10 CLAVES PARA ENTENDER EL FUTURO EN LIBIA

20/10/2011 - 10:14 am

1. Libia: el país africano más rico en petróleo:

La economía de Libia se sustenta principalmente en el petróleo, uno de sus recursos naturales más preciados y lo que hace de esta nación una de las más solidez en el continente africano.

Con una vasta reserva de crudo, cuya extracción diaria es de aproximadamente 1.7 millones de barriles –80% de su producción se destinada a países de la Unión Europea, especialmente Italia–, Libia es también uno de los votos más influyentes dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El diario argentino La Nación, en un artículo publicado el 27 febrero pasado, planteó que, con el inicio de las revueltas en contra del todavía presidente Muamar Gadafi, la economía libia –e inclusive la extranjera en países como Arabia Saudita e Irak– podrían sufrir un impacto crítico en sus bolsillos. El encarecimiento del crudo y, por tanto, del combustible son reflejo de ello.

Por ejemplo, el alza en el costo del petróleo Brent, del cual depende Inglaterra, ha tenido un repunte importante, lo que a juicio de los analistas no es bueno para las cifras macroeconómicas, particularmente la inflación, en un contexto de crisis económica mundial. Sustraído del mar del Norte, el 24 de febrero pasado el Brent tocó los 120 dólares por barril, 18 dólares más que la semana previa cuando se cortó la exportación de crudo de Libia, además de que compañías petroleras como Wintershall y Repsol YPF decidieran interrumpir sus actividades de exploración en el país por el levantamiento en armas.

2. El inicio del temor de Gadafi por revueltas en Medio Oriente:

Ante el derrocamiento de longevas dictaduras como la del tunecino Zine El Abidine Ben Ali y el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el efecto dominó de las revueltas en Medio Oriente llamó la atención de Gadafi, quien no dudó en tomar medidas que pudieran prevenir movimientos “insurgentes”.

El 16 de enero, tras las protestas surgidas en ciudades como Bengasi, Darna y Trípoli, el gobierno de Libia instauró medidas para intentar sofocar las manifestaciones de los civiles, al bloquear el acceso a Youtube y ejercer mano dura con la instauración de fuerzas de seguridad en la capital.

La cronología, realizada por el diario El País, rescató la advertencia hecha por Gadafi el 9 de febrero contra los realizadores de la revuelta, al señalar que a quienes promovieran el caos, les respondería.

Sin embargo, el evento que fungió como parteaguas en el inicio de los conflictos en Libia fue el arresto del abogado Fethi Tarbel, el 16 de febrero, lo que provocó protestas y enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Bengasi.

3. El “Día de la Ira” detona el levantamiento en armas:

La convocatoria para que los ciudadanos libios se levantaron en armas fue lanzada en Facebook; el gobierno de Gadafi, por supuesto, se percató del asunto, pues hasta entonces contaba con 9 mil 600 seguidores, y de inmediato restringió el acceso a internet con el propósito de evitar la organización de las masas a favor de las marchas.

Sin conseguir que las revueltas desaparecieran, pero tampoco sin ceder a las exigencias de los manifestantes, Gadafi ordenó el inicio de una represión que costó en su momento la vida de 233 personas. Esto fue sólo el inicio de las miles de muertes que originaron las revueltas, que arrancaron oficialmente bajo el nombre: “Revuelta del 17 de febrero: Día de la Ira en Libia”.

4. Gadafi, una histórica dictadura de 42 años:

Desde el derrocamiento del rey Idris en 1969, Muamar Gadafi ejerció un gobierno de corte nacionalista por 42 años, caracterizado principalmente por la prohibición de los partidos políticos y la unidad nacional, aspecto característico de la unidad árabe.

El mandato de Gadafi combinó elementos de socialismo con una ideología meramente panarabista, que afirma que los pueblos árabes, sin excepción, forman una nación única impulsada hacia una unidad de índole política.

