Economía Hoy

Eliminación de cinco ceros a la moneda de Venezuela enloquece precios de comida y gasolina

27/07/2018 - 3:08 pm

Según las estadísticas del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, la canasta de la compra básica mensual para una familia venezolana subió a 654 millones de bolívares en junio, 186 dólares, el equivalente a 126 salarios mínimos.

Desde noviembre de 2017, Venezuela está firmemente anclada en la hiperinflación por el hundimiento de su producción de petróleo. Foto: Fernando Llano, AP.

Ciudad de México, 27 de julio, (EconomíaHoy/SinEmbargo).- Con su decisión de ampliar la reconversión monetaria y eliminar cinco ceros a los billetes en vez de los tres previstos, Nicolás Maduro ha conseguido enloquecer por completo el sistema de precios venezolano. Mientras los precios de la canasta básica se están duplicando en cuestión de tres semanas, la gasolina se ha convertido en algo ‘impagable’: literalmente, no habrá forma humana de pagar por su precio, reducido a diezmilésimas de bolívar, una cifra tan microscópica y desvalorizada que no habrá moneda ni transferencia capaz de gestionarla.

Desde noviembre de 2017, Venezuela está firmemente anclada en la hiperinflación por el hundimiento de su producción de petróleo, que ha diezmado sus ingresos en divisas; el desplome completo de su sistema productivo, consecuencia en gran medida de las nacionalizaciones de industrias realizadas por el expresidente Hugo Chávez; y el control de cambios, que obliga a los comerciantes a comprar dólares en el mercado paralelo -cuyo valor se ha disparado- para importar todo tipo de bienes de primera necesidad.

Un círculo vicioso que Nicolás Maduro no sabe frenar y se ha limitado a cubrir con emisiones indiscriminadas de bolívares para tapar el descomunal agujero en las cuentas públicas -del 20 por ciento en 2015, el último año con datos-. El resultado es una hiperinflación cada vez más veloz, que está disparando el precio de cualquier producto a niveles exorbitantes.

CANASTA DE COMPRAS “MILMILLONARIA”

Así, según las estadísticas del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), una de las instituciones independientes que estima la inflación ante la falta de estadísticas del Gobierno, la canasta de la compra básica mensual para una familia venezolana subió a 654 millones de bolívares en junio, 186 dólares, el equivalente a 126 salarios mínimos (incluyendo el bono de alimentación).

Aun así, teniendo en cuenta que desde el pasado 4 de julio los precios se han duplicado aproximadamente, según los cálculos de Bloomberg, es muy probable que la canasta mensual ya supere a estas alturas los mil 200 millones de bolívares, una cifra descomunal. A este ritmo -duplicándose los precios cada mes-, a final de año, los bienes básicos para una familia alcanzarían los 38 mil 400 millones de bolívares. Aunque es muy probable que esta estimación se quede corta.

LA GASOLINA, GRATIS

Por este motivo Maduro ha ordenado retirar cinco ceros de los billetes, una fórmula ya probada por todos los países con hiperinflación sin demasiados resultados. Al menos, 384 mil bolívares soberanos no suena tan escandaloso como 38 mil 400 millones.

El problema es que los sistemas de pago no están preparados para gestionar los precios más pequeños -inferiores a 50 mil bolívares actuales, 0.5 soberanos-, por lo que el Gobierno ordenó subir los precios de los mismos a la cincuentena de millar superior. Por ejemplo, el transporte tendrá que pasar de 30 mil bolívares actuales a al menos 50 mil, acelerando aún más la inflación. Los problemas durarán por lo menos las primeras semanas, hasta que la hiperinflación vuelva a subir los precios lejos de esos niveles.

Pero lo más absurdo ocurrirá con la gasolina. En la actualidad, el litro de gasolina está fijado entre 1 y 6 bolívares, según el tipo de combustible. Para evitar una subida descomunal de los precios, a 50 mil bolívares de golpe, el Gobierno ha ordenado mantener fijo el precio en su nivel actual. Es decir, el litro de combustible más barato ahora costará la absurda cantidad de 0.00001 bolívares soberanos. Una cifra impagable en efectivo -no hay billete ni moneda tan pequeña- ni por tarjeta -el coste bancario de la transacción le costará más a PDVSA de lo que ingrese por la venta-. En otras palabras, la gasolina será completamente gratis.

¿Y AHORA QUÉ?

A este ritmo, con base a los datos de Bloomberg, la crisis venezolana ya se situaría en el puesto 28 de la historia según la tabla de los profesores Steve Hanke y Nicholas Krus, igualada con la que vivió Bolivia entre 1984 y 1985, y justo por detrás de la de Argentina al final del mandato de Raúl Alfonsín (1989). Y todo apunta a que seguirá empeorando, ya que el Gobierno de Maduro no está tomando ninguna nueva medida diferente a las ya intentadas sin éxito por él mismo en los últimos 6 años.

Los manuales de economía recuerdan que la solución es reducir el déficit público, frenar la emisión de moneda y anclar la divisa a un bien estable, como una moneda extranjera o una materia prima. Sin esas medidas, y sin un cambio de política del Gobierno, la única pregunta que queda es si Venezuela seguirá escalando puestos en la tabla de hiperinflaciones históricas. La primera es un hueso duro de roer: en Hungría, después de la Segunda Guerra Mundial y en medio de la toma de poder del Partido Comunista, se llegó a emitir un billete de 100 trillones de pengos, que en un par de días dejó de tener ningún valor. Por desgracia para los venezolanos, las hiperinflaciones no son una catástrofe natural ni desaparecen por sí solas.

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