Peña Nieto dice que la violencia bajó; The Economist insiste: “No vemos clara la estrategia de seguridad”

08/11/2013 - 12:04 am
El Presidente Enrique Peña Nieto insiste en que en los primeros meses de su gobierno bajó la inseguridad. Foto: Cuartoscuro
El Presidente Enrique Peña Nieto insiste en que en los primeros meses de su gobierno bajó la inseguridad. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).– En la Cumbre “The Economist México Summit 2013”, el editor de las Américas de esa revista británica, Michael Reid, recibió al Presidente Enrique Peña Nieto con cuatro cuestionamientos. Uno de ellos fue:

“Tenemos una inquietud en la estrategia de seguridad, que tal vez no hemos mirado suficientemente de cerca, pero no la vemos muy clara en este momento”.

El Presidente tomó el micrófono. Hizo un repaso de las reformas, sus beneficios y  justificación. Luego, abrió un espacio para responder sobre la Seguridad. Y sin cifras y sin la más mínima mención de Michoacán -microcosmos de la más dramática crisis que haya vivido entidad mexicana alguna-, sostuvo que la violencia y los homicidios dolosos han descendido de manera sensible en los once meses que lleva su gobierno.

“Lo he señalado: ha habido una disminución sensible en el número de homicidios que se han cometido en el país, ha habido una reducción de la violencia que nuestro país tenía apenas hace algunos meses”, dijo Peña Nieto.

Quien ayer cuestionó al Presidente de México, es editor para el continente de la publicación que en septiembre de 2011 señaló que en cuanto a homicidios en el Estado de México, la demarcación que gobernó hasta 2011, Peña Nieto no dijo la verdad.

El semanario británico expuso bajo la frase “no menos que sorprendente” que según el último informe de gestión peñista, los homicidios se habían reducido en más de la mitad. Pero también explicó que el descenso en números se debía a que a partir de 2007, el gobierno estatal había cambiado la metodología para contabilizar a las víctimas mortales.

Como Presidente de México, para hacer los conteos nacionales de muertos, Peña Nieto también modificó la metodología. A partir de agosto, quedó eliminada la clasificación de las muertes relacionadas con el narcotráfico o el crimen organizado. De acuerdo con ello, ya no es posible conocer las cifras de víctimas colaterales en la batalla contra el crimen organizado, como tampoco el número de desaparecidos. Para el conteo, habrá que volver a empezar a partir de ese mes.

En su respuesta a Reid, ayer, Peña Nieto no usó cifras. Al mencionar el descenso del número de víctimas mortales ni siquiera refirió el 20 por ciento indicado en agosto, en la 34 sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública. Esa es la única ocasión en que Peña Nieto ha descrito a la tragedia nacional en lo que va de su mandato y tal porcentaje es el único número que ha mencionado.

En su discurso, el primer mandatario también incluyó formas de conteos internacionales, sin precisar cuál está siendo empleado en México para elaborar diagnósticos sobre la violencia, el problema que según el Inegi más preocupa a los mexicanos. Dijo lo siguiente: “De hecho, el número de homicidios como mundialmente se se mide por cada cien mil habitantes era del orden de 23 y no obstante que hay países de la región de América Latina y el Caribe con índices incluso superiores a los nuestros, también había que decir que en varios de estos países los niveles habían venido decreciendo”.

La exposición sobre el tema la arrancó así: “Lo primero que comprometí ante los mexicanos era que teníamos que lograr la reducción significativa del nivel de violencia que México había estado observando en los últimos años y que de todos es sabido, los niveles de violencia y el número de homicidios que México llegó a tener en los últimos años”.

¿PERO CUÁL ES LA ESTRATEGIA?

El gobierno federal sigue sin dar cifras concretas sobre seguridad. Foto: Cuartoscuro
El gobierno federal sigue sin dar cifras concretas sobre seguridad. Foto: Cuartoscuro

La estrategia de Seguridad fue presentada en abril. En tal oportunidad, el Presidente rompió con el sexenio anterior al decir que lo más importante de su política sería el privilegio de la inteligencia por encima de la fuerza; además del anuncio de la coordinación de los tres niveles de gobierno y las instancias de Seguridad Nacional y Pública.

Pero tal ruptura, en los hechos, no ocurrió. En mayo, Peña Nieto arrancó su estrategia justo en Michoacán, donde en 2006 , su antecesor Felipe Calderón inició la guerra contra el crimen organizado. El ex Presidente Felipe Calderón asignó dos mil 500 soldados en las dos bases militares ubicadas en la zona y Peña Nieto mandó a tres mil elementos de la Defensa Nacional y la Marina, así como a dos mil 500 policías federales. En los paisajes michoacanos, en estos momentos, miles de personas se encuentran armadas. Son soldados, policías federales, estatales, ministeriales, integrantes de autodefensas o grupos de narcotraficantes. Una circunstancia que cada día lanza alertas.

Ese resquebrajamiento no fue incluido ayer en el discurso presidencial. Pero un factor fue añadido: el reconocimiento de que algunos elementos de la estrategia del pasado inmediato han sido emulados. “Queremos un México en Paz y Tranquilidad y eso debe llevarnos a ajustar, como lo hemos hecho ya, la estrategia en materia de Seguridad que recoge los aciertos del pasado pero también instrumenta nuevas políticas para lograr una mayor eficacia en el trabajo del Estado mexicano para asegurar paz”.

LOS OTROS CUESTIONAMIENTOS

Otro de los cuestionamientos del editor de la legendaria publicación británica que invitó a Peña Nieto a dar una ponencia magistral, fue si la reforma energética se ampliará en sus alcances; por ejemplo con un vínculo a una reforma política. Uno más, si sería agresivo en la aplicación de las enmiendas que ha propuesto porque “México sabe que una cosa es aprobar la legislación y otra cosa es implementarla”. Al final de su alocución le indicó: “Y diría que la sociedad mexicana está preguntándose cuánto tiempo va a esperar para los beneficios de todas estas medidas que usted ha implementado”.

En cuanto a la reforma energética, Peña Nieto respondió que corresponde al Congreso conciliar las diferentes iniciativas de reforma energética que han presentado las diferentes fuerzas políticas del país.

Volvió a decir que con su propuesta busca contar con nuevos mecanismos para la explotación de los recursos del país, sin que el Estado pierda la propiedad de los hidrocarburos. La reforma es necesaria –insistió el Presidente–  para no perder productividad.

en Sinembargo al Aire

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