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La Verdad Juárez

¿Dónde está Esmeralda? Tenía 14 años cuando desapareció; familia la busca desde 2009

28/05/2022 - 12:14 pm

Encarcelados, amenazados, golpeados y engañados, los integrantes de la familia Castillo Rincón, sin embargo, no cejan la búsqueda de Esmeralda quien desde mayo de 2009 no vuelve a su casa.

Por Marco Antonio López

Ciudad Juárez, 28 de mayo (La Verdad).– La tarde del martes 19 de mayo de 2009, Esmeralda Castillo Rincón tomó un camión de transporte público de su casa al Centro en Ciudad Juárez, Chihuahua. En el cruce de Rafael Velarde y Vicente Guerrero debió tomar otro camión para llegar a la escuela secundaria Técnica 79. Exactamente en ese punto se perdió su rastro. Tenía 14 años.

En ese momento la ciudad atravesaba un proceso de militarización. Luego de que el entonces Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, anunció lo que llamó “guerra contra el narcotráfico” y alrededor de 11 mil 840 elementos del Ejército, de la Policía Federal, así como del Estado se coordinaron bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para patrullar Ciudad Juárez.

La seguridad pública se puso en manos del Ejército un año antes de que Esmeralda desapareciera en el Centro de la ciudad.

José Luis Castillo, papá de Esmeralda, tiene ahora 62 años. Está parado en el cruce de Rafael Velarde y Vicente Guerrero. Martha Alicia Rincón tiene 61 años, tenía 48 años cuando empezó a buscar a la más pequeña de sus hijas. A Martha no le gusta pasar por este cruce. Tiene 13 años que evita pasar por aquí cada vez que puede.

Martha Alicia Rincón y José Luis Castillo colocan pendones con el rostro de su Esmeralda, desaparecida el 19 de mayo de 2009. Foto: Marco Antonio López vía La Verdad.

“Prefiero rodear, aunque camine más, para no pasar por aquí”, dice.

Y, sin embargo, cada año, por lo menos una vez, vuelve.

Es 19 de mayo y Martha y José Luis vienen a recordar. A recordarse a sí mismos. A recordar a las autoridades y a recordar a la comunidad juarense que hace 13 años Esmeralda Castillo Rincón no vuelve a su casa. A este acto la familia de Esmeralda Castillo lo nombró Brigada Contra el Olvido.

Están su papá y su mamá, su hermana y hermano mayores, sus sobrinos –algunos que no la conocen pero la buscan– pegan pendones con su fotografía, la imagen de Esmeralda a los 14 años y otra con una progresión de edad. La apariencia incierta que podría tener a los 27 años.

José Luis avanza de la mano de uno de sus nietos, un niño pequeño de siete años que cuenta que la idea de pegar la fotografía de su tía en los postes de la ciudad fue suya y de su hermano mayor. Se despiden de Martita, una mujer a la que le compran pan dulce cada año pese a que no les quiere cobrar. Van pegando las pesquisas por el Centro hasta llegar a la Presidencia cerca del mediodía bajo un sol que mantiene la temperatura en 36 grados Centígrados. Una camioneta se detiene para regalar agua a la familia.

“No me olviden, falto yo”, el mensaje de búsqueda de Esmeralda el 19 Mayo 2022. Foto: Marco Antonio López vía La Verdad.

Así pasan por la Fiscalía General del Estado, donde un guardia saluda a José Luis y le dice “No desmayes hombre, no desmayes”. Van luego a la Fiscalía Especializada en Atención a las Mujeres Víctimas del Delito por Razón de Género y la Familia (FEM) donde otro guardia saluda a José Luis y le ofrece un cigarro, que José Luis fuma mientras pega una pesquisa en la entrada principal.

“Nos vemos luego”, le dice el guardia cuando se despiden. Y es que en los últimos años realmente se han visto una y otra vez.

LA FISCAL

El 28 de enero de este año, por ejemplo, José Luis y sus abogados, David Peña y Karla Michel Salas, acudieron a la FEM para entrevistarse con Diana Morales Rincón, coordinadora de la FEM Zona Norte, quien los citó ese día. Ahí les dijeron que no los podrían atender porque Diana Morales tuvo que salir a Chihuahua.

Sin embargo pudieron verla en el edificio por lo que le exigieron una respuesta. De acuerdo con José Luis Castillo y un comunicado que lanzaron sus abogados tuvieron una reunión en la que Diana Morales les dijo que “no tiene sentido seguir con el caso en desaparición, pues es obvio que Esmeralda está muerta”.

José Luis exige desde entonces que la funcionaria le aclare “en qué basa esa afirmación tan fuerte. Si tiene información de la muerte de Esmeralda nosotros como su familia tenemos el derecho a saberlo”.

Sin embargo, cuenta José Luis, la funcionaria refiere que es “obvio que está muerta” basándose solo en el hecho de que tiene trece años desaparecida. Foto: Marco Antonio López vía La Verdad.

Sin embargo, cuenta José Luis, la funcionaria refiere que es “obvio que está muerta” basándose solo en el hecho de que tiene trece años desaparecida, “pero no tiene una causa de muerte, no  hay una prueba científica. Incluso la tibia que me entregaron, yo le pregunté si una tibia era un órgano vital”.

LA TIBIA DEL PIE IZQUIERDO

José Luis Castillo cuenta que cada vez que un Presidente de la República visita la ciudad, las autoridades del Estado citan a los familiares de mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio en la Fiscalía para revisar avances en su investigación pero que en realidad se trata de una forma de evitar que realicen manifestaciones, pues “nunca hay avances”.

