México hace el mayor reparto de teles en el mundo entre irregularidades: McClatchy

13/08/2015 - 10:05 am
Beneficiarios de SEDESOL acudieron al deportivo Plan Sexenal en la delegación Miguel Hidalgo para recoger su televisión digital. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo.
Beneficiarios de SEDESOL acudieron al deportivo Plan Sexenal en la delegación Miguel Hidalgo para recoger su televisión digital. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo.

Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).– El Gobierno mexicano está realizando la mayor distribución mundial de televisiones digitales, y lo hace a los más pobres, sin embargo, existen indicios de que el programa es demasiado caro y posiblemente corrupto, ya que la entrega de millones de pantallas planas tan sólo ha beneficiado a unas cuantas empresas desconocidas, dice un despacho publicado en McClatchy, medio estadounidense que tiene una fuerte influencia entre la clase política en Washington.

Pareciera un obsequio masivo: 10 millones de pantallas planas de 24 pulgadas “gratis” (con un costo de 145 dólares cada una), con el supuesto objetivo de convertir la señal de la televisión analógica a digital antes del 31 de diciembre de este año, dice la nota firmada por Tim Johnson.

Las miles de personas que hacen filas en toda la República para recibir sus televisiones, no saben que al gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto le cuesta mil 600 millones de dólares del erario nacional tratar de convertir señales de televisión analógica a formato digital, algo que Estados Unidos hizo desde el año 2009.

Este jueves el diario La Jornada publica que la firma de consultoría Código Empresarial SA de CV (Human Factor), a la que se adjudicó el contrato para recopilar datos de los beneficiarios de televisores digitales se especializa en la creación de software, hardware y electrónica en proyectos que han resultado exitososen diversas áreas, pero destaca la de justicia penitenciaria, como prisiones de máxima seguridad, cárceles, juzgados, laboratorios criminales, estaciones de policía y cuartos de control, entre otros, según se advierte en su página web.

La publicación indica que de acuerdo con la licitación pública nacional electrónica No. LA-009000987-N35-201, la Secretaría de Comunicación y Transportes (SCT) contrató a la empresa de consultoría Código Empresarial SA de CV (Human Factor), el programa de trabajo considera la entrega de 7.1 millones de televisores digitales a los hogares de escasos recursos definidos por la Sedesol en 28 entidades del país.

El medio estadounidense enfatiza que otras naciones, como Argentina, han regalado televisores digitales, pero ninguno a la escala que lo está haciendo el gobierno de México, por lo que el programa ha sido objeto de controversia.

“Los críticos se preguntan por qué el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto está regalando televisores de pantalla plana de 24 pulgadas, cada uno cuesta alrededor de 145 [dólares], cuando las cajas decodificadoras que permiten televisores analógicos más obsoletos permanezcan en uso, sólo cuestan alrededor de 40 [dólares] en Estados Unidos”, asegura el medio estadounidense.

Los que también se benefician de la entrega de televisores, dice McClatchy, son los fabricantes de televisiones que se agrupan a lo largo de la frontera norte de México, al igual que los dos conglomerados de medios de gran alcance que se están moviendo rápidamente en los servicios digitales: Televisa y TV Azteca.

“Las dos compañías pronto se enfrentarán a la competencia de una tercera cadena de televisión, mandato que entró en existencia en 2013, con una reforma constitucional para lograr una mayor competencia en la industria”.

TV Azteca transmite en 180 canales diferentes, mientras que Televisa opera 220 canales. Las dos compañías capturan la mayoría de toda la publicidad en el país, por todos los medios, dice el diario de Washington.

Para el próximo año, sin embargo, una tercera red va a intensificar la lucha por el raiting. Grupo Imagen Media, propietaria de Cadena Tres, comenzará a transmitir, tras ganar una licitación en marzo, para ocupar 123 canales repartidos por todo el país.

McClatchy reporta que el gobierno de México ha entregado 4.6 millones de televisores en una operación masiva que requiere flotas de camiones para entregar los conjuntos, y “masas” de trabajadores para revisar los documentos, así como tomar las huellas dactilares y escanear los códigos de barras de los conjuntos, para asegurar que cada familia recibe sólo una pantalla plana.

El gobierno de México ha entregado 4.6 millones de televisores en una operación masiva. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo.
El gobierno de México ha entregado 4.6 millones de televisores en una operación masiva. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo.

