Actores defienden la filmación de “Memoria de mis putas tristes”

07/03/2012 - 1:03 am

Guadalajara, 6 Mar. (Notimex).- Los actores Dominika Paleta y Emilio Echevarría, así como los productores Raquel Guajardo, Vicente Aldape y Leonardo Villarreal, relataron su experiencia al filmar la película “Memoria de mis putas tistes”, basada en la novela de Gabriel García Márquez.

En conferencia de prensa, defendieron la película de las críticas periodísticas que pusieron en riesgo el rodaje y relataron el periplo que debieron sortear para plasmar esta historia en la pantalla grande.

Aprovecharon para informar que la cinta, con un guión de Jean-Claude Carrière quien es uno de los más cercanos colaboradores de Luis Buñuel, ya se vendió a algunos países como Rusia, Polonia, Hungría, Corea del Sur, Alemania, Estados Unidos y México.

Resaltaron que esta cinta será distribuida por Gussi-Artecinema y se estrenará el 27 de abril en el Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey y algunas otras ciudades.

Horas antes de la gala a beneficio de la Fundación Nosotros por los Niños con Cáncer, en el Teatro Cine Diana, los actores y productores charlaron con la prensa en el marco del 27 Festival Internacional de Cine de Guadalajara que concluirá el 10 de marzo.

Antes de entrar en materia, Guajardo señalo que había una enorme felicidad en todos ellos porque este 6 de marzo, el escritor de la obra en que se basaron para hacer el filme celebra 85 años de vida.

Dominika Paleta declaró a su vez que fue una delicia hacer a “Ximena”, una mujer liberal que tiene labio leporino, y agradeció la oportunidad de trabajar al lado del cineasta Henning Carlsen.

“Me impresionó desde el principio; él no necesitaba más que una o dos tomas para lograr lo que deseaba”, señaló la actriz, quien abundó que “fue una película muy especial en muchos niveles y fue un honor enorme trabajar en ella”.

En su intervención Emilio Echevarría, quien interpreta al personaje de “El sabio”, dijo que en un principio se negó a realizar el papel de un personaje de 90 años, incluso propuso a dos actores que podría realizar el papel.

El actor estaba seguro de que “no podía dar la edad”, pero el director le insistió tanto que llegó a pensar que era “el último del vagón” o algo por el estilo, pero cambió de opinión luego de ver el trabajo de Henning Carlsen.

El actor comentó que el guión de Jean-Claude Carrière está “perfectamente bien construido”, era fácil encontrar el flujo que seguiría el personaje, al tiempo que comentó que el reparto está compuesto por profesionales y destacó una pequeña participación de la actriz Ofelia Medina.

También describió el trabajo de Carlsen como muy meticuloso y resaltó que una vez vio al director muy consternado, pues tenía que planear tres días de rodaje.

Por su parte, Raquel Guajardo, una de las productoras, externó que al enterarse que los fondos recaudados en la Gala Premiere de la cinta se destinarían a la fundación de ayuda a los niños con cáncer, compró 40 boletos.

Añadió que fueron muy cuidadosos con la película y desmintió los rumores divulgados en algunos medios de comunicación contra “Memorias de mis putas tristes”.

Vicente Aldape, coproductor de la historia, recordó que la cinta estaba preparada para filmarse en Puebla, pero tras lo publicado por Lydia Cacho, en septiembre de 2009, donde criticó en una de sus columnas duramente al filme las cosas se les complicaron.

Ello provocó el bloqueo de recursos que se entregan a la industria regiomontana como proyectos empresariales, entre ellos, la creación de hospitales o el mismo futbol.

Añadió que lo publicado en un diario de circulación nacional fue apoyado por la directora de la Coalición contra el tráfico de mujeres y niñas para América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés), Teresa Ulloa.

“Cacho y Ulloa se atrevieron a amenazarnos con una orden de aprehensión, pero ya García Márquez estaba fuera del país y se canceló la producción en Puebla. Prácticamente nos dijeron: ¡lástima Margarito!”, afirmó el productor.

Fue así que Raquel Guajardo y Leonardo Villarreal se enfocaron a buscar a “Gabo” en Cartagena, Colombia, para convencerlo y reactivar el proyecto.

Aldape lamentó que hasta el Foprocine les negara recursos económicos para la producción de la película y ello obligó a cambiar la producción a Campeche.

Leonardo Villarreal, el otro productor de la cinta, destacó que tras la cancelación del proyecto en Puebla mucha gente se quedó sin trabajo y Raquel Guajardo agregó que se perdieron 300 empleos directos.

Vicente Aldape reiteró que no es “posible hacer censura” sin tomar en cuenta el daño que se puede hacer, en referencia a las críticas de Lydia Cacho al proyecto cinematográfico.

El productor puso como ejemplo una nota de otro diario, pero en Monterrey, que sin pruebas aseguró que la producción de la cinta no contaba con la autorización del guionista Jean-Claude Carrière para filmarla.

Guajardo recordó que el director les hizo pensar en dos puntos sensibles de la historia de “Gabo”: uno, la relación de un hombre de 90 años con una adolescente virgen que en la novela tiene 14 años, problema que solucionaron con una actriz de 29 años, pero parece más joven.

El otro punto sensible era la violación de un niño de 13 años por una mulata, cuando en la sociedad sólo se concibe la agresión sexual contra las mujeres.

En este caso se habló con los padres del actor adolescente, se les dio el guóon y estuvieron de acuerdo en filmarlo, y lo único que se ve en la pantalla es un niño de 13 años desnudo al lado de una mujer mulata en un prostíbulo.

Vicente Aldape recordó que la película habla de la metamorfosis de un hombre que a sus 90 años descubre el amor; “es la historia de amor, no de pedofilia”, argumentó.

Dominika Paleta consideró que los señalamientos de algunos los medios de comunicación son hipócritas, pues ella ve más violencia en otras producciones contemporáneas o en las caricaturas.

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