México

Arquitectos e ingenieros ponen en pausa sus vidas para ayudar, gratis, a evaluar daños en CdMx

23/09/2017 - 5:00 pm

Varios expertos ofrecen sus servicios de manera gratuita para el proyecto de estructuras resentidas por el temblor de 7,1 grados que el 19 de septiembre sacudió el centro del país. Autoridades que ofrecen la misma ayuda, pero el número de peticiones para la revisión de propiedades se ha deshabitado y el voluntariado ha convertido en una solución eficaz.

CIUDAD DE MÉXICO (AP) – El arquitecto es comprensivo y paciente. Más que un experto en construcciones parece un médico en una consulta a domicilio: inspeccionar un edificio, dados, es como diagnosticar un cuerpo humano.

Doce inquilinos lo escuchan con zozobra como si fueran familiares de un enfermo a las afueras de un quirófano. Es viernes y aún no se reponen del pánico que sintieron hace tres días, cuando el sismo más letal que ha golpeado un México en los últimos treinta años cimbró la tierra y dejó grietas, vidrios rotos y sus pertenencias regadas por el suelo en las oficinas a las que solían ir a trabajar todos los días.

Un sismo es como un cuchillo, explica el arquitecto mexicano Víctor Márquez, y dictaminar el daño que tiene un edificio para identificar qué tan profundo penetró en el filo en la piel.

Una simple vista, el deterioro parece grave. A pesar de la fachada no muestra signos de fragilidad, en algunos de los 28 departamentos se observa grietas profundas en el aplanado de las escaleras, vitrinas quebradas y muebles fuera del lugar.

Márquez es uno de varios expertos que ofrecen servicios de manera gratuita para el proyecto de estructuras resentidas por el temblor de 7,1 grados que el 19 de septiembre sacudió el centro del país. Autoridades que ofrecen la misma ayuda, pero el número de peticiones para la revisión de propiedades se ha deshabitado y el voluntariado ha convertido en una solución eficaz.

Sólo inicia su segundo día de trabajo y va acompañado de Gabriel Martínez. Ambos forman parte de “Salva tu casa”, una plataforma colaborativa creada un día después del sismo para enlazar un grupo de arquitectos e ingenieros con los ciudadanos temerosos de que su vivienda en la oficina de volver a ser inhabitable una causa del terremoto.

Mientras que otros y otros recorren calles y edificios de la capital mexicana, los fundadores del proyecto permanecen en el centro de control: una casa de dos pisos en la colonia Roma Norte -una de las más afectadas por el terremoto que hasta el momento ha dejado 305 muertos y más de 2 mil heridos- donde cuatro amigos de diferentes profesiones coordinan cientos de voluntarios que han puesto en pausa sus vidas para ayudar.

Las autoridades locales han informado que desde el sismo se han derrumbado menos de 38 estructuras, pero el movimiento telúrico del martes dejó otras millas de viviendas vulnerables. El gobierno capitalino refirió el viernes por el temblor ha recibido casi 4 mil informes de personas que solicitan la inspección de sus bienes, pero no hay brigadistas ni horas en el día que alcancen para responder a la velocidad esperada: un pesar de contar con 3.600 expertos , solo han logrado revisar poco más de dos mil.

“Salva tu casa” se volvió operativo la noche del miércoles y hasta ahora ha registrado unos 400 voluntarios y casi mil 400 viviendas que requieren supervisión, de las cuales tienen la oportunidad de evaluar una veintena.

Antonio Aldana es un arquitecto de 28 años que se enteró de la existencia de la plataforma a través de Facebook. Dice that intentó apoyar a las víctimas del terremoto desde la mañana posterior al sismo como brigada en la colonia Narvarte, pero la tarea de remover escombros con picos y palas rápidamente se saturó. “Igual ayudo más con la cédula que con las manos”, se dijeron, y empezó a buscar alternativas que le permitieron brindar apoyo desde su especialidad.

“En una situación de crisis como no hay profesión inútil”, asegura.

Antes de iniciar su primer día de inspecciones como voluntario, recibirá media hora de capacitación. Al frente del grupo de unos nueve especialistas que no parecen rebasar los 30 años de espera Márquez, el arquitecto que disecciona los edificios como cuerpos humanos, para los instrumentos en los fundamentos que no pueden pasar por alto durante su evaluación.

Un edificio se divide por los tercios de abajo hacia arriba, las explicaciones, y los daños materiales en la planta baja son los que representan el riesgo principal. De este modo, sostiene, sabrá calificar la estructura de acuerdo a un semáforo -verde para el riesgo bajo, amarillo para el medio y el rojo para arriba y sugerir a la gente si puede continuar el uso del lugar o el suyo debe desalojar.

Sus nuevos discípulos lo miran con admiración, toman nota, preguntan inquietudes y luego salen en grupos de tres o cuatro a trabajar.
Márquez y su colega son dos de los arquitectos con mayor experiencia en “Salva tu casa”. Ellos, junto a un grupo reducido de especialistas, los líderes de los servicios para los clientes, a su consideración.

Los doce inquilinos del edificio que revisan el viernes en la calle de Manzanillo, en la misma colonia Roma, esperan a Márquez con ojos de angustia desde la acera. Aunque varios de ellos buscaron otras opiniones, también en el gobierno, “Salva tu casa” fue el primero en responder.

Hay grietas profundas al interior y al exterior -explicado después de saludar y preocuparse de que su patrimonio se derrumbe.
Calma, dice el arquitecto, vamos a ver.

Márquez palpa los muros, trepa una reja, espía por debajo de los techos y después de unos minutos sonríe casi con ternura. “Esto era de esperarse”, asegura mientras desprende un trozo y ancho de plano de una pared.

“El yeso es muy escandaloso, es el falso síntoma”, dice aún sonriente y su auditorio respirar con alivio.

La visita a este edificio de siete plantas se encuentra en una zona de treinta minutos, pero se prolonga por casi una hora. Aunque Márquez asegura que no hay de qué preocuparse porque el daño es superficial – los efectos del terremoto se quedaron en la piel, sin llegar a la vista de una preocupación.

Asegura, una y otra vez, que las grietas que los inquilinos le muestran son “escandalosas”, pero no estructurales; que las columnas sean resistir otro embate de la tierra y que tras una reparación de acabados y superficies no hay por qué temer.

“Consultar un experto después de un sismo es indispensable porque sabes buscar lo que la gente no especializado puede ver”, dados a los inquilinos que ahora respiran sin agobio. “El arquitecto identifica al enemigo silencioso, los daños no aparentes”.

Agradecidos y sonrientes, todos los que la mano antes de volver a entrar.

Un edificio presenta síntomas, dice Márquez al despedirse, y para evaluarlos un arquitecto necesita de sus habitantes como un médico de sus pacientes.

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