Para el 14 de enero de 2015, José Luis y su esposa Martha pensaron que pasaría lo mismo cuando los citaron en Fiscalía el día que visitaba la ciudad el entonces Presidente, Enrique Peña Nieto. Por eso decidieron que Martha iría a Fiscalía y José Luis al evento del mandatario federal.

Efectivamente en la Fiscalía no tenían avances y en el evento al que acudió el ahora expresidente de la República para inaugurar obra pública, policías antimotines cerraron las vialidades aledañas para evitar el paso de manifestantes, estudiantes que protestaban por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y familiares de mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio.

En el Foro Escucha que organizó AMLO en Ciudad Juárez en agosto de 2018, José Luis Castillo saltó al presídium para pedir al presidente ayuda para localizar a su hija. Fotografía: Rocío Gallegos vía La Verdad.

Ese día un grupo de policías arrastró por el suelo a José Luis Castillo y a estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. El video en el que José Luis con la manta icónica que usa con la fotografía de su hija, es arrastrado por policías, se volvió mediático y fue una de las imágenes emblemáticas de la primera visita de Enrique Peña Nieto como Presidente a Ciudad Juárez.

Tres días después, el 17 de enero, José Luis Castillo fue notificado en su domicilio. Agentes del Ministerio Público le dijeron que debía pasar a Fiscalía para recibir un hueso de su hija, la tibia del pie izquierdo, que fue encontrado en el Arroyo del Navajo.

A pesar de que tres días antes le dijeron a Martha que no había avances, ese 17 de enero les notificaron sobre la existencia de un hueso que se encontró a alrededor de 100 kilómetros de distancia del punto de desaparición de Esmeralda y que estaba en el Servicio Médico Forense desde 2013, es decir, tenía dos años sin ser identificado. Entonces era Gobernador de Chihuahua César Duarte Jáquez.

LA CÁRCEL

Duarte Jáquez aún era el Gobernador de estado cuando el jueves 5 de abril agentes ministeriales acudieron al domicilio de José Luis Castillo para pedirle que los acompañara la Fiscalía General del Estado ya que necesitaban unas firmas para continuar la investigación por desaparición de Esmeralda Castillo.

Era Gobernador César Duarte esa tarde que le dijeron que también debía acompañarlo su hijo y a los dos los llevaron a la Fiscalía donde ambos fueron detenidos y acusados de robo a mano armada a una sala de masajes de la que, de acuerdo con la Fiscalía, robaron diez mil pesos y varios teléfonos celulares, además de acusarlos de portar un arma de uso exclusivo del Ejército, una ametralladora semiautomática corta.

José Luis Castillo y su hijo, José Luis Castillo Rincón, pasaron ocho meses internados en el Cereso 3, de Ciudad Juárez, hasta que se les declaró inocentes, por falta de pruebas, del delito que se les imputó.

“Yo sabía que un día nos íbamos a reír de eso que nos pasó, pero en ese momento créeme que fue muy duro, ver a mi hijo ahí por buscar a su hermana, no sabes”, dice José Luis mientras se traslada en un auto a la ciudad de Chihuahua para protestar frente a Palacio de Gobierno, el 20 de mayo de este año.

Unos días antes de ser detenido en ese 2012, José Luis Castillo y su esposa Martha Rincón, estuvieron en la Ciudad de México buscando a su hija luego de que una denuncia anónima señalara que Esmeralda era explotada sexualmente en esa ciudad. Entonces la familia pidió ayuda al Gobernador del estado, para poder realizar el viaje, pero el apoyo fue negado. La familia comenzó a vender hamburguesas para juntar el dinero e inició una campaña mediática buscando apoyo.

José Luis Castillo ha sido encarcelado, golpeado, ha caminado más de trescientos kilómetros para exigir respuestas, ha encarado a presidentes de la República, a gobernadores y a presidentes municipales durante 13 años y todos de alguna manera le han prometido que su caso va a ser investigado.

Tras la jornada de búsqueda de su hija, la familia Castillo llevó este año su Brigada Contra el Olvido a la Ciudad de Chihuahua. Ahí también colocaron pesquisas y pendones en la Cruz de Clavos frente a la sede del Ejecutivo estatal.

Luego se acerca a las puertas del Palacio para pedir una entrevista con la Gobernadora, María Eugenia Campos, pero los guardias le impiden el paso. Foto: Marco Antonio López vía La Verdad.

“Han pasado trece años y no hay resultados, las autoridades no hacen nada y nosotros no queremos que se olviden de nuestra hija”, dice José Luis mientras cuelga una manta frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua que dice “No me olviden, falto yo”, con la imagen del rostro de Esmeralda.

Luego se acerca a las puertas del Palacio para pedir una entrevista con la Gobernadora, María Eugenia Campos, pero los guardias le impiden el paso.

“No puede entrar con mantas”, le dicen.

Y deja la manta que lleva en las manos.

Entonces le cierran el paso porque lleva una manta sobre su ropa. Es que eso no es ropa, le dicen. Y se la quita para poder avanzar a una oficina en la que le dicen que no lo puede atender la Gobernadora porque no está. Pero espere a ver si puede venir a atenderlo el Fiscal, le dicen. Y José Luis se queda esperando a un funcionario que nunca llega.

De regreso a Ciudad Juárez, mientras el auto avanza en la oscuridad de la noche que cae sobre la carretera que conecta la capital con la frontera norte José Luis asegura: “Yo tengo esperanza, y tengo fe en Dios en que a pesar de estos trece años vamos a encontrar a mi niña”.

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