Se utilizó un tendedero porque es una “herramienta de trabajo característica de este grupo de trabajadoras, fue apropiado y resignificado por las participantes para visibilizar tanto sus deseos, sus sueños, como la importancia y el valor de las actividades que realizan diariamente, pese a que para muchas de ellas esto ha involucrado, dejar sus sueños por necesidad”.
Ciudad de México, 11 de marzo (SinEmbargo).- Más de 80 trabajadoras del hogar se reunieron este día en las inmediaciones el Centro Cultural Universitario Tlatelolco para expresar sus deseos e inquietudes en relación con las condiciones de su empleo.
En un comunicado, se informó que las mujeres improvisaron un tendedero que improvisaron a las puertas el inmueble, donde colgaron mensajes con sus sueños y sobre aquello que desean que cambie con relación a las condiciones laborales.
En las decenas de hojas que utilizaron para colgarlas en el tendedero, escribieron sus anhelos, “muy pocas veces escuchados”.
“Yo tengo el sueño de tener vacaciones pagadas. Poder tener una carrera en sociología. Ayudar a las siguientes generaciones de trabajadoras del hogar”, (María Gabriela Ramírez Cruz); “Yo tengo el sueño de hacerme una casita. Tener una pensión cuando ya no pueda trabajar” (Estela Vida). Yo tengo el sueño de aprender inglés y hablar mejor el nahuátl y viajar mucho” (Virginia). “Yo tengo el sueño de tener una vejez sin dolor de rodillas. Ser saludable y sonriente siempre”. (Juana Gutiérrez).”
Inspirados en la propuesta de la artista feminista Mónica Mayer, quien busca “visibilizar los deseos de este grupo de trabajadoras que, en su mayoría, realizan sus actividades en condiciones de grave precariedad laboral y discriminación”, Nosotrxs, el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) y Hogar Justo Hogar crearon este evento.
De acuerdo con el comunicado, se utilizó un tendedero porque es una “herramienta de trabajo característica de este grupo de trabajadoras, fue apropiado y resignificado por las participantes para visibilizar tanto sus deseos, sus sueños, como la importancia y el valor de las actividades que realizan diariamente, pese a que para muchas de ellas esto ha involucrado, dejar sus sueños por necesidad.”
“Cuántos sueños hemos dejado por hacer lo que hacemos pero, aun así, estamos muy orgullosas de ser trabajadoras del hogar”, indicó la fundadora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, CACEH, Marcelina Bautista.
Finalmente, Bautista y las trabajadoras del hogar exhortaron al Gobierno federal a “ratificar el Convenio 189 para de este modo ver reflejados sus mensajes de esperanza en la realidad. ¡Aún Hay Tiempo!, exclamaron las asistentes al finalizar el evento.”
