La legalización de la mariguana en Uruguay polariza: la ONU condena, mientras otros lo ven como un modelo

02/08/2013 - 12:00 am

Ciudad de México, 2 de agosto (SinEmbargo).- La legalización de la producción y consumo de mariguana en Uruguay  sumó ayer voces a favor y en contra y recolocó el tema en la agenda latinoamericana. Pero también revivió el rechazo, sobre todo de los sectores más tradicionales.

Ante la decisión del Congreso uruguayo, la Organización para las Naciones Unidas (ONU) respondió con una condena; antes, previo a la discusión, el Papa Francisco se dijo en contra durante su visita a Brasil.

El miércoles, la Cámara de Diputados de Uruguay aprobó, con 50 votos a favor y 46 en contra, la legalización de la producción, comercialización y consumo de la cannabis. La ley aprobada permite la compra de hasta 40 gramos mensuales de marihuana en farmacias, pero para adquirirlas el consumidor debe estar registrado en un padrón y su identidad se mantendrá en reserva.

También autoriza y regula el autocultivo de hasta seis plantas de cannabis por hogar, así como una producción colectiva de la droga en clubes de membresía integradas por un mínimo de 15 y un máximo de 45 socios.

La nueva ley autoriza la producción para fines de investigación científica y de uso medicinal, además de que permite la producción del cannabis no psicoactivo conocido como cáñamo industrial.

Los esfuerzos en América Latina para legalizar la marihuana han cobrado fuerza en los últimos años tras la ascendiente cifra de muertos que dejan las acciones militares contra el narcotráfico, principalmente en México y Colombia.

Algunos presidentes como Juan Manuel Santos, de Colombia, u Otto Pérez Molina, de Guatemala, ya han pedido reformas y estrategias más prácticas en la guerra contra las drogas. Encontrar un punto medio entre enviar a prisión a los consumidores de drogas y legalizarlas.

“EXPERIMENTO DE VANGUARDIA”

La discusión sobre la legalización de la hierba está presente en AL. Foto: Cuartoscuro.
La discusión sobre la legalización de la hierba está presente en AL. Foto: Cuartoscuro.

El primer organismo en pronunciarse por  la decisión del Congreso uruguayo fue la ONU, que mostró su “preocupación”.

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), dependiente de la ONU, consideró en un comunicado que de aprobarse definitivamente dicha ley, que todavía debe pasar por el Senado, estaría en “completa contravención” con las disposiciones de los tratados internacionales sobre drogas, de los que Uruguay es parte.

La JIFE aseguró que siempre ha tenido como objetivo mantener un diálogo con las autoridades uruguayas sobre esta materia, y lamentó que el Gobierno se negara a recibir a una misión de este organismo antes de presentar el proyecto de ley ante la Cámara para su debate.

La Junta, formada 13 expertos, instó a las autoridades uruguayas a que aseguren que el país sigue cumpliendo de forma completa el derecho internacional, y a limitar el uso de estupefacientes, incluido el cannabis, exclusivamente para fines médicos y científicos.

Según los expertos, de ratificarse este ley en el Senado, podría tener “graves consecuencias para la salud y el bienestar de la población y para la prevención del uso indebido de cannabis entre los jóvenes”, por lo que pidieron a las autoridades que consideren “todas las consecuencias posibles antes de tomar una decisión”.

El Gobierno uruguayo aduce que la legalización de la mariguana es una forma más eficiente de lucha contra el narcotráfico que las actuales políticas represivas, ya que ataca a sus fuentes de financiación.

En su último informe anual, publicado en febrero, la JIFE ya indicó que regular el mercado del cannabis, como propone Uruguay, infringiría los tratados internacionales, que sólo prevén el uso del cannabis para fines médicos y científicos.

Ante las críticas, el presidente Uruguayo, José Mújica, aseguró que la aprobación es simplemente “regular” un mercado que “ya existe” y no para dar pie a un “viva la pepa [fiesta, celebración en desorden]”.

Mujica consideró que esta norma, que habilitará la compra libre de la droga en farmacias especialmente autorizadas y permitirá el cultivo doméstico de hasta seis plantas de marihuana, constituye un “experimento de vanguardia mundial” para enfrentar el narcotráfico, “un negocio con tasas de ganancia que pueden corromperlo todo”.

EL PAPA ENCIENDE LA ALERTA

Durante su visita a Río de Janeiro, el fin de semana, el Papa Francisco indicó que la legalización de las drogas no podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química.

“La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia sembrando dolor y  muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad”, dijo Francisco, al  aludir implícitamente a los 70 mil asesinados de los últimos seis años en  México, a decenas de miles más en Colombia y Centroamérica, así como a miles en  la propia Río de Janeiro, caídos en las guerras de las drogas.

Además de mandatarios en activo, los ex presidentes Fernando  Henrique Cardoso (Brasil), Vicente Fox y Ernesto Zedillo (México) y César  Gaviria (Colombia), promueven un cambio de estrategia en la guerra contra las  drogas lanzada hace cuatro décadas por Estados Unidos, y defienden la legalización de la mariguana.

 

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