El autoritarismo de Gadafi es reflejado fielmente en el Libro Verde, obra publicada en 1973 que compila una teoría sobre el socialismo fusionada con el nacionalismo árabe y el islamismo, y que incluso mostró una inclinación terrorista al unirse a ataques como los atentados en los aeropuertos de Viena y Roma en 1985, razón suficiente para ser considerado por Estados Unidos como una amenaza hasta la década de 2000.

La inconformidad del pueblo libio hacia Gadafi se remonta a los noventa, cuando en esa nación se registraron dos golpes de Estado, entre 1992 y 1993, además de indicios de las primeras protestas en 1996 y 2006; no fue sino cinco años después que se concretó una guerra civil que, finalmente, finiquitó la dictadura.

5. El paulatino avance de los rebeldes en la guerra:

El uso excesivo de la fuerza militar por parte de Muamar Gadafi instó no únicamente a un levantamiento en armas por parte de rebeldes, sino también a deserciones dentro de su gabinete político, siendo la primera la del ministro de Justicia Mustafá Abul Jalil.

El País reportó que el avance de las fuerzas opositoras sobre la dictadura comenzó a adquirir mayor forma a finales de febrero, al controlar las ciudades de Bengasi, Tobruk y Misrata, con el propósito de llegar a la capital de Trípoli, morada del gobierno de Gadafi. Con la intervención en el conflicto por parte de la OTAN, el 10 de marzo, el reconocimiento del Consejo Nacional Libio de Transición como “interlocutor válido” por parte de la Unión Europea, el contraataque de Gadafi y la huida de 1.2 millones de personas a Túnez a causa del conflicto,  la guerra civil duró seis meses y culminó el 22 de agosto de 2011 con la invasión a Trípoli por parte de la fuerza opositora a Gadafi.

6. Muere Gadafi:

El ansiado avance hacia Trípoli se volvió una realidad el 21 de agosto, luego de que los rebeldes derrotaran a la fuerza armada de Gadafi. Después de que, un día previo, cercaran la capital y los rebeldes lograran controlar la compañía de petróleos Brega y la refinería de Zauiya, el 22 de agosto adquirieron casi el control total de Trípoli. Tres de los hijos de Gadafi –Saif al-Islam, Mohammed y Saadi– fueron capturados, hubo celebraciones en la Plaza Verde de la ciudad, sin embargo, durante varios meses, el paradero de Muamar Gadafi se convirtió en un misterio.

Ayer, los rebeldes libios tomaron el control de Sirte, la ciudad natal del dictador y el último bastión de las fuerzas de Gadafi. El Consejo Nacional de Transición libio anunció este jueves la muerte del dicator Gadafi . El ex líder libio fue capturado, según los rebeldes, mientras intentaba huir de Sirte hacia Mistrata en un convoy militar. Hasta el momento, la OTAN no ha confirmado el deceso del dictador. Por su parte, el vicepresidente del Consejo Nacional Transitorio, Abdelhafiz Ghoga, confirmó en una rueda de prensa televisada desde Bengasi, en el este de Libia, la muerte del coronel.

Mientras tanto, en las redes sociales, circula una fotografía y dos videos en los que se muestra el cuerpo inerte y golpeado de quien por más de 42 años mantuvo un régimen opresor en Libia.

Con la muerte de Muamar Gadafi y el derrocamiento del régimen, la pregunta está en el aire: ¿Qué pasará en Libia?

7. Beneficios petroleros y políticos:

Marcela Chaverra, analista del diario La República, asegura que la reacción en cadena que propició el derrocamiento de Muamar Gadafi significaría un viento favorable tanto para Europa como para Estados Unidos, ya que gracias al apoyo brindado hacia el movimiento rebelde se verá recompensado con abastecimiento y control sobre la producción de petróleo.

A su vez, Francia calificó el suceso como detonante para el futuro de Siria, donde “el régimen dictatorial no puede mantenerse en el poder contra viento y marea, contra las aspiraciones de la gente”; en ese país hay ya revueltas que enfrentan violentamente el presidente Bashal al Asad.

Al respecto, Inglaterra, a través de su viceprimer ministros, Nick Clegg, planteó que el mandatario Al Asad está “tan fuera del futuro de Siria como Gadafi del de Libia”.

