Países mejor preparados, luego de una del tsunami en el Océano Índico: FAO

22/12/2014 - 12:00 pm

Roma, 22 Dic (Notimex).- A una década del tsunami, el peor desastre natural en el mundo en las costas del sur y sudeste de Asia, los países de la región están mejor preparados para enfrentar una tragedia similar, pero todavía hay margen de mejora, afirmó hoy la FAO.

En un comunicado recordó que en diciembre de 2004, el tsunami se cobró la vida de más de 200 mil personas y destrozó los medios de subsistencia de unos 1.4 millones de sobrevivientes, al dañar o destruir campos, estanques de peces, barcos, artes de pesca y ganado de los que dependían en su totalidad los sistemas de producción alimentaria.

En muchos casos, comunidades pesqueras enteras fueron destruidas –al igual que la agricultura costera- cuando las poderosas olas del tsunami aplastaron barcos de pesca e incluso grandes buques fueron arrastrados a donde alguna vez pastaban los animales y donde se cultivaban arroz y hortalizas, señaló.

“Una década más tarde, mientras los eventos que conmemoran el aniversario del tsunami recuerdan la tragedia humana, la FAO examina las lecciones aprendidas en la mitigación de daños a los medios de vida agrícolas, seguridad alimentaria y nutrición provocados por este tipo de eventos naturales y climáticos”, señaló Hiroyuki Konuma, representante de la FAO para Asia y el Pacífico.

“Lo que nosotros y nuestros países miembros –añadió- hemos aprendido y lo que vemos realizado, es impresionante, pero todavía hay mucho que se puede y se debe hacer para prevenir y mitigar los desastres”, añadió.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) resaltó que durante el período de diez años entre 2003 y 2013, unos 200 millones de personas en Asia y el Pacífico se vieron afectados cada año por desastres naturales que van desde el tsunami de 2004 a ciclones, inundaciones y tifones.

En aproximadamente el mismo período (2001-2010), el costo de estos desastres para la región tuvo un promedio de 34 mil millones de dólares al año.

Mientras que algunos de los países miembros más afectados por el tsunami del Océano Índico están ahora mejor preparados ante los desastres y en mejor posición para responder, un reciente taller patrocinado por la FAO con los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) puso de relieve las acciones adicionales que se necesitan para aumentar aún más la resiliencia ante los desastres.

El taller concluyó que los efectos del rápido crecimiento demográfico y la urbanización, junto con una base de recursos naturales erosionada y el cambio climático, implican que los eventos provocados por el clima plantean el mayor riesgo para la región de la ASEAN.

Entre sus recomendaciones, el taller realizó un llamamiento para una mayor participación de todos los sectores afectados: agricultura, ganadería, pesca, acuicultura y silvicultura -sectores productivos especialmente críticos en las que el progreso debe ser firme-.

También extendió su llamado a los implicados en la construcción de procesos de políticas nacionales y regionales proactivos para la reducción y gestión de los riesgos de desastre.

Se señaló que es necesario un claro compromiso financiero para promover el desarrollo de capacidad en los organismos competentes de los distintos sectores.

Una prioridad debe ser mejorar el desglose de datos sobre los sectores y medios de vida afectados y mejores evaluaciones y monitoreo de riesgos.

El taller también instó a los países a ir más allá de los peligros naturales al abordar la exposición al riesgo y la vulnerabilidad de los agricultores, pescadores y las comunidades dependientes de los bosques y considerar otras amenazas como la degradación de los ecosistemas marinos y del medio ambiente.

Se requiere transferir el conocimiento y la tecnología sobre la reducción del riesgo a nivel local para empoderar a las personas más vulnerables y en mayor riesgo, consideró.

Según la FAO, antes del tsunami, las actuaciones de los países eran más reactivas que proactivas, enfocadas en el ahorro de vidas humanas y luego en la recuperación.

Desde entonces, se ha producido un cambio de paradigma hacia dar igual importancia a la reducción anticipada del riesgo de peligros múltiples y la prevención y mitigación de desastres naturales.

Los sistemas de alerta temprana ante desastres y las rutas de evacuación para tsunamis bien señaladas existen ahora en algunos países, como Tailandia, que después del tsunami estableció el Departamento Nacional de Prevención y Mitigación de Desastres.

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