ENTREVISTA | Me fijé mucho en la mirada de “El Chapo”: Marco de la O

23/07/2017 - 12:02 am

El actor mexicano Marco de la O parece haber nacido para hacer “El Chapo”. Tanto es su parecido con Joaquín Guzmán. Él dice que obedece a sus cualidades de actor y a un poco de maña de los maquilladores. Se fijó muchísimo en la mirada del narcotraficante más famoso de México, porque “la mirada es el reflejo del alma”.

Ciudad de México, 23 de julio (SinEmbargo).- Marco de la O dice que cuando le ofrecieron El Chapo, la serie a la que da vida en Netflix, comenzó a ver Scarface y varios de los protagónicos de Al Pacino.

No suele hablar de los actores que admira, pero ese rostro neoyorquino, tan propicio para los gangsters y sacados de la sociedad, le van a su rostro y a su actitud, a pesar de lo cual no quiere parecerse a nadie.

Es un actor de telenovelas. Participó en Abrázame muy fuerte, Serafín y Salomé, pero nunca quiso quedarse en ese ambiente. Tomó un curso de actuación en la American Musical and Dramatic Academy, en Nueva York y en la Escuela Superior de Artes y Espectáculos, en Madrid, España.

Es un actor de teatros. Más que nada. Con 38 años, trabajó en la puesta en escena Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, papel por el que el Círculo Nacional de Periodistas le otorgó el premio a Mejor actor de teatro en 2013.

Este abril, Marco de la O comenzó a interpretar a “El Chapo. La serie narra la vida de Joaquín Guzmán Loera a lo largo de tres décadas, desde 1985, cuando entró al mundo del narcotráfico con el Cartel de Guadalajara, hasta su más reciente captura, en 2016.

La serie El Chapo fue creada por Silvana Aguirre Zegarra y producida por Daniel Posada. El elenco incluye nombres como Humberto Busto, Juan Carlos Olivas, Alejandro Aguilar y Cristina Michaus y está dirigida por Ernesto Contreras y José Manuel Craviotto.

Marco de la O está a la altura de su personaje. El parecido físico con “El Chapo” es contundente. Su manera de actuar lo pone mucho más cerca del principal pillo mexicano. Hay quienes dicen que el guión escrito por Carlos Contreras y Alejandro Almazán ve demasiado apologética la figura del Narco. Otros espectadores, la mayoría, dice que la narración de la historia es lineal y se basa sobre todo en los hechos que ya dieron a conocerse por el periodismo.

Como sea, el papel es ideal para un actor que quiera destacarse y así lo vive Marco de la O.

Hizo telenovelas, pero poco cine. Aprendió mucho con los directores de la serie. Foto: Univisión

–Bueno, estás en el papel de tu vida. ¿Cómo te sientes?

–La verdad me siento muy bien. Hacer algo de este tamaño, con tanta seriedad y tanta responsabilidad, me tiene conmovido. Podemos mostrar al mundo afuera, con esa calidad y sin mostrar apología de “El Chapo” o del narco.

–Hay una instancia de sobriedad. Te pareces mucho físicamente, pero también lo manejas a cierta distancia…

–Sí, es cierto. Hay un cierto parecido, pero también hay que reconocerle a la gente de caracterización, a mis dotes como actor, es decir, hay toda una tarea para reconstruir a “El Chapo”. No llevo normalmente este bigote, ni llevo este peinado, la gente de maquillaje ayuda mucho. Generalmente lo que le digo a la gente es que fue complicado encontrar características de él, lo vimos poco por televisión y nada más. Así que lo que hicimos fue crear nuestro propio personaje a partir de lo poco que teníamos. Lo que me fijé mucho de “El Chapo” fue en su mirada, en esa mirada que hemos visto en las capturas, en la televisión, ahí me basé. La mirada dice mucho de la persona y es algo que no puedes disimular. Traté de transmitirlo hacia la cámara, la mirada es el reflejo del alma. Uno puede cambiar de forma de caminar, pero no de mirar.

