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Redacción/SinEmbargo

22/04/2018 - 5:52 am

¿Qué esperar del debate? / Sólo un problema

Los debates entre candidatos presidenciales en México son relativamente jóvenes si los comparamos con los de Estados Unidos, aquí tienen 24 años existiendo mientras que en  país del norte se realizan hace más de 60 años, por eso las diferencias entre unos y otros, mientras allá sí se permite un verdadero intercambio de ideas, aquí todo es muy controlado, por lo que pierde emoción e interés, que al final es lo que debería importar, generar interés para que los electores se informen y puedan tomar mejores decisiones a la hora de realizar su voto, y de esto, hoy en El Universal, su Editorial, asegura que: “el ejercicio que esta noche llevarán a cabo los cinco aspirantes a la Presidencia de la República aún es relativamente joven en México.

¿Qué esperar del debate?
Los debates entre candidatos presidenciales en México son relativamente jóvenes si los comparamos con los de Estados Unidos, aquí tienen 24 años existiendo mientras que en  país del norte se realizan hace más de 60 años, por eso las diferencias entre unos y otros, mientras allá sí se permite un verdadero intercambio de ideas, aquí todo es muy controlado, por lo que pierde emoción e interés, que al final es lo que debería importar, generar interés para que los electores se informen y puedan tomar mejores decisiones a la hora de realizar su voto, y de esto, hoy en El Universal, su Editorial, asegura que: “el ejercicio que esta noche llevarán a cabo los cinco aspirantes a la Presidencia de la República aún es relativamente joven en México. En 24 años será apenas el quinto proceso electoral en el que los aspirantes participan en un debate, mientras en Estados Unidos tienen una historia de casi 60 años. Los candidatos acuden con la obligación de hacer de esta práctica un ejemplo de discusión civilizada en la cual los argumentos deben imponerse a las descalificaciones fáciles. Los problemas y atrasos en diversos sectores que acumula el país demandan propuestas claras y viables para mejorar el bienestar general. […]. Los debates en México habían caído en el acartonamiento por un corsé que los propios partidos políticos le habían imprimido, pero el formato que se verá este día busca ser diferente a los anteriores Entre los cambios más relevantes figuran que en lugar de un moderador serán tres, quienes realizarán preguntas y plantearán temas específicos; su rol pasará de ser vigilantes del cronómetro a tener una participación más activa para propiciar el diálogo y el contraste de propuestas entre los cinco adversarios. […]. Este tipo de discusión es un instrumento clave para que el grueso del electorado termine de conocer a los aspirantes y evalúe la ruta que cada uno plantea para elevar el bienestar nacional. Acudir a la casilla el domingo 1 de julio es un derecho ciudadano pero también debe serlo ejercer el voto de manera informada y no solo por la indebida presión de algún partido. Además de lo anterior, el ejercicio que esta noche tendrá lugar tiene relevancia por varias razones: se trata de una manifestación de civilidad democrática, en la cual los diferentes puntos de vista no deben ser motivo de división sino ocasión para alcanzar coincidencias mediante la exposición de ideas; representa también la fortaleza de la libertad de expresión y contribuye a consolidar el carácter democrático del país. Esa es la importancia del debate. Los candidatos tienen una oportunidad que no deben desaprovechar”.

