En 20 años, Laura Ballesteros Mancilla ha sido militante del PAN, candidata del Partido Verde, integrante del Gobierno de Mancera, miembro de la campaña de Xóchitl Gálvez para el Senado en 2018, funcionaria del Gobierno de Luis Donaldo Colosio y coordinadora de la campaña presidencial de Movimiento Ciudadano.
Ciudad de México, 28 de febrero (SinEmbargo).- Laura Ballesteros Mancilla ha cuestionado a la vieja política desde que llegó a su escaño en el Senado. Como coordinadora de la campaña presidencial de Jorge Álvarez Máynez ha arropado este discurso que enarbola el partido naranja, aún cuando sus cuadros provienen de esos mismos partidos de los que dicen ser diferentes.
Jorge Álvarez Máynez, por ejemplo, se ha presentado como “el candidato de lo nuevo aún cuando fue regidor de Zacatecas en 2004 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Diputado de 2010 a 2013 por Nueva Alianza, partido ligado a la maestra Elba Esther Gordillo, y después por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ballesteros Mancilla no es ajena a estos partidos de la vieja política. A la posición que hoy ocupa en el Senado como suplente de Xóchitl Gálvez, candidata presidencial del PRI, PAN y PRD. Algo que el panismo le ha recordado. Precisamente los inicios en la política de Laura Ballesteros fueron de la mano del Partido Acción Nacional (PAN), aunque no de la mejor manera.
Fue desde junio de 2007, cuando el periodista Daniel Lizárraga dio a conocer, primero en la revista Proceso y después en La corrupción azul, cómo Ballesteros se hizo pasar como integrante de la sociedad civil para obtener y vender en noviembre de 2006, al equipo de transición de Felipe Calderón Hinojosa, información sobre los legisladores que integrarían el Congreso, a quienes entrevistó, ocultando su militancia panista, como parte de un supuesto proyecto de investigación, que nunca se hizo público, para conocer qué iniciativas podrían respaldar conforme a su perfil.
“Durante las encuestas, los diputados definieron sus posturas respecto a las reformas Energética, Laboral, Electoral, Fiscal, del Estado y del Distrito Federal”, escribió en La corrupción azul, Daniel Lizárraga. Y añade más adelante. “Quien tenía esta información sobre los diputados sabe quiénes podrían hacer su voto diferenciado del resto de su bancada”.
Bajo el amparo de la firma Consultores en Diseño de Estrategias Político-Legislativas, como dio a conocer Lizárraga, Ballesteros Mancilla obtuvo un contrato por adjudicación directa por 2.9 millones de pesos del equipo de transición de Calderón por esta información, pese a que su empresa se creó apenas unos días antes de haber obtenido este contrato por medio del cual dio información personal de legisladores de oposición y del mismo panismo.
La misma Auditoría Superior de la Federación, como reseña Lizárraga, reprobó que se contratarán los servicios de una empresa antes de que estuviera constituida legalmente, además de observar de que no existía certeza de que el trabajo pagado realmente se entregó en tiempo y forma. Fue el caso de este trabajo como de otras asesorías.
Pese a la polémica, Laura Ballesteros siguió en el PAN en donde incluso obtuvo una diputación local en el Congreso de la Ciudad de México, hasta que en 2015 rompió con el partido en el que había militado por 14 años para integrarse, en 2015, al eterno aliado del poder: el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
“Veo con preocupación que el PAN que conocí como ciudadana no existe más en el Distrito Federal y ha sido sustituido por intereses particulares con los cuales no coincido”, argumentó Ballesteros en su renuncia. Meses después sería presentada como la candidata del Partido Verde a la Jefatura Delegacional de Miguel Hidalgo, una elección que perdería contra Xóchitl Gálvez.
Ese mismo año, luego de que había criticado el manejo de Miguel Ángel Mancera en la Ciudad de México, Ballesteros se incorporaría a su equipo como subsecretaria de Planeación de la Secretaría de Movilidad, cargo que dejaría en marzo de 2018, ya como miembro de Movimiento Ciudadano, para sumarse al equipo de campaña de Xóchitl Gálvez en su camino al Senado, de quien ella sería suplente.
Hoy cierro ciclo en @GobCDMX. Ha sido el más grande honor trabajar x la CDMX e inicidir en el cambio d modelo d Movilidad.
Gracias Jefe @ManceraMiguelMX x la oportunidad, x la trinchera, por creer en mí y en la fuerza de la Soc. Civil.
Voy con @XochitlGalvez, juntas al FRENTE. pic.twitter.com/vRyY8voGm3
— Laura Ballesteros Mancilla 🚲💜💪 (@LBallesterosM) March 20, 2018
El siguiente paso de Ballesteros, ya de la mano de Movimiento Ciudadano sería en la Alcaldía de Monterrey como Secretaria de Desarrollo Sostenible, cargo en el que estuvo de septiembre de 2021 a noviembre de 2022, en medio de señalamiento de supuestas fricciones con el Alcalde Luis Donaldo Colosio Riojas.
El propio Colosio Riojas reconoció, según consigna El Norte, que hubo un desgaste en la Secretaría de Desarrollo Sostenible, ante el retraso de la entrega de permisos de alto impacto, por lo que anunció que la entonces funcionaria renunciaría por común acuerdo.
Inicia una nueva historia en Monterrey, con @colosioriojas.
Lugar de gente trabajadora, echada para adelante, emprendedora, con mucho corazón. Honro ese sello, y juntxs, vamos a construir el presente y futuro de su gente.
Me integro como Secretaria de Desarrollo Sostenible 🚲. pic.twitter.com/4LrHOaf2Hg
— Laura Ballesteros Mancilla 🚲💜💪 (@LBallesterosM) September 28, 2021
Lejos de ser relegada por su actual partido, Ballesteros se sumó a los órganos directivos en la Coordinación Nacional de Movimiento Ciudadano. “De cara al 2024, hay que vincular las causas y la política con el activismo ciudadano en todas las ciudades, y en eso trabajaré”, declaró a la prensa en noviembre de 2022.
En esa posición estuvo hasta que un año después rindió protesta ante el Senado para suplir a Xóchitl Gálvez, con quien ahora compite como coordinadora de campaña de Jorge Álvarez Máynez, quien como Ballesteros dicen pertenecer a una nueva clase política.
