La canonización del Papa Juan Pablo II fue un tema político: activistas; exigen castigo por los casos de pederastia

28/04/2014 - 12:05 am
Ante más de 800 mil personas Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos. Foto: Efe
Ante más de 800 mil personas Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos. Foto: Efe

Por Shaila Rosagel, Linaloe R. Flores y Marco Antonio Martínez

Ciudad de México, 28 de abril.- La canonización de Juan Pablo II fue un asunto político que busca revitalizar la imagen de la Iglesia Católica tras los escándalos de pederastia, pero, a la vez, también enfrentará a la institución a una “doble imagen” del nuevo santo: a la del protector de los jóvenes y al encubridor de los violadores de niños, expresaron ex sacerdotes y expertos en religión.

Ayer, ante más de 800 mil personas, el Papa Francisco proclamó la santidad de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II y pidió, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, que ambos pontífices sean inscritos en los libros de los santos de la Iglesia.

Alberto Athié Gallo, ex sacerdote católico, indicó que la Santa Sede determinó que el Papa Juan Pablo II no fue responsable de encubrir los casos de pederastia que durante su pontificado se denunciaron en todo el mundo, sin embargo el Comité de los Derechos del Niño a la Santa Sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), resolvió que no sólo el ahora santo tiene responsabilidades en el tema de abusos en contra de los infantes, sino la institución como tal.

“Lo que ahora va a suceder es que Juan Pablo II tendrá una doble imagen: según la iglesia es un hombre santo, según la ONU, es un hombre que no pudo hacer justicia, entonces, qué pasará con los niños católicos cuando en las escuelas otros niños les digan: ‘Oye ese santo no protegió a los niños’”, dijo.

Antes de la canonización, Athié solicitó a la ONU intervenir para que la Santa Sede detuviera el proceso de canonización del Papa Juan Pablo II, hasta que no se determinara si era culpable de encubrimiento de la pederastia al interior de la Iglesia Católica.

En el marco del “Foro Internacional: el significado del informe del Comité de los Derechos del Niño a la Santa Sede y las implicaciones para México”, Athié dijo que el Papa fue informado de los abusos sexuales a niños por parte de Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo y decidió callar y no emprender ninguna acción en contra del pederasta.

“Él como legislador y responsable del poder Ejecutivo de su Estado, está implicado en la responsabilidad de encubrimiento y estamos seguros que lo fue del padre Maciel, por eso hemos pedido se detenga, no estamos en contra de la canonización, pero tampoco estamos a favor. Queremos que se detenga el proceso hasta que no se diriman las responsabilidades”, dijo en aquella ocasión.

Alberto Athié. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Alberto Athié. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Athié explicó que en los jóvenes el contraste entre ambas imágenes será más importante.

“Los jóvenes igual, porque el Papa será reconocido como patrono de la juventud, y los jóvenes son muy críticos y los dobles lenguajes morales, a ellos les impacta mucho, les confronta”, dijo.

El ex sacerdote agregó que desde México él y un grupo de abogados seguirán integrando expedientes de niños abusados por curas pederastas para llevar los casos ante los tribunales internacionales.

La responsabilidad no es sólo para Juan Pablo II, sino también para Benedicto XVI e incluso para el Papa Francisco.

“Este nuevo Papa habla muy bonito, sabe dar discursos y es muy mediático, pero así no se hace justicia y apelaremos al derecho internacional”, dijo.

CANONIZACION: DECISIÓN POLÍTICA

La canonización simultánea de los papas Juan XXIII (Angelo Giuseppe Roncalli) y Juan Pablo II (Karol Woktyla) no debe entenderse como un hecho fortuito, sino como una decisión política que entre sus muchos objetivos está el de revitalizar a la Iglesia Católica, expresó Óscar Moha, fundador y director de la Asociación Civil “A favor de la Libertad Religiosa”.

