Hartos de violencia, vecinos de Ecatepec imponen su propia justicia

17/11/2015 - 12:00 am

El Estado de México es una de las entidades con mayores índices de inseguridad en el país. Ahí, la falta de presencia de parte de las autoridades y la carencia de oportunidades dificultan erradicar el ambiente de violencia. Por esto, los vecinos aseguran que han empezado a velar por su propia integridad, que no les quedó otra más que hacer justicia por sus propias manos. Además, explicaron a SinEmbargo, están dispuestos a todo para acabar con la delincuencia, aun a costa de perder sus propias vidas.

Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).– Las calles de la colonia Granjas Valle de Guadalupe en Ecatepec, Estado de México, advierten claramente a quien las recorre, el peligro que el área representa.

Mantas indican amenazas de parte de los vecinos. Se cuelgan en las esquinas y frente a las tiendas, locales de venta de pollo, ropa, farmacias y un sin fin de puestos que conforman el comercio local.

“Rateros ¡Estamos unidos!, si te atreves a robar te vamos a linchar”, “Todos los vecinos de esta calle y calles aledañas te estamos vigilando”, “Rateros no, vecinos unidos si te agarramos te linchamos”, “cuidado rata”, dicen algunos de estos mensajes. En otros, hay números de teléfono y algún colono de la delegación, también conocida como “Los Arcos”, contesta con una voz tímida para recibir las denuncias pero se niega a hablar con la prensa.

Pese al calibre de las advertencias que colocan, los vecinos se muestran dispuestos a hablar de lo que sucede. De cómo la inseguridad empezó a agravarse en los últimos tres años y de cómo en los últimos dos iniciaron a organizarse para intentar resolver el peligro que se volvió insostenible.

Thalia Chávez Campos vive con su abuelo Juan Manuel Campos, en una casa que tiene por entrada un taller de mecánica. En el último año, relata, ha visto que la incidencia de robos en la colonia empezó a descender gracias a la puesta de alarmas. Los Campos explicaron que ellos, como el resto de las dos cuadras que les rodean, también pensaron en su momento que era buena idea hacerse de uno de estos aparatos.

El sistema ha servido para que cada vez que alguno de los vecinos sufre un asalto, pueda salir el resto a las calles a darle persecución y castigo. Al parecer está invitado a participar de este proceso todo aquel que escuche la alarma.

Cuando se le preguntó cómo era la situación de inseguridad de la colonia, ella dijo: “Antes hace como un año todavía había mucho asalto aquí. Había mucho robo a los microbuses. Asaltaban cinco de cada siete. Y ya no podías ni traer tu celular. Ya la gente prefería tomar un taxi del Metro para acá”.

A partir de ahí, y en los últimos dos años, en su cuadra han sonado, por lo menos, siete veces la alarma. Y en cuatro ocasiones han detenido a supuestos ladrones, recordó.

“Una vez agarramos a un muchacho que iba con otros dos, tenía como 16 ó 17 años. Le pegaron muy fuerte. Lo dejaron hospitalizado. Los mismos vecinos. Por defenderse, porque ya no hayan la manera”, dijo.

La situación de inseguridad no es propia de esta colonia, Ecatepec es el municipio más poblado de Latinoamérica con un millón 656 mil habitantes,  y también uno de los más peligrosos del país, el 99 por ciento de sus habitantes vive en zonas urbanas y hay más robos allí que en otras ciudades con alta incidencia delictiva como Culiacán, Acapulco o Ciudad Juárez. Sólo entre enero y septiembre los robos comunes ascendieron a 8 mil 403.

Además, el Estado de México carga más casos de linchamiento que cualquier otra entidad. Tan sólo en los últimos cuatro meses ha habido 17 intentos, mientras un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) especificó que hubo 50 casos, entre intentos y consumados, del 2010 al 2014.

Chávez, al igual que su abuelo, sostuvieron no tener piedad cuando de detener a un supuesto ladrón se trata. La familia Campos es parte de un sistema vecinal que puede a través de las alarmas sacar a 160 personas a la calle con el mismo propósito, linchar.

“Dicen que todos sembramos lo que vamos a cosechar. Entonces, si ellos no se tientan el corazón por despojarle a toda la gente que trabaja honestamente por adquirir sus cosas; entonces, por qué la gente se tiene que tentar el corazón para dejarlos en paz”, dijo.

