El cambio climático tiene múltiples consecuencias en la salud. Pediatras de los Estados Unidos ponen énfasis en la situación de la niñez.
Ciudad de México, 29 de octubre (SinEmbargo).- El cambio climático es especialmente resentido por los infantes. La asociación de pediatras más influyente de los Estados Unidos advirtió de los riesgos a la salud que conlleva el impacto industrial en el ambiente.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) detalló que los efectos en los niños incluyen secuelas físicas y psicológicas, causadas por infecciones, inseguridad alimentaria y desastres naturales relacionados.
“Factores del clima influyen en patrones infecciones de enfermedades como la enfermedad de Lyme, nacimiento de mosquitos y diarrea infantil”, dijo Samantha Ahdoot, autora líder de la declaración de la AAP, que representa a 66 mil pediatras.
En México, datos de Greenpeace, hacen hincapié en que el riesgo por el cambio climático se encuentra presente en el 15 por ciento del territorio nacional, y atenta contra el 68 por ciento de la población.
El clima incide en afectaciones que tienen un aspecto social, señaló la Academia en su declaración, como migraciones masivas y el aumento de zonas de conflicto.
“Ellos [los niños] son expuestos a un incremento en el riesgo de lesiones, muerte, perdida o separación de las personas que les dan cuidado”, dijo Ahdoot.
Un ejemplo podría ser el reciente conflicto sirio. Un estudio realizado por Universidad de California, de Santa Bárbara, apuntó que la guerra en Siria estuvo precedida por la peor sequía en su historia. Del 2006 al 2010. Y que dejó en la pobreza a más de 800 mil personas, de acuerdo con datos de la Unión Europea.
A nivel nacional, un análisis hecho para Greenpeace por miembros del Observatorio de la Conflictividad Social en México en el 2010 apuntó que gran parte de los conflictos sociales en el país estaban relacionados con las problemáticas del suelo y el clima.
Del 2007 al 2010, el 34 por ciento de los conflictos que atendió el Observatorio se debieron a la tenencia de la tierra, el 17 por ciento a la en defensa de la biodiversidad, el 14 por ciento a la defensa de bosques y selvas, y el 13 por ciento a la contaminación generada por un particular o empresa, un 10 por ciento a los movimientos en contra de actividades mineras y petroleras, y otro 10 por ciento en defensa del agua y en contra de su privatización.
Asimismo, la Academia hizo un llamado a los políticos para proteger a los niños de las amenazas del clima que pongan en riesgo el abastecimiento de agua y comida.
El año pasado un reporte de la Organización de Naciones Unidas explicó que el cambio climático estaba poniendo en un “riesgo potencial” a las condiciones de seguridad alimentaria alrededor del mundo.
La pesca en algunos países podrían caer hasta en un 60 por ciento, contrario a la idea que antes se tenía de que sólo la misma pesca haría reducir el número de alimentos que provienen del mar, estableció dicho reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Al tener este conocimiento en cuenta, la AAP explicó que sería una “acto de injusticia para todos los niños” no tomar medidas al respecto.
“Un cambio de paradigma en la producción y el consumo de energía es a la vez una necesidad y una oportunidad para la gran innovación, creación de empleo y beneficios significativos e inmediatos asociados de salud”, citó parte de la declaración .