“Para México –dijo el activista – esta doble canonización significará la acentuación de la opacidad en cuanto al panorama numérico de la fe; de modo que es probable que el crecimiento explosivo de otras congregaciones no sea estudiado con suficiencia en aras de no ponerle un foco mediático”.

México es microcosmos de la presencia mayoritaria de la Iglesia Católica: el Censo de Población y Vivienda de 2010 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi) indicó que hay una población de 112 millones 336 mil 538 habitantes, de los cuales el 89.3 por ciento es católico; es decir, 92 millones 924 mil 489.

Al tiempo de esta extensa presencia, en el paisaje se observa que las iglesias evangélicas han tenido un crecimiento exponencial. Las agrupaciones con mayor crecimiento en la década que estudió el Censo son las pentecostales y neopentecostales: la Luz del Mundo, Asamblea de Dios y Amistad Cristiana, entre otras, que suman un millón 782 mil 21 fieles cuando en 2000 no llegaban ni a 300 mil.

Óscar Moha reconoció el riesgo de que la defensa de la fe se institucionalice al contar con santos.

En el territorio mexicano, la violencia no sólo se debe al crimen organizado. La intolerancia religiosa ha dejado más de 500 enfrentamientos entre 2006 y 2013 [lapsos de los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto] y según la Secretaría de Gobernación, sólo se han resuelto 17. Expulsiones, quema de casas, negación de los panteones municipales constituyen la crónica de un añejo encono entre católicos y miembros de otras religiones en los pueblos de México.

Moha también expuso que la canonización de Juan Pablo II le pone un velo a uno de los episodios de mayor corrupción en la historia reciente de esta organización mayoritaria que es el catolicismo: la actuación pederasta del padre Marcial Maciel mientras desarrollaba la cofradía de Los Legionarios de Cristo.

Considera que la omisión la cometieron tanto las autoridades del Vaticano como las de México. “El Papa Juan Pablo II, el cardenal Norberto Rivera Carrera y los obispos mexicanos supieron del caso. Antes o después, pero lo supieron. Qué lástima que no desarrollaran una cultura de denuncia”, exclamó.

La canonización de Juan Pablo II resulta polémica, porque dejó sin castigar a los sacerdotes acusados de pederastia, entre ellos al fundador de Los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel Degollado, y además porque el papado del polaco (1978-2005) se caracterizó por cerrarle el paso a la Teología de la Liberación, considera Edgar Cortez, investigador del Instituto Mexicano de Democracia y Derechos Humanos (IMDHD) y quien es licenciado en Derecho, Filosofía, Ciencias Sociales y Teología.

“Es una canonización muy polémica porque tiene esta perspectiva de un personaje muy carismático, mediático, que viajó mucho y generó mucha simpatía entre mucha gente, pero al mismo tiempo tiene otros asuntos que fueron muy cuestionables, como su falta de atención y respuesta al tema de la pederastia y su acción permanente de cuestionar, de cerrarle el paso y minar al movimiento de la Teología de la Liberación y a la iglesia que se inspiraba en la Teología con un compromiso social, entonces se lo cerró el paso al compromiso social de la iglesia con las causas de más apertura y progresismo”.

Es una canonización con claroscuros, porque se santifica a un personaje que protegió el espíritu de grupo de la iglesia al no castigar a los sacerdotes acusados de pederastas, pero se dejó sin atender a sus víctimas, dice Cortez.

“Eso lo hace una canonización con claroscuros, con el tema del agravante de la pederastia. No son casos individuales, sino una problemática estructural y eso no lo quiso atender y entender. En estos casos ha funcionado un espíritu de grupo, donde la Iglesia termina protegiendo a los suyos, a los sacerdotes y no a las víctimas. Ha realizado acciones que no resuelven y no enfrentan los problemas, como moverlos de parroquias, de las diócesis, hubo casos denunciados en algún lugar y curas movidos y movidos. Buscó negociaciones e hizo presiones a las víctimas para que no acudieran a la justicia civil y poner un castigo eclesial, generando a que se mantuviera la impunidad en estos casos. Evidentemente la idea que tiene la sociedad de un santo en cuanto a una persona que vive con las mejores virtudes de la religión católica no corresponde con él, porque es un Papa que contribuyó a que se mantuviera y preservara esta injusticia contra miles de víctimas en el mundo”.