Foto: Luis Manuel Mendoza, Sinembargo
Sistema de alarma vecinal en Ecatepec. Foto: Luis Manuel Mendoza, SinEmbargo

Del total de robos en Ecatepec, el 85 por ciento está asociado con automóviles. Esta situación ha hecho que los propios taxistas de la entidad repliquen los sistemas de seguridad vecinales.

Ulises Estrada Castillo es taxista en la colonia La Estrella y relata que los asaltos a clientes y pilotos eran hasta hace unos años cosa de los taxis pirata, pero ya no, ahora, la ola de violencia está inmiscuida en la labor diaria de los taxis regularizados de la zona.

De esta cuenta, las bases, que conglomeran cada una a por lo menos 10 taxis, ubicadas cada dos cuadras también han decidido organizarse para tomar la justicia por sus propias manos. Estrada cuenta que basta un taxi robado para que los coordinadores de las bases pongan en marcha la búsqueda del vehículo.

–¿Cómo se organizan?

–Sí, pues nos avisan por radio y ya entre todos ya lo paramos.

–¿Cuándo fue la última vez que hicieron esto?

–Hace dos meses, le quitaron un carro a un chavo allá arriba del Metro [Ecatepec], y otro taxi lo siguió, y encontraron que se había metido a una casa. Entonces, empezaron a llegar todos. Se llenaron como dos manzanas.

–¿No es riesgoso que tomen la justicia por su propia cuenta?

–Yo lo veo así: te la tienes que rifar, y si no lo haces, van a seguir haciéndolo. Y sí haces algo y te toca, pues ya te tocaba, pero te tienes que aventar, porque si no haces nada, pues hasta agarran esta zona y dicen: “ahí no hacen nada, vamos allá”.

En Ecatepec, de los 7 mil 181 robos de vehículos reportados entre enero y septiembre, el 74 por ciento fue perpetrado con violencia.

Jonathan Furszyfer del Río, investigador del Programa de Seguridad y Justicia de México Evalúa, consideró en su momento en entrevista a SinEmbargo que “el robo de vehículos está fuertemente asociado con el crimen organizado. Porque se necesita de una red para operar, no lo puede hacer una sola persona”.

POBREZA E IGNORANCIA

Foto: Luis Manuel Mendoza, Sinembargo
Mantas de advertencia contra ladrones en negocios de Ecatepec. Foto: Luis Manuel Mendoza, SinEmbargo

El investigador Edgar Cortez del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD) sostiene que los linchamientos están asociados con los indicadores de desarrollo de una población, pero aclara, que esto no basta para que una comunidad decida empezar a linchar.

En el caso de Ecatepec son 723 mil 559 personas las que viven en condiciones de pobreza, lo que representa el 40.8 por ciento de su población, de los cuales el 6 por ciento vive en extrema pobreza, de acuerdo con indicadores oficiales del 2010.

Esta situación coloca al municipio con el mayor número de personas en situación de precariedad del Estado de México, por encima de Nezahualcóyotl con 462 mil 405 pobres, el 38.8 por ciento de su población. Y Toluca que cuenta con 407 mil 691 personas en condiciones de pobreza, el 41.8 por ciento de sus habitantes, de acuerdo con datos oficiales.

A nivel estatal también la pobreza juega un rol en el entramado de violencia que vive el Estado de México. El 58.9 por ciento de la población, es decir 9 millones 823 mil 900 personas tiene un ingreso inferior al de la línea de bienestar, lo que significa que no pueden comprar una canasta básica ni cuentan con los elementos suficientes para llevar una vida digna.

Asimismo, el Sistema Municipal de Información Estadística y Geográfica refiere que el 33 por ciento de los ecatepequenses es vulnerable por carencias sociales.

“Por otro lado, también puede ser que en otros lugares más de clase media y alta no conozcamos linchamientos por propia mano, pero tal vez ahí hay otras manifestaciones, porque en muchos lugares contratan seguridad privada para el lugar de residencia, y esos mecanismos podrían estar incidiendo en violentar a personas, o privarlas de la vida, como ejercicio de la compra de seguridad privada. Tal vez es una manifestación menos aparatosa pero igual de letal”, agrega Cortez.