Creer en las encuestas que marcan las preferencias electorales en los últimos años no ha dado buenos resultados pues los días de las votaciones los resultados son completamente diferentes a los que se marcaban en los análisis y conteos previos, por lo cual es importante no hacer mucho caso ni dejarse llevar por lo que digan, ya que puede pasar cualquier cosa, más si tomamos en cuenta factores como los debate que podrían influir a los indecisos y cambiar los resultados que hasta hoy se tienen previstos, y del tema, en Milenio, el periodista Ricardo Alemán, escribe que: “Si hacemos caso a las encuestas, esas que fallaron en las elecciones de todo el mundo en los últimos diez años […], no solo sería inútil el debate de hoy, sino la campaña toda. Incluso sería inútil votar. ¿Por qué? Porque, según todas las encuestas, hoy en México todos saben quién va a ganar la elección presidencial, igual que en la ‘dictadura perfecta’ de Vargas Llosa todos sabían que el Partido Revolucionario Institucional ganaría las presidenciales. […]. Y si hoy todas las encuestas dan como ganador al que casi todos saben que ganará, entonces la democracia electoral mexicana ‘sirve para maldita la cosa’ y podíamos ahorrar miles de millones de pesos en un proceso que se resume en una encuesta. […]. Lo cierto, sin embargo, es que nadie sabe lo que pasará el 1 de julio y nadie tiene una aproximación al resultado. ¿Por qué? Porque son tantas las nuevas variables a considerar que nadie sabe cuál será el comportamiento del votante frente a la urna; nadie sabe cuántos votarán, cuál será el efecto de las redes en la percepción y el ánimo de los electores y porque podría pasar cualquier cosa. Incluso podría ocurrir que los encuestadores atinen “a la cuadratura del círculo” y terminen por acertar. Habrán localizado “la piedra filosofal” de las encuestas modernas. Y en ese caso habremos regresado a las elecciones en las que todos conocían al ganador […], y entonces hoy las elecciones y el ganador serán como en los años 50 y 60 del siglo pasado. Democracia con ojos en la nunca y caminando en reversa, como Michael Jackson. Pero si no hacemos caso a las encuestas, el debate de hoy estará dirigido a los votantes indecisos, entre 3 o 4 de cada diez, que aún dudan y moverían un resultado en el que […], todo puede pasar. Y es que el voto duro de todos los candidatos ya está cristalizado. Lo cierto es que el primer debate decantará lo turbio de las aguas de estrategas y estrategias y de aquellos candidatos menos aplaudidos. Y vendrá el cambio de caballo, de estrategas, en plena carrera. ¡Claro, si es que quieren ganar! Al tiempo”.

Esperando que no sean frases sin sentido, o edecanes que roban miradas, el debate de hoy puede marcar tendencias y modificar preferencias electorales, como en la mayoría de los anteriores, ser tan irrelevante que nada cambiará con miras a las elecciones del próximo julio, y en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “a 24 años del primer debate, queda en la memoria que el primero lo ganó el panista Diego Fernández de Cevallos, que terminó perdiendo la elección. En el 2000, otro panista, Vicente Fox, deja la marca […] del ‘hoy, hoy, hoy’. En 2006, Andrés Manuel López Obrador prefirió dejar su lugar vacío y perdió la elección. En 2012, la modelo Julia Orayen protagonizó el debate con su figura. Hoy los candidatos velan armas. Pero, de nueva cuenta, Andrés Manuel se la lleva tranquila con su hijo mientras su esposa juega en redes con que es más guapo que George Clooney. El priísta José Antonio Meade, el panista Ricardo Anaya y los independientes, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, fueron al Palacio de Minería a ensayar para el primer round. ¿Quién es el enemigo común en el debate de los presidenciables para esta noche? Ya veremos cómo quiebran lanzas. Saquen las palomitas”.

