Ciudad de México, 17 de septiembre (SinEmbargo).- La primera novela del abogado y escritor Francisco J.Cortina, daba noticias de un secuestro. Se trata de La chica IBM, un thriller que intenta alimentar el género de novela urbana y cuya aprobación le permitió a su autor seguir en la senda de las historias.
Ahora es el turno de Puerta Santa Fe, donde el tema central es el suicidio, un hecho que siempre ha creado controversia moral en nuestra sociedad, al punto de que hubo épocas en la historia donde era considerado un delito.
“Es una forma de explotar la tensión existente que generan actos de tal magnitud”, explica Cortina en entrevista con SinEmbargo, quien para describir esa intensidad echa mano de un personaje llamado Fernanda Bendiksen, quien está a punto de lanzarse de un puente conocido como Puerta Santa Fe, en la ciudad de México.
Lo interesante de este segundo trabajo del escritor es que el suicidio, que parece ser el último acto de una persona sola, se pone a dialogar con el mundo de los vivos, de la cotidianeidad. El acto irrumpe en la avenida, entre los claxons, aborda con su trombosis casi irreal la rutina de una urbe ciega, sorda y muda y siempre, por supuesto, muy ruidosa.
“Trato de cruzar los personajes uno con otro. Fernanda se sube al puente, quiere acabar de golpe con todo; está en el otro lado el jefe de bomberos, cuyo alcoholismo lo convierte en un suicida distinto a Fernanda, pero suicida al fin”, dice Cortina.
Alrededor de la muchacha que pretende quitarse la vida se encarama un verdadero coro de personajes cada uno de los cuales vale por sí una historia: abogadas angelicales, reporteros ambiciosos, camarógrafos aburridos, todos construyen la metáfora de una existencia a punto de tomar una decisión definitiva.
“Las fuerzas a su alrededor: los que desean que baje, a los que no les importa, el individuo que busca salvarla -y quienes desean presenciar su fracaso o verlo convertido en un héroe- colisionan en un punto sin retorno”, anuncia el boletín de prensa de la editorial Océano.
–Las protagonistas de tus novelas son mujeres, pareces cercano a ellas…
–Alguien me acaba de comentar todo lo contrario, preguntándome si tenía algo en contra del género femenino. A menudo, en mi vida cotidiana, me dicen que veo las cosas como las vería una mujer. Antes eso me hacía enojar y hoy me hace sentir orgulloso.
–Alguien también decía que las historias siempre debían terminar en forma esperanzada, para contrarrestar un poco el caos reinante. ¿Cómo te sitúas frente a eso?
–Creo que las novelas deben terminar de dos maneras: cuando llegas al punto final abrazas el libro y lo llevas a tu pecho o mueves la cabeza en señal de incredulidad, de no puede ser…
–En Puerta Santa Fe hay un trabajo entre la vida y la muerte en un escenario donde la vida parece avanzar en medio de edificios imponentes y una actividad incesante
–Los ejes transversales que manejé en la novela son vida-muerte, Dios, amor, todos temas derivados del hecho en sí. Fernanda quiere arrojarse desde el puente por amor, va al encuentro con la muerte, ¿con Dios? ¿Qué tanto vale la vida? Y todas esas cosas comienzan a ser confrontadas por los personajes reunidos circunstancialmente alrededor de la muchacha que se quiere tirar del puente.
–La fuerza de algunos de los personajes de tu novela hacen pensar que tal vez podría haber una segunda parte
–No lo sé, no te lo podría anticipar, pero ya empecé a trabajar en la tercera novela y podría decirte que es un poco más negra que Puerta Santa Fe. Tal vez se acerque más al estilo de Una chica IBM, de la que mucha gente también esperaba una segunda parte. Pero no puedo anticipar nada al respecto, las ideas van apareciendo en mi cabeza sin que nadie las llame.
–¿Cómo es tu ritmo de escritura?
–Para mi primera novela, sólo me senté y comencé a escribir. Los personajes fueron apareciendo. Con Puerta Santa Fe lo que hice fue tener una trama general e ir trabajando muy a conciencia cada uno de los ocho personajes que tenía previstos para contar la historia. Me ayuda mucho seleccionar un grupo de canciones que me acompañará durante todo el proceso de escritura. Es mi forma de mantener la atmósfera de la novela que estoy haciendo y mi modo de cargar con la adrenalina necesaria cuando me siento a trabajar.
–Una curiosa forma, en general los autores escriben en silencio
–Sí. Te diré que Puerta Santa Fe la escribí en tres computadoras distintas. En una de escritorio, en una laptop y en el iPad. Puedo escribir un domingo a la mañana en un Starbucks lleno hasta el gorro o hacerlo en medio de un silencio total.
–¿Cuál fue la banda de sonido de Puerta Santa Fe?
–Fue música electrónica, música de DJ: Armin van Buuren, Tiesto, por supuesto Avicii, Carnage, David Guetta…
–¿Por qué escribes, Francisco?
–Porque no puedo evitarlo, porque me sale y porque me encanta esconderme en el mundo que creo con la escritura.
