Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).– Después de perder la Presidencia de México y las pugnas internas, el Partido Acción Nacional se está reinventando y replanteando una serie de opciones que le permitan sobrevivir a su actual crisis interna: la primera es que los liderazgos visibles, después de la Presidencia de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), no son necesariamente los mejores. La segunda es que la formación de cuadros jóvenes se quedó en un intento fallido y la tercera, que es consecuencia de las dos anteriores, es que algunos apelan a la presencia de los viejos dirigentes.

Los dos grupos en conflicto en el PAN a final de cuentas, son de los llamados neopanistas, a quienes se les acusa de haber olvidado los orígenes y valores del partido. Entre este grupo destacan Ernesto Cordero Arroyo, actual Senador de la República, quien según sus detractores, pudo llegar a Secretario de Hacienda, primero, y después a legislador,  basicamente por su cercanía, lealtad y amistad con Calderón Hinojosa.

Otro nombre que sale a relucir es el de Gustavo Madero Muñoz, un empresario de Chihuahua que en algún momento, en la efervesencia de la ola azul, decidió unirse al partido.

En junio de 2012, Rosa Esther Beltrán Enríquez y Jesús González Schmal, entonces candidatos al Senado por el Movimiento Progresista, denunciaron que el “neoPAN” es presa de la deformación del concepto de política en la búsqueda del beneficio personal y de grupo.

Como ejemplo mencionaron al ex Presidente Vicente Fox y la familia Bribiesca y al propio Felipe Calderón, quien como director del Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras)  a unas semanas de ocupar el cargo recurrió a un préstamo de 3 millones de pesos, que le fue condonado al asumir la Secretaría de Energía, y al trascender el asunto lo obligó a devolver el dinero.

“Ahora es propietario de una manzana de viviendas en la colonia Las Águilas y de fincas en el área rural de la Ciudad de México, mientras que Germán Martínez Cázares se adueñó de una mansión de 16 millones de pesos en San Ángel Inn como presidente del PAN”, según información que retomó el diario Zócalo.

Beltrán Enríquez y González Schmal también mencionaron el nombre del actual Senador Roberto Gil Zuarth, ex coordinador de campaña de la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, que vivía en un modesto departamento en Tlalpan y ahora posee una casa valuada en 4 millones, además de tener cuatro vehículos último modelo.

Maximiliano Cortázar Lara, panista cercano a Calderón, siendo arrendatario toda su vida compró una residencia de 7.5 millones, mientras que Alejandra Sota Mirafuentes, quien fuera responsable de Comunicación Social de la Presidencia de la República, cambió su departamento por una mansión de 6.7 millones en Bosques de las Lomas.

“Los neopanistas, al amparo del partido, están haciendo fortunas con la adquisición de bienes inmuebles de valores muy cuantiosos… esta corrupción, esta prostitución de la política en el PAN es evidente”, denunciaron.

En la guerra de nombres también salió a relucir el de César Nava, ex presidente del PAN, quien celebró su boda con la artista Paty Lu comprando un lujoso departamento en Polanco con un costo de 8 millones, mientras que otros panistas de primer nivel también gozan de fortunas que antes nadie conocía.

Según los más ortodoxos, la resultante es que los valores morales y éticos, cuestionables, perfectibles y reales de Acción Nacional no están representados en este grupo. Así se explica que, con conocimiento en el manejo administrativo, se estén peleando el poder y el dinero, tal y como sucede con su fracción en el Senado de la República y al interior del mismo Comité Ejecutivo Nacional.

LOS LÍDERES MORALES RESURGEN

En medio de esta guerra por el poder al interior del albiazul, surge la voz de uno de sus líderes morales: Diego Fernández de Cevallos, quien después de una “discreta vida pública”, tras el secuestro del que fue víctima en 2010, saltó nuevamente a la escena pública para reprobar las actuales pugnas al interior del partido y conminar a sus militantes a regresar a los principios del partido y sus líderes históricos que ayudaron a construir los cimientos del partido que siendo oposición, logró romper con la hegemonía del Partid Revolucionario Institucional en el año 2000 para, después, producto de sus pugnas internas, perder la Presidencia de México en 2012.

Fernández de Cevallos ha considerado, en distintos espacios, que la división entre diversos grupos panistas proyecta una imagen “altamente injuriosa” y que no responde a la historia del instituto político. “Para eso no lo fundaron aquellos hombres y aquellas mujeres de aquellos tiempos.

“Francamente es ominoso lo que está pasando, da vergüenza, y creo que hay conciencia entre los panistas que están en conflicto que esto no debe seguir. Ojalá que los panistas de uno y de otro lado puedan asumir una actitud diferente para que el partido tome nuevamente un cauce de servicio a México y nada más”, aseveró en entrevista radiofónica.

Por ello, el Jefe Diego consideró que se necesita convocar a los principios que establecieron los creadores del partido.

Fernández de Cevallos ha brincado a la palestra. Ha convocado, ha hecho llamadas. Pero también están reviviendo figuras del pasado inmediato anterior como el ex presidente del partido, Luis H. Alvarez. También ha mencionado al ex Gobernador de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, a quien califica como un baluarte que su partido no ha sabido explotar: no tiene ni una placa en el partido, cuando el “amigo” de Felipe Calderón, un empresario sin carrera partidista como Juan Camilo Mouriño tiene estatuas.

Lo que los ex gobernadores y los viejos lideres están dialogando es que alguno de ellos, en franco retiro, se proponga como próximo presidente del partido. Que sea alguien rescatado del pasado inmediato que no venga ni huela a los vaivenes de hoy.