Sólo un problema
A lo largo de su campaña Andrés Manuel López Obrador ha lanzado propuestas y promesas arriesgadas, las cuales incrementan su popularidad pero que no necesariamente podrían cumplirse en caso de que resulte ganador de las elecciones, por ejemplo el mantener congelados los precios de gasolinas supondría un riesgo enorme y se tendría que tomar presupuesto para lograr mantener un equilibrio, y es algo que no ha previsto, o que no ha querido decir dentro de sus discursos a la hora de lanzar sus propuestas, y hoy en el Reforma, el columnista Juan E. Pardinas, escribe que: “las propuestas económicas de Andrés Manuel López Obrador tienen un solo problema: la realidad. En el discurso suenan muy bonito. En la plaza pública, las ofertas de Morena se llevan el aplauso de la concurrencia. Seguro que cada una de estas promesas acarrea un buen caudal de votos. El único inconveniente es que la realidad es un obstáculo terco que siempre le frustra los planes a la utopía. La semana pasada, Andrés Manuel López Obrador prometió congelar los precios de la gasolina. De acuerdo con información de Pemex para 2017, en México se consumen en promedio 125 millones de litros diarios de gasolina. Si el petróleo sube de precio, la gasolina inevitablemente hará lo propio. Supongamos un escenario conservador donde el petróleo aumenta un peso por litro en 2019. En ese caso, para mantener el precio congelado de la gasolina, el gobierno tendría que apoquinar 45 mil 625 millones de pesos en un año. Esto equivale a más de un tercio del presupuesto para la Secretaría de Salud para 2018. […]. ¿Es esto viable? Sólo en la cabeza de un candidato al que no le interesa la aritmética, ni le gustan las calculadoras. ¿Por qué dejar que la incómoda realidad de las matemáticas rompa la cadencia de una buena arenga popular? Antes de proponer la construcción de nuevas refinerías, Andrés Manuel López Obrador debería revisar la historia de la refinería Abreu-Lima en Pernambuco, Brasil. Durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva esta planta de procesamiento de crudo pesado fue concebida como la joya de la industria petroquímica brasileira. Su construcción se inició en 2005, con un presupuesto inicial de 2,300 millones de dólares. Para el 2017, la factura de la planta ya había rebasado los 20,000 millones de dólares. El presupuesto original se multiplicó por ocho. El plan original era que la obra debería estar lista antes de las elecciones de 2010, pero para el 2018, la obra aún no se ha concluido. […]. La refinería Abreu-Lima acabó como uno de los escenarios centrales del escándalo de corrupción brasileño conocido como el Lava Jato (Lavado de coches). Antes de repetir el desastre brasileño en suelo mexicano habría que considerar el factor de la disrupción tecnológica en el área de las energías renovables y los coches eléctricos. La marca de autos deportivos Porsche, un ícono del poder de los motores de combustión interna, publicó recientemente sus proyecciones de ventas de autos eléctricos. Para finales del próximo sexenio, en 2024, Porsche espera que los carros de baterías representen cerca del 60 por ciento  de sus ventas totales. […]. Hoy, la capitalización en el mercado de Tesla en Estados Unidos, la empresa pionera en vehículos eléctricos, es mayor a la de Ford Motor Company. Prometer no cuesta nada, pero cumplir esas promesas con el dinero de los impuestos puede salir carísimo. La realidad suele ser bien canija a la hora de pasar facturas”.

El mono capuchino: ganador del #debatechilango
Tocando el tema del debate con los candidatos a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, el día de hoy en el Excélsior, la columnista Vianey Esquinca, hace una crítica a los candidatos por ofrecer cosas sin saber los costos que representaría para la ciudad, incluso sin saber cuánto y qué ofrecen, además, de lo innecesario que resulta que se presenten todos los aspirantes, siendo que en realidad con 3 los que compiten con posibilidades de ganar, y también al formato, que como siempre, resulta incómodo pues con los tiempos medidos es difícil poder presentar y escuchar propuestas concretas y saber, sobre todo, cómo se llevarían a la realidad todas ellas, por lo que escribe que: “irrelevante, inocuo, intrascendente, ni caro ni barato, ni frío ni calor, así es como se podría describir el primer debate chilango entre candidatos a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México. Las promesas fueron un verdadero rosario de generalidades y sueños guajiros. Todos iban a acabar con la pobreza, la inseguridad, la corrupción, el tráfico y la escasez del agua. ¿Cómo lo iban a lograr? ¡Con fe y cámaras de videovigilancia! […]. Además de las cámaras con las que se evitaría el fin del mundo, otra promesa recurrente fue la construcción de más kilómetros de Metro. ¿Cuánto exactamente? […]. Como si fuera una subasta, los candidatos ofrecieron nuevas líneas del transporte naranja: Iniciamos nuestra subasta para construir Metro… arrancamos con 20 kilómetros, ¿quién da más?’; ‘ofrezco 25 kilómetros de Metro más durante mi gobierno’, señaló Alejandra Barrales, ‘¿quién da más?, ¿quién da más?’, ‘¡yo 50!”, ’50 ofrece Mariana Boy del Partido Verde, 50, tenemos 50. ¿Alguien ofrece más?’, ‘yo 100′, ¡100 kilómetros!, dice Mikel Arriola! 100’. ‘Por cierto, ¿saben de casualidad cuánto cuesta cada kilómetro de Metro?’, ‘por supuesto, 100 kilómetros costarían aproximadamente 160,000 millones de pesos’, ‘No, no, cada kilómetro y medio de Metro cuesta 2 mil 500 millones de pesos’. ¿Y de dónde van a sacar el dinero?, ¡vendiendo cámaras de videovigilancia! […]. El formato de ese ‘ejercicio democrático’ fue nuevamente infame. No se puede pedir en 1, 2 o 4 minutos decir una propuesta, explicar cómo se logrará, atacar y responder agresiones al mismo tiempo. Además, realmente en la Ciudad de México sólo hay tres candidatos competitivos y cuatro de chocolate. ¿De verdad tienen que estar todos? Resultó casi inhumano ver a Purificación Carpinteyro, quien parecía la madrastra malvada de cualquier novela mexicana […], intentar posicionarse ante los electores; a Marco Rascón, quien no tenía propuestas, pero sí poemas; a la candidata independiente Lorena Osornio buscando articular una frase sin errores ni titubeos y a Mariana Boy, quien no tiene posibilidades reales en la capital. Por si ya todo lo anterior era suficientemente ridículo, más lo fue que al salir del debate y anticipando lo que será la jornada del 1 de julio, ¡todos se autoproclamaron ganadores! Al día siguiente a la pregunta ¿quién ganó el debate?, la mejor respuesta fue: El mono capuchino de Las Lomas que no estuvo presente”.

