Ciudad de México, 24 ene (SinEmbargo).- Pocos días faltan para saber cómo será el Alfred Hitchcock diseñado por el ilustre actor inglés Anthony Hopkins, quien a los 75 años ostenta, además del título de Sir otorgado por la realeza británica, un carácter fuerte y un modo directo de decir las cosas.

Con adjetivos como “tonto” y “terrible”, el recordado protagonista de Silence of the lambs hace referencia al personaje que le tocó encarnar en la película de Sacha Gervasi que en México veremos a partir del 1 de febrero y que sigue la historia de amor entre el cineasta Alfred Hitchcock y su esposa Alma Reville durante el rodaje de Psicosis en 1959.

Para Hopkins, algunas de las películas del cineasta británico, considerado uno de los mejores en la historia mundial del séptimo arte, “fueron terribles”, fundamentalmente porque no supo retirarse a tiempo.

En una entrevista reciente al HuffPost Entertainment, el actor afirmó que la mejor época de Alfred Hitchcock, su periodo más fértil, fue el que se ubica entre 1954 y 1960, cuando el famoso director nacido en Londres en 1899 y muerto en Los Ángeles en 1980, produjo filmes paradigmáticos como  La ventana indiscreta, Vértigo, North by Northwest y Psycho.

De su compañera de elenco, “la reina” Helen Mirren, quien interpreta a Alma Reville, Hopkins dijo que “fue exactamente como yo esperaba: muy profesional, amable, excelente actriz, sin hacer ninguna tontería en el set”.

Las tonterías en el set tienen para el veterano actor, que ya encarnó en el cine a otros personajes históricos como el pintor español Pablo Picasso, la forma de los métodos de actuación que considera “basura” y del que hacen gala colegas y compatriotas como el laureado Daniel Day-Lewis.

Si Hopkins privilegia “lo natural”, se dedica a dormir entre toma y toma e insiste cada vez que puede en ver la actuación “como un trabajo” que no hay que llevarse a casa, es sabida la afición del protagonista de Lincoln por meterse en la piel de sus criaturas y mimetizarse a pleno en el carácter que le toca dibujar en la pantalla grande.

“Bueno, a mí no me llames Mr.Hitchcock en el set. Creo que eso es un montón de mierda. Simplemente no lo entiendo. Si los actores quieren hacer eso, está bien. Si quieren ser miserables, es cosa de ellos, pero no me interesa. Actuar es sólo un trabajo que hago. No estoy seguro de querer que mi vida sea miserable sólo para lograr un personaje”, manifestó Hopkins.

Claro que cualquier opinión al respecto por parte de Sir Anthony puede ser tomada como el reflejo de un resentimiento basado en el hecho de que ni él ni su compañera Mirren fueron tomados en cuenta para los Oscar que se entregarán en febrero. Hitchcock apenas ha sido postulada en la categoría de mejor maquillaje.

Precisamente, conseguir el aspecto adecuado sin que resulte artificial, fue uno de los mayores desafíos que Hopkins debió atravesar en el set. “Hicimos varias pruebas de cámara hasta alcanzar una imagen satisfactoria”, dijo el actor, quien conoció a Hitchcock en West Hollywood, a pocos días de que el cineasta obtuviera el título de Caballero británico, en 1980, el año en que también murió.

“La verdad es que no quise escuchar mi voz como Hitchcock o ver algunas de las escenas. Quise evitar toda experiencia de choque al respecto. Cuando finalmente vi la película editada, quedé muy contento con el resultado”, afirmó Hopkins a The Telegraph.

En Hitchcock, el papel de su fiel colaboradora Peggy Robertson quedó en manos de la australiana Toni Collette, recordada por sus trabajos en La boda de Muriel y  Little Miss Sunshine, entre otras.

“Peggy era una mujer sensata e inteligente que no le aguantaba ningún despropósito a Hitchcock. Y la verdad es que me pareció sumamente interesante descubrir que alguien que parecía tan capaz, también, de algún modo, renunció a tener vida propia para dedicarse a la trayectoria vital y profesional de otra persona. Por lo tanto, supongo que hubo algo que me gustó en cuanto a mi personaje en concreto, pero también me encantó la historia en su conjunto”, dijo la actriz al sitio cinemahoy.

Collette, de 40 años, considera a Anthony Hopkins “un verdadero ángel, tanto en el trabajo como en la vida”

“Desde luego, no es como Hitchcock. Ha hecho un trabajo realmente increíble dando vida a un personaje muy popular y aportándole mucha complejidad y humanidad”, afirmó.