8. La repercusión económica:

Expertos en economía coinciden en que la caída de Gadafi representa un alivio para la difícil situación por la que se encuentra la economía mundial. La muerte de Gadafi puede aliviar los costos del petróleo, implicaría menor gasto en combustible para las empresas y puede representar la mejora en sus balances, necesarias para tranquilizar un poco a la incertidumbre mundial en cuanto a la reciente cifra de inflación presentada por Estados Unidos. El banco JP Morgan, además, está a la expectativa de un alza de 1.2 millones de barriles en la demanda de este año.

Opuesto a este alentador panorama, Claudio Descalzi, encargado de producción y exploración de la petrolera italiana Eni, indicó en días pasados que a Libia le tomará un año reanudar su producción total de combustibles, lo que también puede desajustar la oferta de la OPEP e incidir en un mayor precio.

9. El mundo urge una resolución para el periodo post-Gadafi:

En días recientes, la opinión extranjera no se hizo esperar ante el ya inminente derrocamiento del dictador libio. Durante un cónclave celebrada por el Consejo del Atlántico en Bruselas se determinó efectuar una posible misión de estabilización en Libia liderado por la ONU.

Oana Lungescu, portavoz del organismo, explicó que la operación que ejecutará la OTAN se basa principalmente en tres principios fundamentales: “El liderazgo lo asumirán la ONU y el Grupo de Contacto sobre Libia y la Alianza tendrá un rol de apoyo; no habrá tropas en el terreno libio y cualquier papel tendrá que ser solicitado formalmente”. Con ello, la Alianza Atlántica auxiliaría a las nuevas autoridades a reformar su sector de defensa y seguridad, además de modernizar las fuerzas de seguridad en el país, una vez que el Consejo de Transición Nacional (CTN) libio sea reconocido por la comunidad internacional.

El Consejo de Seguridad Nacional, que aprobó el pasado febrero una resolución que dictaba sanciones contra el régimen de Muamar Gadafi, realizó una reunión a puerta cerrada para analizar las últimas noticias procedentes de Libia para así iniciar la labor del organismo en el país para cuando concluyera la dictadura. Con el anuncio de la muerte de Gadafi, los países miembros de la OTAN  se reunirán en las próximas horas para debatir sobre el futuro del país árabe.

10. El futuro político de Libia:

Mark Quaterman, asesor senior y director del Programa de Crisis, Conflicto y Cooperación en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, analizó hace unos meses las opciones políticas de Libia sin Gadafi. Quaterman explicó que, en el caso de generar caos, habrá más dificultades para concretar un gobierno de transición que se establezca posteriormente como uno permanente. No obstante, agrega, si se presenta un comportamiento de cooperación con las nuevas autoridades habrá mayor posibilidad de una transición blanda.

De esta manera, el Consejo Nacional de Transición, organismo del gobierno opositor, deberá tener un plan para asumir el manto de gobierno, restaurar el orden público, impedir violentas represalias en contra de los simpatizantes de Gadafi, mantener los servicios básicos de gobierno y extenderse por todo el país. El principal asunto es la elección de un nuevo presidente. El Consejo Nacional de Transición tiene una declaración constitucional que estipula que a partir de “la liberación”, la transferencia del CNT de Bengasi será realizada a Trípoli, y el nombramiento del nuevo mandatario será decidido en un plazo máximo de 30 días, de una oficina ejecutiva temporal o gobierno interino que manejará al país.

Los cinco posibles candidatos a ocupar la silla presidencia de Libia son: Mustafa Abdel Jalif, presidente del Consejo Nacional de Transición; Mahmoud Jibril, primer Ministro y presidente de la junta ejecutiva del CNT; Ali Tarhouni, ministro de Finanzas y Petróleo; Shokri Ghanem, ex ministro de Petróleo y ex primer ministro, así como Mousa Koussa, ex primer ministro de Relaciones Exteriores y ex dirigente de la Agencia de Inteligencia, estos dos últimos son desertores del régimen de Muamar Gadafi.

 

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