Joan Brossa: “La poesía visual no es un dibujo ni pintura, es un servicio a la comunicación”

30/12/2012 - 12:00 am

La poesía visual es una forma lírica experimental en la que la imagen, el elemento plástico, en todas la extensión de la palabra predomina sobre el resto de los componentes. Esta “técnica” no verbal, conforma un género propio, se ubica sobre todo en el campo de la experimentación y en la frontera entre los géneros literarios y plásticos, entre otras formas de expresión artística.

Lo distinto a lo convencional; aquello que no es habitual o, simplemente, lo “otro” suele ser lo enfrentado o lo contrario; también lo que nos define, por contraposición a aquellos que no somos. Sin embargo, en el caso de otras poesías –como lo es la visual– no pretendemos enfrentar nada, sino más bien incluir; pues no podemos seguir rechazando como ajena ninguna manifestación artística susceptible de ser poética; tampoco nos planteamos definir de manera general o reduccionista las expresiones más allá de la poesía escrita, pero sí queremos hacer visible y, con cierta continuidad, una serie de fenómenos que insertan el término poético en sus enunciados, implicándolo en disciplinas como el performance, las artes visuales, el teatro, la videocreación, polipoesía, poesía sonora, el cabaret, etcétera.

Limitar esta fenomenología de la creación al ámbito de la poesía actual sería olvidar toda una tradición cultural que nos hace remontarnos a las vanguardias de finales del siglo XIX y principios del XX, y con ellas mucho más atrás en busca de las innumerables manifestaciones heterodoxas de la poesía occidental. Desde los dadaístas, con Tristan Tzara a la cabeza, hasta un Joan Brossa más cercano a nuestros días, muchos son los que han tomado la poesía por los extremos y la han extendido y ampliado, creciéndose en caminos nuevos, en medio del resbaladizo campo de la experimentación y los ámbitos intermedios, tierras que a veces son de nadie, como las fronteras, pero que, en numerosas ocasiones, han sido campos abonados para romper moldes, transformar, provocar, crear nuevos espacios, sugerir o insinuar tendencias y desarrollar actividades que primero estuvieron en manos de los llamados outsiders y que más tarde fuera apropiadas, incluso deglutidas, por otros campos de la creación más estables, populares y hasta incluso comerciales.

Para Joan Brossa no existían distinciones de género ya fueran literarios, escénicos, visuales u objetuales. Para el artista nacido en Barcelona el 19 de enero de 1919 y fallecido en la misma ciudad, un día como hoy, pero de 1998, su vida en la experimentación se inició con la poesía hipnagógica basada en imágenes del estado de vigilia.

No obstante, el legado más importante y con el que es más reconocido es con su obra poética y teatral, que ejerció una considerable influencia sobre los grupos vanguardistas, incluyó numerosas colaboraciones con pintores, músicos y cineastas.

– Con información de Culturamas.es

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