Ciudad de México, 17 de junio (SinEmbargo).- La Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) urgió al Gobierno federal a rendir cuentas sobre el destino de la recaudación que existe sobre las bebidas azucaradas, que debe destinarse “exclusivamente” para programas de prevención y agua potable, pues de 18 mil millones de pesos sólo el 10 por ciento está etiquetado a este rubro.
“Si comparamos y hacemos un análisis de lo que recaudó el impuesto con los recursos destinados para programas de prevención en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para este año, sólo se estaría destinando alrededor del 10 por ciento de lo recaudado para programas de prevención”, afirmó el director de la organización ContraPeso, Luis Manuel Encarnación.
De acuerdo con la asociación, del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que entró en vigor a partir de la reforma fiscal del año pasado, sólo hay mil 350 millones de pesos claramente etiquetados para la construcción de bebederos en escuelas públicas. Sin embargo, éstos no se han instalado.
“No hay lineamientos todavía para su instalación, por lo que hacemos un llamado para que estos recursos que ya están aprobados se destinen para este fin. Ahorita actualmente hay 20 por ciento de las escuelas con bebederos”, agregó Encarnación.
La falta de lineamientos dentro de la etiqueta sería la razón por la cual las autoridades han dejado pasar los primeros seis meses del año para utilizar los recursos. A pesar de la existencia de una ley aprobada dentro del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa, la cual manda a crear bebederos, planteó la Alianza por la salud Alimentaria.
La investigadora de El Poder del Consumidor (EPC), Fiorella Espinosa, detalló que a pesar de que se han hecho peticiones de transparencia a las diversas instituciones involucradas, ninguna ha entregado la información. “Una se echa la bolita a la otra”, añadió la activista.
Por otra parte, Alejandro Calvillo Unna, director de EPC, expuso que este impuesto debe continuar debido a los beneficios que ha traído para los mexicanos, luego de que hace unos días la Universidad de Carolina del Norte y el Instituto Nacional de Salud Pública de México (INSP) revelaran que el consumo de bebidas azucaradas se redujo en promedio un 6 por ciento durante el 2014.
Si bien estos son datos preliminares, Calvillo resaltó la importancia del mismo en la conferencia de prensa dada por la Alianza: “Es el primero que se hace de forma independiente, es decir, libre de intereses. Contrario a lo que dice la industria el efecto promedio en la reducción fue del 6 por ciento, llegando incluso a 12 en diciembre”.
Esta reducción estuvo más acentuada en los hogares con menos recursos, donde las compras de bebidas azucaradas descendieron un nueve por ciento y alcanzaron un 17 en diciembre del 2014.
Las familias no sólo redujeron la ingesta conforme lo estipulado, sino que “la reducción de consumo fue superior a la del impuesto, lo que significó un ahorro para las familias”, dijo Calvillo.
Actualmente, el IEPS grava un peso por litro, lo que por precio promedio de las bebidas azucaradas equivale al 10 por ciento. Sin embargo, la ASA, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial para la Salud (OMS), propuso que el impuesto se aumente al 20 por ciento; es decir, dos pesos por litro.
“Creemos que al menos, con ese aumento, la reducción del consumo rondaría en el 20 por ciento, aunque es difícil de saberlo con precisión, porque se necesita un plazo más largo para dimensionar este comportamiento”, agregó Calvillo.
Actualmente, México es el mayor consumidor de refrescos en el mundo. El promedio de consumo anual ronda en los 163 litros por persona. Pero no siempre fue así, entre 1989 y 2006 el consumo de refrescos per cápita aumentó en 60 por ciento, plantean datos de la Encuesta Nacional sobre Obesidad de la ASA.
Datos de dicha encuesta realizada en 2013 muestran que 24 mil personas mueren al año debido al consumo de este tipo de bebidas. Durante el 2013 las principales causas de muerte fueron las enfermedades cardiovasculares, que sumaron 145 mil 237 y la diabetes con 87 mil 245.
Sin embargo, la continuidad del IEPS se ve constantemente en peligro, debido a los intereses de la industria refresquera, enfatizaron las organizaciones de salud. “Especialmente, el Partido de Acción Nacional (PAN)”, del cual diversos legisladores tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados han propuesto revertir la Reforma Fiscal.
“Hacemos un llamado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que en la próxima discusión del paquete fiscal que se presentará el próximo 8 de septiembre, hagan valer el derecho a la salud por sobre los intereses económicos”, dijo Encarnación.
Además, en el tema del agua potable, la ASA propuso que se establezcan controles en los precios y que se elimine el IVA al agua embotellada en envases menores de 10 litros.
Aún sin ser presentada a las autoridades esta propuesta, parte de los efectos de la reducción del consumo del año pasado de bebidas azucaradas incidieron en el consumo de bebidas sin impuesto, “en especial el agua embotellada”, cita el estudio independiente.
Calvillo puso en duda los alegatos del sector empresarial que argumentaron que el IEPS desataría efectos económicos negativos, como el cierre de pequeños comercios y tiendas.
“Se argumentó pérdida de empleos, se argumentó el cierre de miles de pequeños comercios, yo podría decir que no han cerrado por esta razón, pero sí han cerrado muchísimas tiendas por el establecimiento de tiendas Oxxo”, dijo Calvillo.
Sin embargo, la ASA sostuvo que hay otro aspecto que sí afecta la economía familiar, y es que con base a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2012 una persona que vive con diabetes complicada gasta 65 mil 896 pesos al año en un tratamiento médico, mientras que un salario anual promedio es de 61 mil 896 pesos.
