo se zafó para auxiliar a su hermano. Estaban a una cuadra de su casa, en la colonia Martínez Adame; justo acababan de bajarse de un taxi que compartieron con otro amigo, quien no tenía ni dos minutos de haberse metido a su casa, así que Diego le gritó para que volviera a salir y no supo de dónde, pero pronto tenía ya a vecinos a su alrededor, y en eso llegaron sus padres, seguidos de la Cruz Roja. Érick estaba perdiendo sangre rápidamente, en la Cruz poco pudieron hacer por él y lo trasladaron al Hospital Universitario, donde después de unas horas de agonía murió.

La pareja escapó y por testimonios de los vecinos, se dieron a la fuga hacia Ciudad Juárez, sin que autoridad alguna pudiera hacer algo. Así, el caso de Erick se convirtió en uno de los cientos archivados en el Ministerio Público de Torreón. A casi dos años, su familia continúa a la espera de justicia, mientras Diego vive sin un trabajo fijo de su carrera y su mamá trabaja como empleada doméstica.

Esa es la historia que se repite en muchos otros cientos de familias en diciembre de 2012, en La Laguna, una región del norte de México.

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