La “cruda” afecta hasta 10% la memoria en el trabajo e incrementa el riesgo de accidentes, según estudio

16/08/2013 - 12:00 am

Ciudad de México, 16 de agosto (SinEmbargo).- La cruda o resaca produce algo más que dolores de cabeza y también malestar en general. Un estudio realizado por la Universidad de Keele, en Reino Unido reveló que quienes van a trabajar con los efectos de la cruda tienen entre 5 y 10% menos rendimiento en su memoria y un incremento de 30% en los errores en tareas simples.

Lo anterior muestra que durante la resaca hay fallas en el funcionamiento cognitivo que hay que considerar, ya que éstas podrían poner en riesgo a la persona, advirtió la investigadora Lauren Owen, líder del proyecto en declaraciones al diario The Telegraph.

No se trata sólo de tener dolor de cabeza, problemas digestivos, mucha sed y cansancio. La resaca es un estado de malestar general que se experimenta después de haber bebido alcohol en exceso, también tiene consecuencias en la memoria y en la capacidad de atención y concentración de las personas, aun cuando no sean bebedores crónicos y hayan pasado varias horas desde la ingesta de alcohol.

Según las pruebas realizadas por los expertos, dirigidos por Owen, los tiempos de reacción de quienes tienen resaca también son más lentos: una persona de 20 años responde como una de 40.

Lo anterior muestra, dicen los expertos, que durante la resaca se presentan fallas en el funcionamiento cognitivo que hay que considerar, ya que éstas podrían poner en riesgo a la persona. Owen dijo que hicieron una batería de pruebas neuropsicológicas con las que esperan ver todas las funciones cerebrales que pueden deteriorarse.

Según los expertos, la cruda son todos aquellos síntomas que permanecen después que los niveles de alcohol en la sangre vuelvan a cero e incluyen dolor de cabeza, mareos, acidez y sed, entre otros.

El neurólogo de la Clínica Alemana, Arnold Hoppe, explicó que “el alcohol provoca una efecto depresor en el cerebro y cuando los niveles de alcohol disminuyen, se pasa del efecto sedante a un efecto de rebote que implica una hiperexcitabilidad neuronal”.

Esto puede ir desde una crisis de tipo epiléptica -aunque el individuo no sufra esta enfermedad- a migrañas.

“La respuesta jaquecosa se manifiesta por un dolor de cabeza severo que habitualmente tiene un carácter pulsátil, como si el corazón estuviera latiendo en el cerebro, sensación nauseosa y sensibilidad extrema a todos los estímulos: luz, sonidos y, eventualmente, olores”, explica.

Según Hoppe, los problemas de memoria y de ejecución de tareas que ocurren en el bebedor crónico se deben al deterioro cognitivo causado por el daño tóxico degenerativo asociado al alcohol.

En el caso de quien bebe alcohol en exceso en una jornada, las dificultades para realizar tareas mentales o físicas son debido al fenómeno migrañoso de la resaca.

“Esto genera dificultad para poner atención y mantener la concentración y, por lo tanto, dificultades para manejar autos o máquinas. En este estado es frecuente tener accidentes torpes, simplemente por no poner atención”.

Para quien bebió en exceso durante la jornada anterior, se recomienda no conducir vehículos u operar maquinaria, pues las habilidades cognitivas finas continúan afectadas, aunque ya se haya metabolizado todo el alcohol en el cuerpo.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas