Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).– La conclusión de los expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en su informe más reciente es que a pesar de todos los esfuerzos, la comunidad internacional no ha logrado reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y, con ello, también crece el peligro de catástrofes globales. A pesar de esto, el informe tiene buenas noticias y es que todavía hay esperanza y que aún existe la posibilidad de frenar el calentamiento global.
A grandes rasgos, el informe mostró que con la eliminación gradual de los combustibles fósiles y el aumento gradual, de manera significativa, de las inversiones en energía renovable “podemos reducir los riesgos climáticos”, dijo Jennifer Morgan, directora del programa de energía y clima en el Instituto de Recursos Mundiales.
“Al mismo tiempo, estas acciones podrían ofrecer beneficios tales como un aire más limpio, nuevos empleos y fuentes de energía nacionales más fiables”, agregó.
No obstante, la realidad es que el cambio climático es un hecho ineludible en la actualidad y sus consecuencias serán uno de los mayores retos que tendrán que afrontar las próximas generaciones. Sin embargo, para todos aquellos que siempre encuentran el lado bueno de las cosas, sin importar que tan grave sea, puede darles la razón un estudio realizado por el grupo de trabajo del IPCC, que desmiente muchas de las creencias acerca de los perjuicios del cambio climático.
Así, puestos en un plan optimista, se tiene que un aumento de la temperatura global llevaría a una disminución neta de la mortalidad relacionada con la temperatura, incluyendo muertes asociadas a enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cerebrovasculares. Sin tomar en cuenta que los fallecimientos por trombosis coronaria y cerebral representan alrededor de la mitad de las muertes totales relacionadas con el frío, las cuales ocurren principalmente en casi todos los países no tropicales.
Por otra parte, el calentamiento global reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares relacionadas con las bajas temperaturas y el clima invernal en mucho mayor grado de lo que aumenta la incidencia de enfermedades cardiovasculares y enfermedades asociadas con las altas temperaturas durante el verano, publicó el blog Cooking Ideas.
Otro efecto positivo desencadenado a raíz de la presencia de CO2 del aire es que este no nada más conduce al aumento de la productividad de los cultivos alimentarios, también significa un aumento significativo de la cantidad y potencia de las gran variedad de substancias vitales y farmacoactivas que se encuentran en los tejidos vegetales, debido a que la concentración de dióxido de carbono hace que las plantas se oxiden menos, ocasionando que ellas mismas reduzcan su necesidad de antioxidación, aprovechando esos recursos para favorecer su crecimiento y desarrollo.
El aumento de CO2 en los vegetales también tiene un impacto en la producción de numerosas substancias beneficiosas para la salud encontradas en plantas medicinales, con lo cual se pudo contribuir al incremento de la esperanza de vida en el ser humano en el último siglo.
Finalmente, los grupos de ayuda sostuvieron que la lucha contra el cambio climático no debe poner en peligro el derecho que tienen los países más pobres para hacer crecer sus economías. Sin embargo, con el apoyo financiero y técnico apropiado, por parte de los países industrializados, estos deberían aspirar a desarrollarse de una manera menos dañina a como los estados más ricos lo han hecho.
