CRÓNICA | Representantes de los candidatos descubren el hilo negro: hay que darle más a cultura

14/05/2018 - 8:15 pm

Un debate (charla cordial entre gente muy educada) entre las personas que asesoran a los candidatos a Presidente, dejó un bostezo, algunos aplausos y muchas dudas sobre una materia que no influye para nada en el poder

Ciudad de México, 14 de mayo (SinEmbargo).- La cita era en el Centro Cultural Roberto Cantoral. Ni café había. Para tomar algo uno tenía que pagar a un kiosco en la entrada. No había lugares para los periodistas, aunque muchos medios fueron para cubrir “el evento”.

A veces parecía una reunión en la casa de algunos, tanto que se conocía la gente del público. El director de la TV UNAM, Armando Casas, vestido para la ocasión: camisa celeste y saco azul, un “outfit” que le vino también muy para la mañana al poeta Antonio Calera-Grobet.

Perdido estaba el escritor Maruan Soto Antaki, la jefa de comunicación de Planeta, Myriam Vidriales y siempre muy elegante la directora del Claustro Sor Juana, Carmen López Portillo.

El “Diálogo por la Reforma Cultural”, organizado por Editarte y el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura, en la persona de los periodistas Francisco Moreno y Eduardo Cruz Vázquez, comenzó puntualmente.

Eran las 10 de la mañana y se hicieron presentes, Alejandra Frausto, de la coalición “Juntos haremos historia”; Beatriz Paredes, de la coalición “Todos por México”, Raúl Padilla de “Por México al Frente” y Consuelo Sáizar, representando a Margarita Zavala.

No fue un debate. Fue una charla cordial entre gente muy educada y que a todas luces sabíamos de qué hablaban. A estas alturas, entre tanto diseño teórico uno podía darse cuenta de lo poco que en realidad importa la cultura en las acciones de gobierno.

Es cierto que el presupuesto bajó de 7 mil millones de pesos a 3 mil millones y en ese sentido fue la voz de Padilla como lamento, pero lo cierto es que Paredes, con un ánimo muy de jefe del PRI, dijo que lo que quería era hablar de propuestas, no del pasado.

Pero el pasado estaba ahí. Con personas de la cultura que no cobran y sin embargo deben cuidar su patrimonio, con escritores que tardan meses y meses en ver pagado su servicio, que tienen para “meter” su pago miles y miles de recibos, convirtiéndose así en proveedores de la Secretaría Cultural y escuchando a la defensora de este sistema de Gobierno hablando de que cuando salga elegido su candidato, “veremos de cómo brindar seguro social a los artistas”.

Diálogo por la Cultura. Foto: Especial

Todas las propuestas fueron buenas. No hubo nada que decir. Pero, ¿cómo las haremos? Hubo una especie de agresión gratuita, cuando Eduardo Cruz Vázquez le preguntó concretamente a Alejandra Frausto, ¿no podemos hablar de reforma cultural desde la lógica de Andrés Manuel López Obrador? Pero no prendió. La muchacha le contestó como al pasar: “nada que ver” y luego todo siguió de manera cordial y educada.

Comenzó Frausto. Habló de la orquesta en ciudad Renacimiento, en Acapulco, habló de México, una cultura para la armonía y su manera de entender la cultura, como una manera de escuchar y anhelarla para crear otros intereses en los niños y jóvenes.

“No hay ninguna transformación en el mundo que no haya sido apoyada por los artistas”, dijo y cosechó el primer aplauso.

Siguió Padilla. Dijo que México vive una diversidad galopante. Somos un pueblo diverso. Tenemos que descentralizar el país, dijo el director de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara y ampliar nuestro concepto de cultura, para que entren géneros como el diseño y la gastronomía.

“Un ejemplo, de los 104 inmuebles del INBA, 82 son de la Ciudad de México. Y no sobran, tiene que haber más en todos lados”, afirmó.

“Tiene que haber créditos para hacer crecer la industria nacional y una verdadera reforma educativa para que los niños comiencen a estudiar artes desde la escuela”, afirmó. Se ganó un aplauso.

Reforma cultural y educativa, pidieron todos. Foto: Especial

Beatriz Paredes habló de la política cultural incluyente, más apoyo a becas, crear cultura digital y no dejar de lado a los artesanos.

“La cultura nos permitirá atender a un sistema social tan lastimado”, afirmó y mucha gente se sorprendió.

Fue Consuelo Sáizar la que mencionó las secretarías de culturas en todos los Estados. Ella fue directora del Conaculta durante el Gobierno de Felipe Calderón y desde allí hablaba, conociendo a muchas de las personas que estaban entre el público y aludiendo dos por tres a Beatriz Paredes.

“Tú me perdonarás, querida Beatriz, pero el presupuesto para la cultura durante este Gobierno es lamentable”, decía.

Habló de una Universidad de las Artes (un aplauso) y se ganó muchos vivas cuando su discurso se encendió para defender a la gente que trabaja en la cultura. “Mejores salarios y mayor protección. Son ellos los que defienden nuestro patrimonio y a todos los conozco”, dijo Consuelo.

Todos coincidieron en una nueva reforma educativa. Alejandra Frausto, por las comunidades indígenas. Consuelos Sáizar, para que no haya dirigismo cultural. No al centralismo, insistió Raúl Padilla.

“Los intelectuales son faros de luz que nos hacen ver en este desierto”, dijo Beatriz Paredes. Y sorprendió otra vez.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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