Rubén Pérez Ortiz, párroco de la iglesia de Tequisquiapan, informó que la monja se encuentra bien en su integridad física y que ya presentaron la respectiva denuncia penal en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a fin de hacer justicia.
Asimismo, relató que el sujeto iba vestido de vaquero, y durante la amenaza al interior del lugar, declaró haber sido observador electoral y que “iba acabar con todos los que no habían votado por Andrés Manuel López Obrador”.
Por Rubén Pacheco
San Luis Potosí/Ciudad de México, 13 de agosto (Pulso/SinEmbargo).- El sábado por la noche, un hombre desconocido amagó con un cuchillo en el cuello a una monja de la iglesia de Tequisquiapan. El agresor de una religiosa dijo ser militante del partido de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Mientras la mantenía sujeta, pregonaba consignas contra el clero católico y decía: “‘la conversión a la Iglesia de los santos de los últimos tiempos”, informó Rubén Pérez Ortiz, párroco de ese centro de oración católico.
El hombre después huyó, pero fue capturado por feligreses. Un cura lo resguardó ante la posibilidad de que los laicos lo lincharan; más tarde la policía lo detuvo.
Pérez Ortiz relató que el sujeto iba vestido de vaquero, y durante la amenaza al interior del lugar, declaró haber sido observador electoral y que “iba acabar con todos los que no habían votado por Andrés Manuel López Obrador”.
Comunicó que la monja se encuentra bien en su integridad física. Añadió que ya presentaron la respectiva denuncia penal en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a fin de que haya justicia.
“No podíamos hacer algo ante el temor de que le fuera hacer algo a la madre (…) Lo tenía (el cuchillo) justo en la yugular. Cuando se vio rodeado de tanta gente emprende la huida”, narró el presbítero.
En tanto, Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Iglesia Católica Local, juzgó que, si bien no se justifica el hecho, la agresión a una religiosa en la parroquia de Tequisquiapan, es el resultado de la desesperación cuando no hay oportunidades para los jóvenes.
Previo a oficiar una misa como parte de la Jornada Diocesana de la Juventud del Día Nacional del Joven Creyente Católico en el Seminario Mayor, consideró que tal vez el agresor no estaba en sus plenas facultades, es decir, había ingerido alguna sustancia.
“Porque no alcanza a distinguir el lugar, no alcanza a distinguir las personas y ataca a la que menos tiene que ver; una religiosa. Si me di cuenta de esto. Yo creo que se hizo lo correcto”, señaló.
Para el jerarca de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, el hecho no es correcto, sin embargo, es destacable que se haya defendido al presunto para que los ciudadanos no atentaran contra su integridad física.