–Hay en la caminada también

–Sí, hay un poquito, pero fue complicado, porque no teníamos nada. Lo llevé a cuando era joven, pero fue difícil.

–Hay una cuestión de “El Chapo” que tiene que ver con la supervivencia, él va a hacer todo lo que pueda para sobrevivir

–Yo he comparado al personaje con una rata de laboratorio, siempre busca una salida en el laberinto. Lo hago con todo respeto, pero sí me parece ese animal, que si le cierran una puerta, busca otra para escapar. Es o no una virtud como ser humano, no lo ha usado para la mejor forma, pero sí revela una actitud muy inteligente de él. Tiene talento, sin duda.

El Chapo, sin bigote. Foto: Univisión

–La droga, la autoridad, están por encima de él

–Sí, creo que también tenemos a una sociedad, a un gobierno, a los Estados Unidos, al mundo, que todos hicieron crecer el problema del narcotráfico. Todos somos culpables, el haber creado a Joaquín Guzmán, se le salió de las manos al Gobierno.

–Uno piensa que el narcotráfico se mataban entre ellos, al menos en la primera temporada, tal vez las cosas ahora estén muy lejos de “el Chapo”…

–No lo sé, no sé si están tan lejos de él. El problema viene de hace 30 años y no cesa. Las cosas la sabemos más ahora, quizás por eso vemos que ha avanzado. Ahora hay redes sociales y todas esas cosas, cuando “El Chapo” empezó en los ’80 todo era más rústico, en estos tiempos todo es más sofisticado. Hoy creo que es muy diferente y tenemos a Donald Trump que quiere hacer un muro y yo quisiera que lo hiciera para que no pasaran más armas a nuestro país. No estamos tan lejos, estamos demasiado cerca de algo que nos superó, las drogas nos alcanzaron.

–Además, es una gran cortina de humo, uno no ve los problemas reales del país por el narco: la pobreza, la falta de salud, la falta de educación…

–Sí, parece que ahora vienen las elecciones usarán el narcotráfico como su principal bandera. Todo México está así, todo Latinoamérica, la educación no nos han dado y esa falta es lo que más nos condena, no sólo el narcotráfico.

–¿Cómo ha sido la grabación, por qué en Colombia?

–Con José Manuel Craviotto y con Ernesto Contreras ha sido un placer. Todavía sigo trabajando en la tercera temporada con Ernesto y realmente me ha enseñado. Son personas que han trabajado en cine toda su vida, yo soy una persona de teatro, he hecho televisión y cine hice poco. En Colombia para tener una mejor tranquilidad al filmar la serie, cambiamos el nombre cuando la hacemos, no hay otra razón. En Colombia hay leyes que apoyan el cine, las producciones…

–¿Tienes miedo de que “El Chapo” se quede en tu vida?

–Bueno, hay un poquito de miedo, pero tengo que sacármelo de encima, pero hago desde hace muchos años teatro, desde Shakespeare hasta Calderón de la Barca, he hecho hasta Pinocho, no tengo problemas con arrancármelo. Yo estoy muy contento de que hagamos serie a gran calidad, con compañeros como Humberto Busto, Alejandro Aguilar, hay muchos actores. Tenemos que hacer más televisión en conjunto, salieron muy bien…

–¿A qué actores admiras tú?

–Bueno, soy un poco reacio a todo eso, pero admiro mucho a Al Pacino. Cuando me dijeron de “El Chapo” comencé a ver Scarface, una de las actuaciones que más me gustan. Un personaje sobrio y sacado al mismo tiempo.

–¿Lees las críticas?

–Sí leo todo. Podría decirte que el 95 por ciento está a favor, son críticas buenas, hay algunas malas y para eso está la televisión. Si no quieren verla hay miles de series reemplazantes, en Netflix hay muchas opciones. También da mucho que hablar “El Chapo” y eso es bueno.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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