Las facilidades para protagonizar un escándalo y cómo Internet ayuda a habilitar desórdenes sexuales

31/07/2013 - 12:00 am
Foto: zdnet
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Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).- ¿Internet ha acelerado el número de adicción al sexo? Mientras que hay quien sugiere que quienes presentan una afición desmedida al contenido erótico o abiertamente pornográfico en la red son sólo casos aislados, la aparición de figuras públicas dentro de estas estadísticas hacen pensar lo contrario.

En junio de 2011, Anthony Weiner renunció a su puesto en el Congreso estadounidense luego de que se convirtiera en el protagonista de un escándalo debido a la publicación de imágenes comprometedoras en la Red.

Dos años después, un nuevo escándalo del político del partido demócrata salió a la luz y los mensajes de texto fueron el telón de fondo para la reincidencia del ex congresista. No obstante, esto también sirvió para que algunos expertos ejemplificaran un fenómeno que cada día se vuelve más generalizado: los desórdenes sexuales asociados al uso de tecnología.

De acuerdo con Robert Weiss, trabajador social en Elements Behavioral Health de Los Ángeles, el número de personas que sufren de desórdenes sexuales habilitados por la tecnología moderna es un problema que va en aumento en Estados Unidos y tiende a empeorar, publicó el sitio The Verge.

“He estado en el campo del tratamiento sexual desde principios de los 90”, dice Weiss. “Entonces llegó Internet y pasamos de ser una pequeña boutique a tener filas en la puerta. Tenemos más de 150 clientes a la semana ahora. Tenemos de seis a ocho terapeutas. Sí, es peor.”

En el caso particular de Weiner, mientras este ha negado ser un adicto al sexo, él echa la culpa de sus problemas a la tecnología sobre todo a lo referente a su último escándalo, publicó The New York Times.

“Fue algo que la tecnología hizo posible e hizo posible para mí hacer cosas estúpidas. Quiero decir, lo que hice y el daño que hice, no sólo no pudo haber sido hecho antes, sino que era imposible hacerlo antes”, dijo Weiner.

Dicho de una manera menos intrincada que el político, la gratificación sexual es fácil de obtener en un mundo en el que las redes sociales, salas de video chat, aplicaciones y la pornografía misma dependen tan sólo de la velocidad de la conexión de red.

Foto: EFE
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Desafortunadamente para algunos, este acceso fácil se convierte en toda una “caja de Pandora” abierta para una serie de comportamientos obsesivos que pueden conducir a asuntos como el desempleo, matrimonios fallidos e incluso la prisión.

“Quizás hace 20 años una persona no se hubiera visto envuelta en este tipo de problemas por temor a la vergüenza de ser visto por otros en una tienda de libros para adultos”, dice el Dr. Rory Reid, psicólogo investigador de la Universidad de California en Los Ángeles. “Sin embargo, ahora el riesgo ha sido removido.”

Mientras tanto, los escépticos no han dudado en acusar a Weiner y otros como él de poner excusas, argumentando que el único problema que ellos sufren es una débil brújula moral.

La Asociación Americana de Psiquiatría, a su vez, ni siquiera reconoce la adicción al sexo como un trastorno diagnosticable. Sin embargo, aquellos que estudian y tratan los trastornos sexuales dicen que las personas racionales suelen actuar en función de su propio interés. De este modo, cuando la gente arriesga de manera imprudente una reputación duramente ganada, un estilo de vida y la felicidad de su familia, esa conducta es el signo claro de un trastorno.

En el caso de Weiner, éste admitió hace un par de años que mintió sobre el envío por Twitter de una foto suya en calzoncillos a una joven en el estado de Washington y reconoció que mantuvo contactos “indebidos” con al menos seis mujeres en internet durante tres años.

Sin embargo, en mayo de este año el ex Congresista de 48 años decidió regresar a la vida política tras anunciar su candidatura a la alcaldía de Nueva York.

No obstante, ahora un sitio reveló nuevas fotografías explícitamente sexuales y mensajes instantáneos que el político supuestamente envió a una joven de 22 años, las cuales habrían tenido lugar después de su renuncia en el Congreso hace dos años.

Por su parte, el candidato a la alcaldía de Nueva York aseguró en una rueda de prensa que no renunciará a la contienda tras la aparición de nuevas fotos comprometedoras. Sin embargo, el comportamiento del político en la red revela una tendencia.

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