La santificación de Juan Pablo II forma parte de la tendencia de la Iglesia Católica de hacer santos fast track, sin permitir una reflexión de las acciones y si éstas son ejemplares para el resto de los católicos, añade el ex director del Centro Miguel Agustín Pro.

“Es muy cuestionable, lo que plantea es que en el último tiempo la iglesia ha hecho lo que algunos teólogos han planteado que son canonizaciones fast track donde no hay suficiente reflexión y tiempo entre la vida y la muerte de una persona y valoración de sus virtudes que lo hagan ejemplo. Estos aspectos de pederastia y el impedimento del compromiso social son acciones que confrontan los valores esenciales del Evangelio, que serían el tema de la justicia, la protección a las víctimas y un compromiso con los sectores más desprotegidos de la sociedad frente a poderes que generan injusticia y desigualdad”, concluye.

FUE ENGAÑADO POR UN “ENFERMO MENTAL”: ARQUIDIÓCESIS

La Arquidiócesis de México afirmó que el Papa Juan Pablo II fue engañado por el fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, sobre las diversas acusaciones en contra del prelado mexicano, que después fueron demostradas, de abuso sexual a seminaristas.

En el artículo “Esa foto de Juan Pablo II y Maciel…”, publicado ayer en el semanario Desde la Fe, dice:

Desde luego no cabe pensar que el Papa avalara la conducta inmoral de Maciel, no es cierto que sabiendo que éste era pederasta lo encubriera porque era su amigo. Sucedió tristemente que Maciel lo engañó. Según consta por diversos testimonios, le juró que era inocente y el Papa le creyó.

“Juan Pablo II no pecó de ‘contubernio’ con un ‘monstruo’. Fue engañado, lamentablemente, por un enfermo mental”, agrega la publicación.

El pasado 25 de abril, el ex portavoz papal, Joaquín Navarro-Valls, dijo que Karol Wojtyla sí fue informado de las pesquisas hechas por la Congregación para la Doctrina de la Fe en contra el fundador de los Legionarios de Cristo, sin embargo, comentó que nunca conoció los resultados de las pesquisas.

Navarro-Valls se refirió también a la reacción de Wojtyla ante los primeros casos de abusos sexuales contra menores que comenzaron a llegar al Vaticano a finales de los años 90 del siglo pasado. Aunque reconoció que el Papa no se dio cuenta inmediatamente de la magnitud del flagelo, porque “nadie lo había comprendido en ese momento”.

Al respecto, la Iglesia Mexicana dice que “Wojtyla padeció en carne propia la persecución, el acoso de las autoridades comunistas, supo lo que se siente ser víctima inocente de enemigos que buscaban destruirlo. Incluso ya como Papa sobrevivió a un intento de asesinarlo”

Y agrega: “Así que cuando surgieron las acusaciones contra Maciel, (un sacerdote aparentemente ejemplar, que había logrado una obra colosal con seminarios, universidades y escuelas en muchos países, numerosos sacerdotes e incontables laicos con una notable espiritualidad de oración diaria, participación en obras de caridad, apostolados, conocimiento de la fe, gran amor y respeto por la Iglesia), y él personalmente le aseguró que las acusaciones eran falsas, le creyó”.

Comentó que décadas antes Maciel había sido acusado e investigado y se había sometido “mansamente a todo el proceso (lo cual dio muy buena impresión), y había sido exonerado, así que parecía que ahora de nuevo estaba siendo falsamente acusado”.

 

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