AI denuncia trabajo infantil en fabricación de baterías para aparatos de Apple, VW, Sony…

19/01/2016 - 8:40 pm

Miles de menores de edad, algunos de tan solo siete años, trabajan en condiciones precarias y sin equipo de seguridad en pequeñas minas de cobalto en el sur del Congo para fabricar baterías utilizadas para aparatos de Apple, Microsoft, Samsung, Sony, Daimler y Volkswagen. Las empresas evalúan cómo actuar al no estar seguras de la procedencia del material.  “Millones de personas se benefician de las nuevas tecnologías, pero no preguntan cómo se producen”, criticó un experto.

Apple, Samsung o Sony no hacen las comprobaciones básicas para asegurarse de que sus productos no utilizan cobalto extraído con mano de obra infantil. Foto: EFE.
Apple, Samsung o Sony no hacen las comprobaciones básicas para asegurarse de que sus productos no utilizan cobalto extraído con mano de obra infantil. Foto: EFE.

Johannesburgo, 19 ene (dpa/EFE) – Algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo utilizan en sus computadoras y smartphones baterías fabricadas a partir del cobalto extraído gracias al trabajo infantil en minas congoleñas, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).

“Es hora de que las grandes marcas asuman parte de la responsabilidad de la extracción de las materias primas con las que hacen sus lucrativos productos”, apuntó el investigador de AI, Mark Dummett.

Según la organización humanitaria, miles de menores de edad, algunos de tan solo siete años, trabajan en condiciones precarias y sin equipo de seguridad en pequeñas minas de cobalto en el sur del Congo.

Muchos de ellos sufren daños pulmonares permanentes a cambio de sueldos míseros que rondan entre uno y dos dólares estadounidenses al día, afirmó la organización.

El cobalto es un mineral fundamental para la producción de las modernas baterías de litio de los smartphones y computadoras portátiles. Más de la mitad del cobalto que se extrae en el mundo procede del Congo.

Amnistía Internacional entrevistó a unos 90 trabajadores de las pequeñas minas, donde normalmente se trabaja con las manos o con herramientas muy primitivas. Según el Gobierno congoleño, esos yacimientos son responsables del 20 por ciento de la producción del mineral

“Pasaba 24 horas allí abajo, en los túneles. Llegaba por la mañana y me marchaba a la mañana siguiente (…) Tenía que hacer mis necesidades allí abajo”, relata Paul, un niño huérfano de 14 años que empezó a trabajar en la minería a los 12.

Desde las minas el cobalto llega a través de intermediarios -la gran mayoría chinos- principalmente hasta Congo Dongfang Mining (CDM), una filial de la compañía china Huayou Cobalt. Después, el mineral se vende a los productores de baterías.

Estas dos empresas procesan el cobalto y lo venden a fabricantes de componentes de baterías en China y Corea del Sur. Estas venden a su vez a empresas fabricantes de baterías que aseguran que suministran sus productos a empresas tecnológicas y automovilísitcas, entre las que se encuentran Apple, Microsoft, Samsung, Sony, Daimler y Volkswagen.

Amnistía Internacional contactó con estas y otras 10 multinacionales, de las que sólo una, South Corean LG Chem, admitió tener conexión con Huayou Cobalt. “Si el riesgo de violaciones se confirma como grave y serio… consideraremos una amplia gama de acciones efectivas”, declaró la compañía a Amnistía.

Apple, por su lado, afirmó estar evaluando si el cobalto de las baterias de sus aparatos provenía del Congo al tiempo que afirmó que “el trabajo infantil nunca estuvo tolerado” en su cadena de montaje y que investigará todas esas acusaciones.

Microsoft y Samsung SDI afirmaron no estar en condiciones de afirmar con certeza si su cobalto provenía del sur del Congo, mientras que Sony, Volkswagen y Daimler dijeron que no había evidencias claras de que eso estuviese ocurriendo.

Hoayou Cobalt, por su parte, aseguró que durante una inspección a dos minas en el año 2014 no se encontraron indicios de trabajo infantil.

AI instó a todos los fabricantes de electrónica y de automóviles a asegurarse de que en la fabricación de las baterías que utilicen sus productos no haya cobalto extraído de minas en las que trabajen menores de edad.

La organización pro derechos humanos también hizo un llamamiento a las autoridades congoleñas para vigilar de forma más efectiva las pequeñas minas y así asegurar mínimas condiciones laborales y de seguridad.

El gobierno de Kinsasa rechazó las acusaciones vertidas por Amnistía en el informe. El portavoz del gobierno, Lambert Mende, afirmó que se trataba de artimañas de otros países exportadores de cobalto para ampliar su cuota de mercado.

El fondo de las Naciones Unidas para la infancia calculó en 2014 que unos 40 mil menores de edad trabajan en las minas del sur del Congo.

Desde AI, el experto Mark Dummet criticó también a los consumidores: “Millones de personas se benefician de las nuevas tecnologías, pero no preguntan cómo se producen. (…) Las glamourosas tiendas y campañas de marketing contrastan con los niños que arrastran piedras en sacos, con los mineros golpeados y con el daño pulmonar permanente”.

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