Un intento de boicot a la inminente ceremonia de entrega de los premios Oscar vuelve a poner el tema de la discriminación en el siempre agitado ambiente del cine contemporáneo
Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo).- El año pasado, el comediante estadounidense Chris Rock se quejó amargamente del racismo imperante en Hollywood.
El actor, de 50 años, decía entonces sentirse discriminado en una nota escrita especialmente para The Hollywood Reporter en la que denunciaba lo que describió como “la industria blanca” del cine en los Estados Unidos.
“Realmente no contratan a hombres negros. Así como la NBA es una industria negra. No quiero decir que sea algo malo, sino que es lo que es”, escribía.
Y levantaba también una baza por los inmigrantes latinos.
“Existe esta especie de aceptación de que los mexicanos se van a encargar de la gente blanca en Los Ángeles que no existe en ninguna otra parte. ¿Realmente me estás diciendo que los mexicanos no están cualificados para no hacer nada en los estudios? ¿Nada que no sea limpiar el suelo?”, se preguntaba.
Hoy, Chris Rock debe de estar seguramente probándose el esmoquin que lucirá en la 88 entrega de los Premios Oscar, a celebrarse el próximo 28 de febrero en Los Ángeles y que él conducirá con su chispa habitual y su gran talento para los chistes repentistas.
En medio de dicha circunstancia, Rock ha estado recibiendo presiones por parte de sus colegas de Hollywood, enojados porque ningún actor negro integra las listas de los candidatos a la codiciada estatuilla dorada.
Se sabe que el director Spike Lee y la actriz Jada Pinkett no acudirán a la fiesta y particularmente esta última, esposa del afamado Will Smith, es la líder de un intento de boicot contra la gala de los Oscar.
EL RACISMO EN HOLLYWOOD
El debate ha vuelto a dar testimonio de un secreto a voces: lo más negro de Hollywood es el racismo, como tantas veces lo han denunciado varios miembros de la comunidad cinematográfica estadounidense, entre ellos el ya nombrado Will Smith.
“Todos tienen prejuicios. Todos han tenido experiencias de vida que hacen que cada persona prefiera una cosa por sobre otra, eso es lo que los hace inclinarse por el cabello rubio sobre el castaño; si ves a alguien con piel oscura caminando por la calle, tendrás una reacción diferente a la que tendrías con alguien de 5 pies y que sea blanco”, dijo el admirado príncipe de Bel-Air en una entrevista.
Hoy, el actor apoya a su esposa Jada Pinkett y lidera con ella el intento de boicot a la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood, que, presionada, prometió cambios para el futuro.
Precisamente, la presidente de la Academia de los Oscar, Cheryl Boone Isaacs, se mostró decepcionada por la ausencia un año más de candidatos negros entre los actores que aspiran a la estatuilla.
“Naturalmente que estoy decepcionada”, dijo al portal estadounidense Deadline, tras las postulaciones anunciadas el pasado jueves.
En Estados Unidos ha habido críticas al hecho de que los artistas negros no consiguieran ninguna nominación en las cuatro categorías dedicadas a los actores. Ya en 2015 había habido una protesta bajo el hashtag #oscarssowhite.
Un hecho que causó sorpresa es que Sylvester Stallone, de 69 años, fuese nominado por su papel de reparto en Creed, pero no así el protagonista principal de la película, Michael B. Jordan, de 28 años.
Sin embargo, los críticos refutan el discurso de la corrección política, sin negar el racismo que en Hollywood es una realidad latente. No ha habido mejores actores que los postulados a la estatuilla dorada, más allá del color de la piel que ostenten, aseguran.
Pretender que se postule una candidatura a un premio sólo por su condición racial puede convertirse en una refinada forma de racismo, advierten algunas organizaciones de derechos humanos.
Como sea, el debate está otra vez en el centro de atención de la comunidad cinematográfica y evidencia una situación que no parece vaya a resolverse con boicots y buenas intenciones.