En términos de educación, el municipio arrastra un 17 por ciento de su población con algún rezago educativo. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política y Desarrollo Social (Coneval) refiere que en este rubro se consideran todos aquellos que tienen de tres a 15 años de edad y que “no cuentan con educación básica obligatoria y no asisten a un centro de educación formal”, o que nacen antes de 1982 y no cuentan con los niveles de primaria o secundaria.

Datos del censo de Población y Vivienda 2000 y 2010 del Instituto Naciol de Estadística y Geografía. Gráfica: Consejo Estatal de Población del Edomex
Datos del censo de Población y Vivienda 2000 y 2010 del Instituto Naciol de Estadística y Geografía. Gráfica: Consejo Estatal de Población del Edomex

“Yo creo que la pobreza y educación influyen, pero más decisivamente, dos cosas: una, la percepción de miedo y cuando hay esa realidad es mucho más fácil que se exprese esa situación; y otra, yo creo que hasta ahora no tenemos vías de seguridad adecuadas y eso favorece más el caldo de cultivo de especulaciones, rumores y suposiciones en la situación de seguridad. Y la justicia por la propia mano se vuelve, supuestamente, en la única forma de resolver el tema”, dijo Cortez.

LINCHAMIENTOS FUERA DE CONTROL

Foto: Luis Manuel Mendoza, Sinembargo
Ricardo Valdez muestra la bala que se alojó en su pierna, luego de que la policía trató de rescatar a presuntos ladrones de manos de los vecinos. Foto: Luis Manuel Mendoza, SinEmbargo

Las calles de Santa María Tulpetlac, uno de los ocho pueblos que conforman Ecatepec, no esconden que hay un problema de inseguridad. Basta recorrer unas cuadras para encontrarse con mantas que indican que se está siendo vigilado, grabado, las 24 horas.

La instalación de alarmas también se expandió entre abril y noviembre del 2014. Vecinos indican que fue justamente por ellas que el 14 de junio 300 personas participaron en un masivo intento de linchamiento.

Ese día a las cuatro de la tarde, un taxi fue asaltado en las calles Colima y Sinaloa por un hombre y dos mujeres. El taxista local, Rogelio Chávez Ruíz, al enterarse del percance e identificar el vehículo persiguió a los ladrones y llamó la atención tanto de vecinos como de la Policía.

Minutos después, pese a la detención de los presuntos ladrones por parte de las autoridades, el constante sonido reunió, aproximadamente, a 300 personas, que intentaron impedir el traslado de los detenidos, y que apedrearon la patrulla de los elementos de seguridad.

Ricardo Valdez Crespo, es un hombre bajito, de fácil sonrisa y que ha estado involucrado en el proceso de organización vecinal, que él mismo reconoce, se salió de control el 14 de junio.

En medio de la tensión, alrededor de 200 elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), llegaron al lugar para desalojar a la gente que se había aglomerado.

Mientras los medios locales reportaron el uso de gases lacrimógenos, Valdez fue víctima de un balazo, de acuerdo con él, calibre 45, que terminó por alojarse en su pierna después de rebotar en una pared.

“Ya no pudimos convencer a todos, yo estaba nomás de espectador ahí. Cuando veo que empiezan a jalar la patrulla, se empiezan a apedrear de ambos lados, y a poner gases lacrimógenos. Pero nunca pensé que tiros, yo estoy parado y de repente siento un golpe en las dos piernas, porque la bala rebotó en la pared, y un pequeño pedazo me pegó”, dijo.

Para haber sido baleado, Valdez y su esposa, guardan especial cautela al hablar del tema. Cuando se le pregunta sobre lo sucedido y el accionar de la Policía, él contesta: “Fue por falta de preparación”, y ella agrega, “ellos no encontraron otra forma de dispersar a las personas más que disparando”.

Sobre este caso, la carpeta de investigación número 344820040012615 de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, a la que SinEmbargo tuvo acceso, exige deducir responsabilidades por los hechos delictivos de lesiones y abuso de autoridad, pero a la fecha de acuerdo con Valdez el caso se quedo estancado y la Unidad Especializada en Delitos de Corporaciones Policiales en Nezahualcóyotl, en el Estado de México, a la que se refirió el expediente no investigó nada.

BOTÍN POLÍTICO

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La instalación de las alarmas en Tulpetlac, de acuerdo con diversos vecinos, es fuertemente apoyado por el que fuese Diputado local del Partido Revolución Democrática (PRD), Octavio Martínez Vargas.

