Lo mágico, místico y poético en la obra de Remedios Varo, a propósito de los 104 años de su natalicio

16/12/2012 - 12:00 am

Ciudad de México, 16 de dic (SinEmbargo).– Hoy se cumplen 104 años del natalicio de María de los Remedios Varo Uranga, nacida en Anglés, España, un día como hoy, pero de 1908. La destacada pintora fue hija de la unión de un ingeniero hidráulico caracterizado por ser un librepensador y de una católica devota. Una curiosa mezcla incluso antes de su nacimiento. Sus primeros pasos en el mundo del arte fueron sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

En 1936 participó en la Exposición Logicofobista realizada en Barcelona y, desde entonces, se acercó a los componentes del surrealismo francés. Participó en las reuniones y exposiciones surrealistas. Sin embargo, tras la invasión del ejército alemán a París, abandonó Europa y se instaló en México a partir de 1941.

Varo, estuvo siempre fuertemente relacionada con los movimientos de vanguardia. Fue una de las principales exponentes del “surrealismo mexicano tardío” junto con Frida Kahlo y Leonora Carrington a quien conoció en México y cuyo fuerte ascendiente artístico fue definitivo en la concepción estética de su obra.

Sus piezas se caracterizan por una gran abundancia de imágenes y una peculiar combinación de poesía y humorismo. De acuerdo con Luis Martín Lozano, crítico y especialista en la obra de la pintora, Varo tiene un pie en la tradición, y el otro, en la experimentación, ya que sus cuadros plantean preguntas que no tienen una respuesta específica, debido principalmente a lo familiares que le resultan al espectador, sobre todo debido a los elementos oníricos que componen cada pintura.

En la obra de Remedios se conjuntan sueños, recuerdos y vivencias femeninas, así como los temores y horrores de la guerra. Hay fuertes alusiones, además, a la ciencia la religión y la filosofía lo cual produce una singular amalgama en donde se funden toda clase de disciplinas místicas y dogmas.

La belleza en la obra de Varo comprende una amplia gama de elementos fantásticos, pero que a la vez también remiten a cierta tristeza e incluso a sensaciones sombrías, a pesar de no ser precisamente intimidantes. No obstante hay asomos poéticos que salen a relucir por medio de sus imágenes.

Poco conocida, pero no menos interesante, es su obra escultórica, la cual se compone de piezas hechas con huesos, espinas de pescado y todo tipo de restos orgánicos como alambres y cuerdas. Muchas de ellas dan la apariencia de fósiles, esqueletos o totems.

La carrera artística de Remedios Varo se vio truncada por un fatal paro cardíaco en su etapa de plenitud creativa. Sin embargo, su maravillosa obra ha trascendido y soportado el paso del tiempo, además de ejercer una fuerte influencia sobre todo en el arte mexicano.

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