Focos Rojos
Al interior de la alianza entre el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática las cosas se están poniendo feas para Ricardo Anaya pues ayer el primer gobernador de la alianza le dio la espalda y reconoció públicamente que apoya a José Antonio Meade, del Partido Revolucionario Institucional para la presidencia, y lo peor para Anaya es que se rumora que más gobernadores han sido tentados por los priistas para que se cambien de candidato, y de ello en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “focos rojos se están encendiendo en el tablero de control de Por México al Frente después de que el Gobernador de Michoacán, el perredista Silvano Aureoles, apoyara al candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional-Partido Verde Ecologista de México-Partido Nueva Alianza , José Antonio Meade. Ese apoyo se suma al de Armando Ríos Piter quien, con todo y su reciente desprestigio por las firmas inventadas que presentó al Instituto Nacional Electoral, también se sumó a la causa del ‘no priista’ el viernes. Pero la verdadera alerta entre los frentistas es porque se enteraron de que varios priistas han estado en negociaciones con el Gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, para que le dé la espalda a su paisano Ricardo Anaya y apoye a Meade. La duda es si el mandatario panista será capaz de llevar su historia de desencuentros con el candidato presidencial del Frente hasta el extremo de ponerse en su contra. Ya se verá”.

Juntos pero no revueltos
Todos los candidatos presidenciales van a tener su tiempo para llegar sin tener que verse las caras con sus adversarios políticos, pues tendrá espacio de aproximadamente 15 minutos para que hagan su arribo a donde será llevará el primer debate presidencial de este periodo electoral, y en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “que para el debate presidencial hasta el arribo de los aspirantes tiene horarios, de manera que no puedan toparse a su llegada al Palacio de Minería, por lo que se tiene programado un espacio de 15 minutos para el ingreso de cada uno de ellos. La primera en llegar a las 6 y media de la tarde será Margarita Zavala, 15 minutos después lo hará el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade; a las 7 de la noche ingresará al recinto el abanderado de Por México al Frente, Ricardo Anaya, y con otros 15 minutos de espacio tocará el turno al contendiente de Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, y cerrará la pasarela, a las 7 y media, Jaime Rodríguez Calderón”.

Marca registrada
La ciudad y los problemas que pretenden erradicar son los mismos para todos los candidatos capitalinos, por eso propuestas pueden ser repetidas o muy parecidas, por lo que es importante que cada candidato sea muy especifico a la hora de pronunciarse sobre algún tema para que no se roben sus ideas los demás, y en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “por la manera en la que se están gestando las campañas, es atinado poner un alto al robo de ideas. Se acusan unos a otros de plagio y es cierto, los problemas son los mismos y es imposible que no caigan en repeticiones. Para quienes se roban las ideas de otros, Mikel Arriola, cuyos planes han sido clonados, dio otra solución que suena cien por ciento bien: segundo piso gratis a quien comparta su vehículo. Que no le copien, pidió. El candidato del Partido Revolucionario Institucional al gobierno capitalino desató la euforia de mil 500 trabajadores y beneficiarios de Liconsa en el feudo morenista de Azcapotzalco. Esto, para reducir tráfico, smog y pasar más tiempo con sus familias. Recuerde, no compre piratas ni los proyectos políticos. Mucho ojo”.

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