Pese a ya no fungir como legislador, sino como Secretario General del PRD en el Estado de México, los vecinos siguen indicando que el mantenimiento de las alarmas es obra de Martínez, quien apoyó la instalación de chicharras con 30 controles en el área centro de Tulpetlac.

El valor de cada una de estas oscila en 15 mil pesos, y es Martínez quien a través de sus redes sociales hace mención de la entrega de múltiples kits de videocámaras en distintos puntos de Ecatepec.

Por otro lado, lo que debería de ser un servicio del Estado se ha vuelto un favor político. Octavio Martínez lo hizo expreso en marzo, durante su discurso en el cierre de su precampaña dentro del PRD para Presidente Municipal de Ecatepec, cuando dijo: “No voy a prescindir de continuar apoyando a las comunidades, poniendo cámaras, alarmas, luminarias, ayudando a los que menos tienen”.

Sin embargo, la entrega de estos equipos no fue suficiente para más adelante ganar la contienda que se llevó el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Indalecio Ríos Velásquez, quien también, previamente, cuando pasó de ser Secretario del Ayuntamiento a Presidente Municipal de Ecatepec en el 2011, por suplir las funciones de Eruviel Ávila Villegas, quien pidió licencia para competir por la Gubernatura del estado, hizo entrega de estos equipos de video cámaras de vigilancia.

“Sin duda, desde hace mucho tiempo el tema de la inseguridad se ha vuelto un botín político, con políticos que desconocen del tema, que ofrecen soluciones aparentemente fáciles, pero que tienen consecuencias muy perniciosas, y además apelan a soluciones que terminan quitándole responsabilidad al Estado, porque para un candidato es muy fácil ofrecer esos servicios, y no mejorar las policías, profesionalizarlas”, consideró el investigador Edgar Cortez.

Esta búsqueda del beneplácito rápido de la gente también es reproducida por el Gobierno del Estado de México. En su Cuarto Informe, el Gobernador Eruviel Ávila Villegas presumió la instalación de 8 mil 800 cámaras de video vigilancia en todo el Estado. “Gracias a estas acciones logramos disminuir la incidencia delictiva en un 18 por ciento”, aseveró.

Sin embargo, la falta de presencia de las autoridades sigue siendo latente en la entidad, y es ésta, uno de los principales factores para que existan los linchamientos, de acuerdo con el estudio del investigador Raúl Rodríguez Guillén, en su investigación “Crisis de  autoridad y violencia social: los linchamientos en México”.

Ana Flores, vecina de la colonia Jardines del Tepeyac, sostiene que por más peticiones que han hecho, las autoridades no se han acercado a la zona  y brindarles seguridad.  Esta situación es una constante en las diferentes colonias del municipio.

Por su parte, en Granjas Valle de Guadalupe, Chávez, expuso que sólo ve en la tele cómo los políticos hacen obras en la entidad, lo que no concuerda con la realidad de su colonia.

“Yo muchas veces veo que están diciendo en la tele que están trabajando con cámaras de seguridad, que parques nuevos, y que están haciendo muchas cosas en el Estado de México, y yo me digo, ah caray, pues dónde será eso porque pues aquí no pasa nada. Nada más nos engañan, todo lo que prometen. Yo creo que aquí sólo hay como diez patrullas, y eso ya exagerando”.

Mientras tanto, las cifras de feminicidios en el municipio son exorbitantes. Del 2012 a la fecha han sido asesinadas 600 mujeres de acuerdo con datos de oficiales. Diversas organizaciones civiles han hecho un llamado a las autoridades, sin que la situación se haya resuelto, acusan.

Y a nivel estatal, los robos entre enero y septiembre ascienden a 54 mil 383. Mientras que los homicidios registrados son 2 mil 307, de acuerdo con cifras oficiales.

Edgar Cortez refiere que los linchamientos en estas áreas continuarán, ya que no se ha demostrado que linchar reduzca la inseguridad. Así mismo, los mecanismos de acción de los vecinos no cambiarán, ya que aún se está lejos de exigir a las autoridades mejores estrategias de seguridad ciudadana.

“Tenemos que ser más críticos de estas medidas que son parte de volver a la seguridad en un tema de botín político. Y a veces los ciudadanos de no exigir mecanismos de transparencia y conformarnos con esas medidas populistas en términos de seguridad”, instó.

— Con información de Sergio González

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