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Gustavo De la Rosa

25/11/2023 - 12:04 am

Ay… Argentina de mis memorias

México era el exilio de argentinos y chilenos que esperaban aquí la oportunidad de regresar a su país, pero construyeron una nacionalidad mexicana y estaban partidos en dos. con la esperanza de aquellos refugiados españoles del 39 de poder volver algún día a su patria.

Javier Milei, Presidente Electo de Argentina. Foto: Rodrigo Abd, AP

Desde mi infancia, Argentina ha sido un país que me intriga y me emociona, con la madurez añado la simpatía por ese país y la preocupación por su devenir. Pero realmente nunca lo he podido entender ni descifrar, seguramente porque no soy un estudioso profundo de esa nación. Les cuento por qué. 

En 1955 yo tenía 9 años, y en una excelente radio Philips, mi padre escuchaba interesado las noticias que se transmitían sobre un golpe de estado en Sudamérica, por primera vez escuché las palabras Perón y Argentina. Por alguna razón me interesó seguir el desarrollo de los hechos y me molestó que Perón hubiera tenido que salir de su país, la descripción que hacían de él los locutores, lo volvían importante.  

Después escuchaba que en Argentina había muchos conflictos políticos, que había muchos gobiernos militares, y muy fuertes críticas a la economía peronista. Que, en mi juvenil entendimiento, se parecía a la política mexicana de Ruiz Cortines. Pero los ricos y militares argentinos no la aceptaban.  

Ya entraba a mi adolescencia cuando llegó a la presidencia alguien de apellido Frondizi, quien duró algunos años como Presidente y Argentina empezó a conocerse como un país industrial, pero la característica general era una constante lucha entre peronistas y militares, luego otro golpe de Estado y una serie de gobiernos de corta duración.

Para entonces, en 1960, tenía ya 14 años, y hubo hechos importantes que despertaron mi interés por la política: el triunfo de la Revolución Cubana, la elección de Kennedy estremeció al mundo y dos años después la invasión a Bahía de cochinos en Cuba y la crisis de los misiles obligó a los jóvenes de aquel tiempo a madurar en fast-track y darnos cuenta de que existía un mundo con grandes contradicciones entre dos grupos de países. Hablo de la Guerra Fría.

Y el interés de mis amigos, también se extendió a Argentina, que seguía dando noticias de cambios repentinos y breves de gobiernos, pero con un repentino desarrollo, otra vez mejorando la vida de los muchos. 

Mientras en el 63-64, tras el asesinato de Kennedy, las marchas de Luther King, Malcolm X, por los derechos civiles y contra la discriminación, la segunda etapa del Rock & Roll, Los Beatles y los Rolling Stones, Bob Dylan inundaban nuestros sueños de cambiar al mundo para vivir en paz y con amor. Otra vez Golpe de Estado Argentina en 1966. Carlos Onganía apoyado por las bayonetas y el FMI impuso por la fuerza un estado autoritario y dictatorial que canceló prácticamente la libertad de expresión y persiguió a los peronistas con el adjetivo de comunistas, invadió las universidades y expulsó a los intelectuales. En México, dos años después, los jóvenes enfrentamos una persecución similar acusándonos de comunistas, a quienes luchamos por un poco de democracia, libertad y dignidad.  

Después del 68, el presente de entonces, no dejaba dudas, los gobiernos latinoamericanos habían importado la Guerra Fría a sus países, para perseguir y eliminar toda oposición con el pretexto de combatir “la Ideología Marxista” a la manera del santo oficio. 

Para nosotros vinieron 50 años de lucha sin descanso, empezamos en algunas universidades estatales, otros fueron a la guerrilla urbana, nosotros a la lucha sindical por los derechos humanos y la organización partidaria y electoral.

En Argentina, recuperaron las elecciones, se legalizó el Peronismo y hubo 6 años de cambios políticos, tratando de establecer un régimen de solidaridad social, y a la muerte de Perón en 1974, lo sucedió Isabel (con su consejero López Rega) y un Gobierno caótico, débil, difícil gobernar en una crisis global y la mano dura después del asesinato de Allende.

Y en 1976 otra vez el golpe de Estado. Feroz inhumano, asesino, junto con Chile, Uruguay, Brasil. Años negros, años de luto permanente.  

En México no era dictadura, pero sí“dictablanda”, y así solo impulsados por la adrenalina de la resistencia y la esperanza de otro futuro en México caminamos paso a paso; en cambio los argentinos sufrieron lo peor, un genocidio sin piedad y solo la voz y valor inaudito de las Madres de la Plaza de Mayo ofrecían una chispa de volver a la paz. 

México era el exilio de argentinos y chilenos que esperaban aquí la oportunidad de regresar a su país, pero construyeron una nacionalidad mexicana y estaban partidos en dos. con la esperanza de aquellos refugiados españoles del ’39 de poder volver algún día a su patria. Pero, así como canta Joaquín Sabina En Buenos Aires nos acechan los fantasmas /Del pasado y cada tango es una confesión/Cuando en el mundo ya no quede nada/En Buenos Aires la imaginación”, y por fin en diciembre de 1983, esa gran imaginación convertida en una batalla constante permitió el retorno de la Democracia a Argentina con Raúl Alfonsín.

Pero ya había cambiado la estructura económica, ahora Argentina era una especie de propiedad por adeudos de FMI y del Banco Mundial, adeudos contraídos y pactos firmados por las dictaduras militares.

Desde entonces la democracia argentina ha dado tumbos junto con la inestabilidad económica, pues el país debe más de lo que puede pagar. Y los gobiernos conservadores aumentan las deudas y empeña más y más al país.

El peronismo como una opción de Gobierno con cambios en la economía ha logrado subsistir, pero la variabilidad en el electorado argentino que ha elegido 10 presidentes de cuatro partidos diferentes ha dado oportunidad a los conservadores al tener el poder a amarrar más al país al centro financiero global, con nuevos endeudamientos, para (otra vez en uso de su imaginación) terminar votando por “El loco”. Y la preocupación aumenta, porque después de cada periodo caótico, de cada pérdida de la fortaleza del Gobierno civil, lo que viene es un golpe de estado, y ciertamente los jóvenes que hoy votaron masivamente para gastar dólares imaginarios, no sufrieron, ni tiene ni idea de lo que significa el golpe de estado en ese pueblo del Sur de América.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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