Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo/The HuffingtonPost).– “El 14 de octubre de 2013, mi esposa y yo fuimos bendecidos con nuestro quinto hijo y nuestro tercer niño, William. Al poco de nacer los médicos nos dijeron que tenía Síndrome de Down”. Así es como empieza la historia de Alan y su hijo. El terremoto que la llegada de un niño tan especial tuvo en la vida familiar obligó a que este hombre comenzase a mirar “más allá de mí mismo”, para reconocer que William tenía “mucho más que ofrecer a la familia” que lo que su “egoísmo inicial” le había hecho pensar, explica el propio Lawrence en su blog Thedadblog.com.
Alan, fotógrafo, empezó entonces a retratar a su hijo pequeño -ahora será el penúltimo, pues espera otro más-. Y un día le cogió en brazos, tomó la foto y más tarde, borrándose a sí mismo con Photoshop, le dio alas virtuales a su hijo y le colocó en las escenas más curiosas, volando, lanzando un mensaje evidente: todo es posible, en realidad, todo está a su alcance.
Estas fotos de de Wil volador fueron adquiriendo un significado especial para su padre, pendiente de los retos a los que su hijo va a tener que enfrentarse en una vida en la que las personas con Down aún sufren discriminación y el peso de los prejuicios. Y así siguió realizando estas tomas, que ahora se han convertido en un auténtico fenómeno en la red.
Ante la sugerencia que todo el mundo les hacía, Alan y su familia han aceptado el reto de hacer un calendario con las fotografías de Wil, para lo que han lanzado un proyecto en Kickstarter llamado «Bringing Light!» («¡Trayendo luz!») para elaborar una serie de calendarios para los próximos 3 o 4 años y donar el dinero a varias fundaciones que trabajan con personas con Síndrome de Down.
