Angélica Quiñónez habló con SinEmbargo sobre su primera novela: una historia de ciencia ficción en la que las mujeres biológicas se extinguen y orillan al mundo entero a revalorizar el papel del sexo femenino en la preservación de la especie humana.
Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).– La humanidad trata de salir de la “Exxtinción”, como se ha nombrado a la desaparición de todas las mujeres biológicas. Ese momento registrado un sábado de 2025 vuelca todo el conocimiento a buscar una solución para salvar al ser humano de su erradicación del planeta Tierra. Es en ese contexto que un conjunto de empresas con el apoyo del Gobierno de EU apadrinan el Proyecto Eva que busca traer de vuelta al sexo femenino.
La historia la narra Angélica Quiñónez en Hijas de Eva, una novela construida con un mosaico de registros: desde notas periodísticas, bitácoras del proyecto científico, canciones, poemas y entrevistas de un mundo que perdió a las mujeres biológicas y trata de evitar la extinción de la especie mientras lidia con sus prejuicios y choca con la manera en la que entiende la feminidad.
“Justo quería llevar un poco por ese análisis qué sucedería en una sociedad que no entiende o que no sabe cómo redefinir la feminidad”, comentó Quiñónez en entrevista. “Me interesaba que la novela estuviera en el futuro, pero el futuro inmediato, que también trastocara la identidad de la mujer y por ende también mucho de la capacidad reproductiva está regulada por lugares que irónicamente no tienen mujeres, como la iglesia, el paragón científico de un montón de hombres decidiendo sobre el cuerpo de las mujeres”.
Quiñónez comentó cómo un germen de la novela vino de la experiencia que tuvimos todos en la pandemia: “de este bombardeo de diferentes medios, porque teníamos de un lado lo que decía el CDC; lo que mandaban en la cadena de WhatsApp las vecinas escandalizadas, que estaban tomando cloro; la gente que tenía así como que un doctor que daba referencia a las noticias cada día más turbias; las celebridades diciendo estupideces”.
“Todo esto impactó nuestra paz mental, nuestra sensación de estar informados y conscientes de qué está pasando, y el hecho de que nosotros cuando hablemos de esto con nuestros hijos, nietos o sobrinos, no vamos a tener como que un libro de historia, no va a ser como ‘sí, el 20 de marzo del 2020’, sino que vamos a tener como toda esta experiencia nebulosa de varias situaciones que pasaron traslapadas y que es un poco la como es la experiencia humana”, compartió.
Y ahondó: “Y luego la idea de hacerlo centrado en el tema de la mujer, específicamente la desaparición de la mujer… yo soy muy fan de la ciencia ficción y lo que me gusta es cómo nos lleva a sobre analizar o repensar cómo estamos evaluando muchas cosas de la realidad científica y biológica, física, química, de cómo somos ahora. Entonces, eso lo quería llevar especialmente por la parte de los derechos reproductivos, que en pleno siglo XXI no tenemos respuestas definitivas, tenemos situaciones gravísimas”.
Curiosamente el Proyecto Eva de esta ficción entraña la responsabilidad de la crianza en los hombres, particularmente en tres hombres que cuidarán a tres bebés mujeres ante la ausencia de mujeres biológicas. “Quería que hubiera una representación de la paternidad. Creo que hasta ahora estamos viendo un involucramiento más reciente del hombre en el rol familiar, que va más allá de sólo proveer el dinero y pagar la renta, y firmar los cheques, sino que va al involucramiento emocional con los hijos, especialmente con las niñas”.
“Entonces, sí quería que hubiera matices de la masculinidad, yo no creo que la masculinidad es 100 por ciento todos aguerridos, todos anuncio de Axe, sino que también hay una masculinidad tierna, vulnerable, sensible y que no por eso es inferior, es algo de balance y quería que eso se reflejara en los personajes y sí, quería que también eso repercutiera en cómo cada uno también redefine de otra forma la feminidad”, platicó Quiñónez.