El medio estadounidense recuerda que los beneficiarios de entrega de televisiones son todos los mexicanos de bajos ingresos que participan en uno de los varios programas de servicios sociales del gobierno, incluyendo Prospera, que es la Cruzada Nacional Contra el Hambre, y Liconsa, un programa de leche subsidiada.

McClatchy también asegura que al programa lo impregna un “sentido de urgencia”, pues la reforma constitucional promulgada en 2013 le da al gobierno un plazo hasta el 31 de diciembre de convertir a la nación a la televisión digital.

En las últimas semanas, recuerda el medio extranjero, los equipos de gobierno han estado repartiendo entre 30 mil y 40 mil pantallas diarias, pero tendrán que duplicar esta cifra para cumplir el plazo.

Las opiniones sobre los verdaderos beneficios del programa son contradictorias. Mientras que los administradores del programa dicen que va a tener muchos beneficios (entre ellos el aumento del número de personas con acceso a Internet y cortar el consumo de electricidad), los críticos del programa se han centrado en la licitación para la compra de los aparatos de televisión, de la que indican pudo haber corrupción.

Javier Lizárraga Galindo, asesor detrás del programa de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dijo que en el gobierno están viendo por el uso eficiente de la energía. Por ello le dijo a McClatchy que una televisión analógica consume 320 a 340 vatios, y si se agrega un decodificador entonces es otros nueve vatios, por lo que “un eficiente uso de la energía de TV digital, como los que estamos dando en México, consume menos de 40 vatios [con las pantallas planas]”.

Por su parte, Gabriel Sosa Plata, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana y columnista de SinEmbargo, dijo que cree que el consumo de energía en realidad podría subir.

Aunque se supone que las señales analógicas terminarán el 31 de diciembre, Sosa Plata piensa que mucha gente va a comprar cajas decodificadoras y moverán las viejas consolas de video juegos a las habitaciones de sus hijos.

“En lugar de tener sólo una televisión, van a tener dos, y eso significa más consumo de electricidad”, dijo Sosa Plata al rotativo estadounidense.

“Los escépticos también cuestionan si los televisores realmente harán que el Internet sea más accesible. Los televisores digitales ofrecidos por el Estado tienen puertos USB y HTMI, pero conectados a Internet requerirían hardware adicional y, por ahora, un contrato con un proveedor, aunque el gobierno se ha comprometido con el tiempo para ofrecer un servicio inalámbrico gratuito”, dice la nota de McClatchy.

El medio recuerda que México ya ofrece Wi-Fi gratuito en parques públicos, plazas y edificios del gobierno en más de 2 mil 400 municipios del país, y bajo la reforma de las telecomunicaciones se requiere expandirla a un máximo de 250 mil sitios en 2018. “Sin embargo sólo el 50 por ciento de los 120 millones de ciudadanos en México cuentan con el acceso regular a Internet”, indica el medio.

Las críticas al programa también se han centrado en la licitación para la compra de los aparatos de televisión, afirma el rotativo. México es el mayor ensamblador mundial de televisores, industria que produce entre 35 y 40 millones de dólares al año. Siete empresas diferentes, con plantas instaladas en México, sobre todo a lo largo de la frontera con Estados Unidos, han participado en el abastecimiento del programa.

“La primera etapa no era tan transparente como debería haber sido. Todos estaba muy sospechoso”, le dijo a McClatchy, Jorge Negrete Pacheco, director ejecutivo de Mediatelecom, una consultora con sede en la Ciudad de México sobre la regulación de las telecomunicaciones.

“Era inevitable pensar así, porque ninguno de los ganadores (de ofertas) eran marcas conocidas”, aseguró Negrete Pacheco.

Negrete dijo que el fabricante surcoreano Samsung fue descalificado “por ofrecer un mejor producto” que el requerido en las condiciones de oferta. El ganador de una licitación, vende televisores bajo la marca de Diamante, en gran parte desconocida.

También la opinión de los usuarios finales de las televisiones regaladas por el gobierno mexicano, están encontradas. Unos están felices, otros están escépticos.

“Estoy feliz”, le dijo una mujer llamada Tomasa López a McClatchy. “Siempre hemos querido un televisor digital. Veremos más canales. Los niños podrán ver las caricaturas”.

Sin embargo, el medio narra cómo en la entrada de una tienda de entrega, un receptor de un aparato de televisión, llamado José Luis Rodríguez, reprochó a un funcionario del gobierno sobre la gratuidad de las televisiones.

“Deje de usar esa palabra. [Las televisiones] Están pagadas con nuestros impuestos. No es gratis”, mencionó Rodríguez, un trabajador del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

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