El poeta Lázaro Izael habló con SinEmbargo sobre su obra: un libro de poesía para niños que sigue los pasos de un cosmonauta que se hace amigo de un gallo que vive en Marte, con el cual conoce las maravillas que esconde este planeta rojo.
Ciudad de México, 17 de mayo (SinEmbargo).– Un viajero interplanetario llega a Marte y empieza a explorarlo y descubre que en el planeta rojo hay gallos y se hace amigo de uno que le muestra las diferentes floras y faunas que hay ahí. La historia es narrada por Lázaro Izael en Gallo, el planeta estalla, obra editada por el Fondo de Cultura Económica y galardonada con el Premio Hispanoamericano de poesía para la infancia 2023.
“La poesía es un método de conocimiento e igual que la ciencia nos enseña, nos ayuda también a ver el mundo, a describirlo, a jugar con el lenguaje, a encontrar y expandir nuestros propios límites de lo humano, de lo animal. Creí que justo el lenguaje poético podía acercarnos a este planeta que si bien se ha dicho mucho de él, todavía sigue siendo un misterio para nosotros”, comentó Izael en entrevista con SinEmbargo.
El autor de esta obra expuso que a lo largo del proceso creativo de estos poemas estuvo acompañado de las Crónicas marcianas de Ray Bradbury. “Este libro me encanta, creo que por ahí puede también estar ahí un poco la fijación pensando en el libro de Gallo, el planeta estalla”.
Lázaro Izael compartió que esta obra muestra que la poesía nos ayuda a imaginar posibilidades, a ir contra la norma establecida. “Nos ayuda a pensar desde una manera más subjetiva y también plantea juegos que son muy cercanos a la infancia. Yo creo que la infancia siempre está en la lógica del juego, y ahí se pueden hacer cosas increíbles”.
Izael también platicó el objetivo que subyace en los versus de ser conscientes de la importancia de preservar cualquier planeta junto con sus especies. “Es una línea que va atravesando el poemario para hacernos conscientes de la manera en la que el planeta nos permite vivir, pero no solo a nosotros, sino también a las demás especies con las que estamos cohabitando, y la interdependencia que tenemos hacia ellas”.
“Entonces justo el poemario si te fijas solo está la voz del astronauta que convive con estas especies y que de alguna manera trata de moverse, quizás quitar lo antropocéntrico para situarse en estas otras especies que nos pueden mostrar maneras más amables de habitar y de dirigirnos a la Tierra. Pensar en este planeta rojo nos hace pensar obviamente también en nuestro planeta, y la manera en que debería de ser cuidado. El cuidado es lo que se puede estar contra el consumo desmedido y el cuidado nos hace ser conscientes de lo que está vivo y de cómo hay que mantenerlo vivo”.